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Una asignatura para aprender a estudiar
Santiago afirma que, después de haber cursado la asignatura de metodología del aprendizaje, es "un alumno mejorado".
• Santiago Martínez Muñoz, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Civil, cursó la cátedra de metodología del aprendizaje, un espacio en el que aprendió a darle importancia a su vocación profesional.
• Como él, otros estudiantes que han tenido dificultades académicas acuden a esta iniciativa que ofrece el Departamento de Desarrollo Estudiantil, para reorientarse y afrontar las dificultades.
Casi a la mitad del semestre y en una de esas clases cruciales del pregrado en Ingeniería Civil, Santiago Martínez Muñoz no lograba entender el discurso del profesor ni coordinar la explicación con los apuntes de su cuaderno.
Al salir, notó que esta situación no solo le ocurría en esa materia. La razón: una larga ausencia por cuenta de las giras de conciertos por Latinoamérica que realizó con su banda musical durante dos semanas.
Pero el semestre transcurría y cada vez adaptarse era más difícil. Ya en los terceros parciales tenía todas las materias perdidas y las notas más altas que obtenía eran de 2.4.
Sin embargo, un nuevo concierto en el Eje Cafetero le llevó una semana más, asunto que lo forzaba a redoblar esfuerzos a su llegada para no perder el semestre.
Pero no se pudo. Al regresar no entendía nada, buscó ayuda en los monitores del Departamento Desarrollo Estudiantil y pagó profesores que le explicaran, pero tenía vacíos de todo el semestre, así que no sería fácil recuperarse de lo que dejó de aprender.
“Para los finales debía sacar 4.5 y sumas por el estilo. Logré la hazaña de obtener en una materia 4.8, pero eran cinco asignaturas más. Así que fui retirado de la Universidad por bajo rendimiento”.
Una nueva oportunidad
Abrumado por sus resultados solicitó el reingreso de inmediato. El primer paso era escribir una carta, para lo que solicitó la orientación de Jeannette Lerner, jefa del Departamento de Desarrollo Estudiantil, a quien le comentó su caso.
Y la respuesta fue positiva. Fue aceptado como estudiante en semestre especial, una modalidad en la que los alumnos en estas condiciones deben cursar la cátedra metodología del aprendizaje, matricular las materias que perdieron y aprobarlas todas con un promedio superior a 3.4.
“Durante ese semestre no me despegaba de los cuadernos. Asistía muy juicioso a la cátedra dictada por Jeannette, no porque lo exigía la Universidad, sino porque me parecía importante”, dice Santiago.
Esta asignatura está dirigida a estudiantes con matrícula condicional de acuerdo con los criterios que estipula el Reglamento Académico de la Universidad y, a través de esta, se ofrece un espacio de reflexión sobre el proceso de aprendizaje para explorar las posibles causas que inciden en el bajo rendimiento.
“En esta cátedra se promueve una actitud crítica e investigativa para que los estudiantes adquieran elementos que les permitan enfrentar la situación de ‘fracaso académico’, e incorpora una metodología útil para su formación integral, para lograr generar así responsabilidad con su proyecto profesional”, cuenta la jefa de esta unidad.
“Un alumno mejorado”
En este salón de clase eran alrededor de 15 estudiantes. Todos estaban en esa situación por diferentes razones, pero Santiago cuenta que ella (Jeannette) le daba un enfoque personalizado a las sesiones porque conocía las historias de todos. “Nos daba concejos muy acertados”, expresa.
Entre muchos temas de interés, los momentos más importantes, según cuenta Santiago, eran los de asesoría individual. “En estos diálogos se tiene una explicación para todo, son personas muy sabias”, comenta el estudiante.
Gracias a la orientación y también a su dedicación logró pasar el semestre especial. Ahora, mientras asiste al curso de desarrollo de la creatividad en la solución de problemas, donde lo que aprende lo aplica en asuntos tan cotidianos como resolver un parcial, cursa también a sus clases de séptimo semestre de Ingeniería Civil pero, según él, como un “alumno mejorado”.
“Este fue uno de los procesos formativos más importantes que yo he tenido durante mi estadía en la Universidad. Me ha marcado tanto en mi desarrollo personal, como profesional”, afirma con agradecimiento Santiago, quien un año después puede decir que de no ser por la cátedra de metodología no habría caído en cuenta de los errores que cometió.
También resalta que una cosa que le dejó el curso es el haber aprendido a diferenciar entre lo urgente y lo importante. Y, en este sentido, su carrera es prioridad.