Noticias / Opinión
27 de septiembre de 2011
El privilegio de ser
uno mismo
Por
Sebastián Rico Osorio, egresado de Administración de Empresas quien comparte su opinión con los estudiantes.
Sin duda alguna, una de las cosas más difíciles para el individuo es la convivencia con los demás. Y eso no es malo, puesto que cada ser humano es único y por ende tiene su propia forma de interpretar las cosas y la vida misma.
La cuestión es que vivimos en una sociedad y, de alguna manera, nos debemos ajustar a ciertas normas para que la convivencia con la comunidad sea la apropiada. Estas normas deberían tener comportamientos éticamente correctos, como el respeto, la solidaridad, entre otros.
El problema comienza cuando estas normas se confunden con imponer creencias. Ahí comienza el error. Cualquier sujeto que pretenda imponer su forma de ver la vida, actuar o pensar a otra persona, está equivocada. Esto tampoco quiere decir entonces que no se pueda recibir o dar sugerencias, pues claro que sí. El asunto está en confundir la palabra sugerir con imponer.
No es un secreto que vivimos en una sociedad donde se trata de atribuir creencias, tradiciones, normas. Y se trata de seleccionar lo que es bueno y lo que es malo. De hecho, a los que no se ajustan a ciertas tradiciones los hacen ver como personas anormales o que están equivocadas. Eso, en mi opinión, es un error, pues lo que para una persona puede ser blanco, para otra puede ser negro y no quiere decir que ambas estén equivocadas o tengan la razón. Simplemente piensan de manera distinta.
Nada raro que muchas veces las personas actúen de cierta manera o sigan determinadas tradiciones para ser aceptados por la sociedad. Estas terminan siendo sumisas reconocidas por los demás, mas no por sí mismas. Y los que actúan así están bastante equivocados, ya que están dejando a un lado sus creencias solo para que los demás, de pronto, no hablen mal.
De otro lado, las personas que buscan su propio camino, sin importar si es una tradición o no, están haciendo lo correcto, pues no le dan importancia a comentarios de terceros, al final cada cual puede decir lo que quiera. Lo importante es que cada persona no se afecte con comentarios negativos.
Por último dejo dos frases que me parecen interesantes:
"Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque por tu conciencia eres lo que eres. Mientras que por tu reputación eres lo que otros piensan de ti. Lo que los demás piensen de ti es problema de ellos". Autor desconocido.
"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo". Friedrich Nietzsche.