Noticias / Internacionalización

2 de agosto de 2012

Una bienvenida paisa para los foráneos

Lo que comienza como un acercamiento tímido, termina, al final de la tarde, en una mezcla de risas y de planes para los días en los que estarán en la Universidad.

​

• Un recorrido por Medellín es parte de la bienvenida que Desarrollo Estudiantil y la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) les brinda a los estudiantes de otras ciudades y países que llegan a EAFIT. ​

• Cada semestre se programa la actividad, durante la inducción, para lograr que estos alumnos se ubiquen en Medellín, y se integren con sus compañeros y con las posibilidades que brinda la Institución.

Sin titubeos los estudiantes foráneos se liberaron de medias y zapatos, y empezaron a pisar el suelo de Medellín. Ya sienten como propia la ciudad, el clima, las palabras, las frutas y el acento ‘paisa’ que los acompañará mientras adelantan sus estudios en EAFIT.

Estuvieron sin calzado en el parque de los Pies Descalzos, la primera estación del recorrido que el Departamento de Desarrollo Estudiantil y la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) de la Institución programó para ellos.

Y, aunque en el Turibús se mostraron tímidos, quedar descalzos les hizo conectarse unos con otros. Los internacionales empezaron a probar su español, a acercarse a los alumnos eafitenses, a preguntar por el Edificio Inteligente, a familiarizarse con la ciudad que eligieron para continuar con su formación y a la que describieron como un lugar agradable y amable.

“Es importante propiciar ambientes para que los estudiantes se adapten a la Universidad. El tour con los estudiantes foráneos depende del proceso de inducción y, dentro de este, se les muestra la Universidad y la ciudad, como parte de la bienvenida”, explica Gloria Betancur Jiménez, psicóloga del Departamento de Desarrollo Estudiantil, quien agrega que esta actividad sirve para que los estudiantes se ubiquen y tengan puntos de referencia.

En el recorrido participaron estudiantes de Alemania, Suiza, Australia, Francia, Bélgica, Dinamarca, Corea del Sur, Reino Unido y España. De Colombia asistieron alumnos de Barranquilla, Manizales, Putumayo, Bogotá.

Este tour, que es voluntario para los estudiantes, es una experiencia que se realiza desde 2004. Luego de una pausa, entre 2005 y 2008 se implementó de nuevo cada semestre. “Porque al estar lejos de sus ciudades, los alumnos foráneos no solo participan en lo académico, sino también de un aprendizaje cultural”, explicó Gloria.

La psicóloga tiene claro que esta actividad hace su aporte al ser el primer encuentro de estos foráneos con el entorno, la Institución y los que serán sus compañeros. Para ellos se convierte en una vivencia de aprendizaje e intercambio.

Ya son medellinenses

Silvan Schelling ya se siente un medellinense más. En la Plaza de Botero este suizo, que llegó hace cuatro semanas a la ciudad, bromeó con sus compañeros, se acercó a los curiosos que lo miraban y los saludaba efusivamente: “¿Cómo le va parce?”.

Él dice que estará en el país por dos semestres en un intercambio académico para aprender español que, dijo, desde que llegó comenzó a practicarlo. “Esta ciudad es muy amable, son queridos”, manifestó mientras lucía un sombrero que acababa de comprar.

El recorrido por la ciudad hizo una estación más: el Parque de los Deseos. Los estudiantes lo recorrieron despacio, hablaron, se fotografiaron. La timidez que los invadía al salir de la Universidad unas horas antes, ya no dejaba ningún rastro. Incluso se intercambiaban entre los dos buses que partieron de la Institución, un detalle que permitió mayor integración entre alumnos de diversas nacionalidades.

Para el francés Nicolás Pinheiro, estudiante de Ingeniería Mecánica, la ciudad tiene un encanto especial: “La gente es muy simpática, abierta a los extranjeros. Pienso que Colombia es muy buen país”.

A Sergio Gurrola Trujillo, de Manizales, esta experiencia le encantó. Ya había venido a la ciudad, pero se le apuntó al recorrido para mirar una vez más los puntos referenciales. “Medellín es encantadora”, detalló.

Y además destacó el prestigio de EAFIT en el ámbito local y nacional, y sus instalaciones que fueron las que lo llevaron a elegirla para estudiar Administración.

En el Cerro Nutibara terminó el recorrido. Ya más cercanos hicieron planes de salir a bailar, principalmente salsa. Ya con la timidez vencida, nacionales e internacionales se juntaron arriba en el Cerro y, con la ciudad a sus espaldas, posaron para una foto que se unió con el grito EAFIT.