Nao mide, aproximadamente, 60 centímetros, pesa cerca de 5 kilogramos y con su diminuta anatomía puede realizar actividades cotidianas como desplazarse, recoger objetos e interactuar con las personas.
Sin embargo, en lugar de ojos tiene dos cámaras de alta definición, sus oídos son micrófonos para el reconocimiento y localización del sonido, su voz se produce a través de un altavoz que convierte los textos en modulaciones y su lenguaje es el de un sistema de programación.
El ingeniero físico Juan David Ríos Ruiz conoce a fondo estas y otras características, no solo porque es un apasionado por este tipo de creaciones, sino porque, a partir de este año, trabajará directamente con él, como ingeniero de robótica de Aldebaran Robotics, la compañía francesa creadora del dispositivo.
El eafitense viajó el 22 de febrero a una de las sedes de la corporación, en Louisville (Kentucky, Estados Unidos), para hacer parte del grupo humano de esta empresa.
“Voy con muchas expectativas y, sobre todo, con muchas ganas de participar en nuevos desarrollos, y encontrar opciones de mejora y actualización”, comenta el egresado.
El humanoide fue presentado al mundo en marzo de 2008 y, desde ese momento, diferentes instituciones educativas del mundo se mostraron interesadas en este adelanto, como la Universidad de Tokio. En la actualidad, se trata de un robot utilizado en el terreno de la investigación.
“Aldebaran Robotics tiene una filosofía muy interesante, pues ellos quieren desarrollar robots para el bien de la humanidad, que presten servicios y que puedan ayudar en circunstancias de desastres, entre otras. Eventualmente, crearán otros robots y mi papel será aportar ideas y participar en su creación”, explica.
La robótica no es un tema nuevo para Juan David, que comenzó sus acercamientos a este mundo desde el pregrado en Ingeniería Física, y pudo profundizarlos más tarde con una maestría en Ingeniería Eléctrica y Computacional, de la Universidad de la Florida (Estados Unidos). Allí le dio vida a sus tres primeras creaciones.
Un robot de vigilancia (Alienbot), otro para acarrear medicinas y asistir ancianos (Gatoraid) y un tercero para transportar comida hacen parte del recorrido profesional de este eafitense, quien también es uno de los fundadores de la iniciativa Chime, enfocada en la fabricación de dispositivos que crean música de manera autónoma y a partir de sus propios patrones.
Mostró madera desde el pregrado
Aunque se decidió por la Ingeniería Física debido a su afición y buen desempeño en las matemáticas, Juan David Ríos descubrió su vocación por la robótica en los primeros semestres. Precisamente, algunos de sus primeros dispositivos los creó mientras todavía era un estudiante.
“En esta carrera encontré elementos electrónicos, mecánicos, de control y de programación con los que empecé a incursionar en este campo”, recuerda el eafitense.
Juan David destaca un medidor de gravedad (dotado con sensores que identificaban velocidades de caída), un sistema vibratorio a partir de parlantes y un sistema de levitación magnética, como algunos de esos primeros acercamientos.
Mauricio Arroyave Franco, jefe del Departamento de Ciencias Básicas, lo recuerda como un estudiante innovador. Una cualidad que, según afirma, está convencido de que influyó para que fuera llamado a hacer parte del grupo humano de Aldebaran Robotics.
“Como ingeniero físico, Juan David tiene una visión muy integral entre la ciencia y la ingeniería. Esa formación le da mucha potencialidad para el campo de la robótica. Ahora está iniciando un viaje para convertirse en un experto mundial y realizar aportes significativos en este campo científico-tecnológico”, añade el profesor.
Por su parte, el egresado manifiesta su intención de compartir estos conocimientos y sus nuevas experiencias con los estudiantes más jóvenes de EAFIT, por lo que no descarta la posibilidad de volver a la Institución para motivarlos, ya sea como docente invitado o conferencista.