LOS ALUMNOS NUEVOS, ADEMÁS DE ESCUCHAR GENERALIDADES DE LA UNIVERSIDAD, REALIZARON UN RECORRIDO POR EL CAMPUS Y CONOCIERON DE CERCA SUS PREGRADOS.• El 16, 17 y 18 de enero, los estudiantes que iniciaron su primer semestre empezaron a vivir la Universidad, gracias al programa de inducción que ofrece EAFIT
• Alrededor de 1.500 alumnos nuevos tuvieron la oportunidad de conocer el campus, acercarse a la vida universitaria y tener un primer contacto con sus directivos y profesores.
El mapa que le entregaron los Tutores, en las carpas dispuestas para la inscripción de los nuevos estudiantes al programa de inducción, lo acompañó hasta el final de la jornada.
Tal vez cuando empezaron las clases no necesitó usarlo más, o no se atrevió a hacerlo, por lo menos no a la vista de todos, pues Mauricio Peñates Molina es, por estos días, un nuevo alumno en el pregrado en Ingeniería de Producción y, por lo tanto, es denominado como “primíparo”.
En esta jornada, a la que asistió con compañeros de otras carreras el 18 de enero, se ubicó gracias a esta herramienta que le mostraba el lugar del campus al que debía llegar según la programación.
Su primer nuevo amigo, un joven de lentes que estaba sentado a su lado en el Auditorio Fundadores al inicio de esta actividad, también supo cómo encontrar el bloque al que debía dirigirse. Incluso, Mauricio le señaló la ubicación de los teléfonos de emergencia en el mapa, cuando el coordinador de esta área en la Universidad lanzó esta pregunta al público en general.
Fue por ese atrevimiento que los dos empezaron a hablar en las pausas de la programación. Seguían revisando el mapa, charlaban y hasta se miraron sorprendidos al tiempo cuando la coordinadora de la Organización Estudiantil (OE) dijo que hacía dos carreras al mismo tiempo.
Al final se dieron cuenta de que se iban a separar porque las siguientes actividades se hacían por carreras. Pero, aún así, anotaron sus números telefónicos para encontrarse más tarde. Su amigo salió primero, cuando llamaron a los estudiantes de Psicología, y Mauricio esperó hasta que la instrucción fue ofrecida a los de Ingeniería de Producción.
En ese momento del día, casi al mismo tiempo, salió una joven de baja estatura y camisa roja que estaba sentada en todo el frente del escenario. Ella se despidió de dos amigas con las que había llegado en la mañana: las Lauras (Laura María y María Laura), quienes la vieron alejarse mientras caminaba al lado del amigo de Mauricio. Ellas aún esperaban a que la presentadora anunciara “Biología sale por el ala derecha y se dirige al 38 -121”.
La futura bióloga
Una de las que esperó ese momento (María Laura Muñoz Lora) está segura de que la pueden ubicar porque tiene cara de bióloga. A sus 19 años se declara una enamorada del pregrado que eligió, precisamente el que comenzó labores en este 2013: “La gente piensa que nosotros estudiamos los arbolitos y los animales, pero no solo es eso, en el fondo, nos dedicamos al estudio de la vida y eso es fascinante para mí”, dijo.
Camino a la reunión con los demás primíparos de Biología mientras pasaba por Los Pimientos, empezó a recordar cómo surgió esta pasión: la química le encantó desde el primer momento, así que hasta noveno grado estaba segura de que estudiaría algo similar. Pero, ese año, conoció a una profesora que le enseñaría a apreciar las posibilidades de la genética y los estudios moleculares, después leyó a Darwin y no hubo vuelta atrás.
Al salón entró primero Laura María, una de sus mejores amigas y ahora también compañera de clase. María Laura se sentó a su lado, miró a su alrededor, reconoció rápidamente a quienes la acompañarían en su proceso de formación en los próximos años y dirigió toda su atención a Diego Villanueva Mejía, el jefe de su pregrado, quien les empezó a explicar los contenidos del programa, presentó a algunos profesores y recordó el perfil de sus egresados.
“La calculadora ya pasó de moda”, dijo el docente en algún momento de la introducción y, ante esto, María Laura no pudo evitar reírse. Más tarde, el profesor expresó que uno de los puntos más llamativos que tenía el nuevo programa es su énfasis tecnológico, una de las áreas en la que a ella le encantaría trabajar.
Esta nueva alumna está orgullosa de ser pionera de la Biología en EAFIT. “Empezamos muy bien. Ya verán que nos haremos notar mucho en la Universidad”, anotó, al tiempo que le preguntó a uno de los tutores por la manera en que puede postularse como representante estudiantil de su pregrado, pues como carrera nueva aún no cuenta con participación en esta instancia.
“Ya sabemos quién va a ser nuestra representante”, replicó a un lado Mateo, uno de sus compañeros y que llegó de estudiar en una universidad bogotana.
Otra vez el ingeniero de producción
Mauricio Peñates tiene 16 años y le encanta el diseño. Por eso, entre sus opciones también estaba la arquitectura, pero la descartó después de hacer un análisis sobre las posibilidades laborales que imaginó podía tener, además porque el título de ingeniero le parece bastante llamativo.
Este joven no sólo es nuevo en EAFIT, también lo es en la ciudad. Nació en Sincelejo y allí ha vivido toda la vida, hasta el martes 15 de enero, un día antes de la inducción a estudiantes nuevos.
“Espero tener un grupo de amigos para empezar a adaptarme a mi nueva vida. Igual tampoco quiero que me absorba la ciudad, yo vine a estudiar mucho”, dice en su marcado acento costeño.
Durante el recorrido que siguió a la presentación del programa en los salones, Mauricio reconoció los espacios de la Institución en los que seguro empezará a sumar recuerdos, pero que, por el momento, le parecen bastante amplios y modernos, en especial los deportivos, en los que tiene planeado pasar mucho tiempo.
En este punto ya tenía una nueva amiga. Ella también estudiaría Ingeniería de Producción y sería quien lo acompañaría al concierto que cerraba la jornada para los nuevos alumnos.
A las 2:30 p.m., cuando salió del Auditorio Fundadores, ya había guardado el mapa en su mochila roja, esa que como dijo Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad, está “cargada de sueños que empezarán a cumplirse”.