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Estudiantes / Opinión / 25/02/2014

Dinero, poder y (progreso)

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Las opiniones publicadas en esta sección son responsabilidad de cada columnista, y no representan necesariamente el pensamiento y la visión de la Universidad EAFIT.​

​Sergio Andrés Valencia Vélez, estudiante de Comunicación Social.

​Las palabras aquí plasmadas no reflejan un pesimismo congénito acerca de mi visión del mundo, tan solo pretendo, de manera tal vez crítica, elaborar una interpretación acerca de lo que a mi juicio se ha generado a partir del matrimonio (quizá arreglado) de la economía con la política.

No es un secreto que, dentro de la lógica contemporánea, las decisiones políticas tienen un tremendo impacto en la economía, unas veces siguiendo objetivos de equilibrio y continuidad. Otras tantas, apelando al beneficio de unos cuantos poderosos.

A propósito de esto, rescato el argumento de J. Stiglitz cuando siguiere que “las reglas del juego político no solo han beneficiado directamente a los de arriba, garantizando que tengan una voz desproporcionada, sino que también han creado un proceso político que indirectamente les otorga todavía más poder”.

Con esto hay distintas consecuencias. De un lado está la corrupción causante del retraso y el letargo de las sociedades y, del otro, la mala percepción que se genera en torno al sistema político, quien víctima o victimario, produce falta de confianza y baja participación política.

Todos los males, producto de las alianzas malintencionadas que se hagan entre economía y política, tendrán un solo damnificado: la democracia y, con esta, sus ciudadanos.

La única manera de poner la economía al servicio de la política es fortaleciendo un concepto, denominado capital humano, en el que variados factores proporcionan el funcionamiento de un gobierno comprometido, cuyo vínculo solidario y desinteresado entre el mercado y la sociedad se muestra dispuesto a satisfacer las distintas necesidades.

El mismo Stiglitz dentro de sus teorías nos habla del capital social, entendido como “el pegamento que mantiene unidas a las sociedades”. De esta manera, los individuos verán en su sistema político y económico, la suficiente justicia y el respaldo que les permita obtener el progreso de cara a tiempos que ya no son tan pronosticables.

Última modificación: 04/02/2015 16:56

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