Noticias / Opinión
Ser representante: una experiencia
para crecer
Por
Edgar Sebastián Romero Ochoa, estudiante de octavo semestre de Administración de Negocios. Ex representante estudiantil
La idea de ser representante me nació después de presenciar una asamblea de carrera de Administración de Negocios en 2010-1. Me sorprendió que hubiese tan pocos asistentes, siendo Administración la carrera con más estudiantes en esta Universidad.
Los representantes que lideraban la reunión iniciaron con un reporte de las acciones pactadas en la asamblea del período anterior. Luego dieron paso a las inconformidades y propuestas de algunos estudiantes presentes. De allí salí con una visión diferente de lo que era mi contribución a la Universidad hasta ese momento, y supe que, de alguna manera, debería participar más activamente.
Como estudiantes, a veces no percibimos ciertos asuntos o simplemente somos indiferentes, pensamos que todo está bien y, si algo sale mal, lo dejamos en el aire como algo pasajero, sin pensar que eso que nos molestó y con lo que no estuvimos de acuerdo, puede ocurrirle a otras personas en semestres posteriores.
Esta cadena de asuntos por mejorar como el ser atendidos oportunamente, por ejemplo, podría cambiar si contribuyéramos y nos involucráramos en gran medida con el mejoramiento continuo de muchos de los procesos institucionales.
Además de mi experiencia en la asamblea de carreras, tuve la oportunidad de conocer a Paola Ortiz Escudero, quien era representante saliente de Contaduría Pública, y candidata al Consejo Académico. Paola, se encargó de explicarme el funcionamiento del grupo estudiantil de “Repres”, me aclaró las inquietudes que tenía y me motivó para lanzarme. Luego de esto y en compañía de Lizeth Gómez Ardila, nos lanzamos como candidatos a representantes estudiantiles ante el Consejo de Escuela de Administración para el periodo 2010-2 /2011-1.
Hoy, un año después de haber sido representante estudiantil, tesorero del grupo y coordinador de la más reciente asamblea de carreras, me siento muy satisfecho de haber puesto mi granito de arena, pero sobre todo estoy agradecido con esta Institución que, además de formarme como profesional, me brindó este espacio que, sin lugar a dudas, me ayudó a crecer como persona, me brindó experiencias inolvidables y me permitió trabajar en equipo en pro de mi Escuela.