Para Diego Villanueva Mejía, investigador senior y director del área de Sistemas Naturales y Sostenibilidad de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de EAFIT, la academia siempre ha estado presente en su vida. Desde su temprana infancia, Diego ha estado fascinado por el misterio de la vida, incluso recuerda su curiosidad al tomar una hoja y tratar de entender qué contenía, un interés que eventualmente lo encaminaría hacia la ciencia.
Su trayectoria académica comenzó con su graduación en Biología de la Universidad del Tolima, un paso inicial en un viaje lleno de descubrimientos y una pasión incansable por la biología y la genética. Tras su graduación, hace 22 años, Diego se trasladó a Medellín en busca de nuevos desafíos y oportunidades, “llegué como una persona totalmente frágil, ávida de experiencias, pero con poco conocimiento. Siempre tuve muy claro que lo que quería era la biotecnología. Cuando conocí por primera vez el ADN y lo maravilloso que es estudiarlo, supe que al acceder al recurso genético podía hacer muchas cosas”.
En la Corporación para Investigaciones Biológicas, dio sus primeros pasos en el mundo de la investigación, enfrentándose a un entorno desconocido pero lleno de potencial. "Era un laboratorio muy grande, con bastantes investigadores y un montón de reactivos que no entendía, pero siempre estuve convencido de que podía aprender", reflexiona Diego sobre sus primeros días en el laboratorio, resaltando su determinación y entusiasmo por el aprendizaje, lo cual le permitió encontrar la respuesta que siempre había buscado sobre si era capaz de ser científico.
Su viaje académico continuó con una maestría en Ciencias en la Universidad Nacional de Colombia, donde profundizó aún más en el mundo de la investigación científica. En 2007, llegó a EAFIT como profesor de cátedra y, al mismo tiempo, continuó su labor como investigador. Dos años después, Juan Luis Mejía, exrector de EAFIT, lo invitó a liderar el proceso de creación del pregrado en Biología, una labor que aceptó y que combinó con el desarrollo de su doctorado en Biotecnología.
En septiembre de 2012, Diego se vinculó como profesor de planta de la Universidad y ya lleva 12 años siendo parte de esta comunidad de saberes, durante los cuales ha contribuido en diferentes procesos fundamentales para la Universidad, "ahora estoy en el área de Sistemas Naturales y Sostenibilidad, donde no solo lidero un equipo de expertos, mi función principal es velar porque hagamos investigación de primer nivel, generar alianzas con organizaciones y formar personas a nivel de pregrado, maestría y doctorado con las mejores cualidades”, destaca Diego, subrayando su compromiso con la formación de futuros científicos y la gestión de un equipo multidisciplinario.
Ciencia aplicada: más allá del laboratorio
En su trabajo, Diego se enfoca en aplicar la ciencia para encontrar soluciones prácticas a problemas reales, centrándose en el mejoramiento genético de plantas y microorganismos para abordar desafíos en áreas como la nutrición, la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. Su compromiso con la investigación aplicada se refleja en su búsqueda de soluciones transversales que impacten positivamente en la sociedad y el medio ambiente.
"Trabajamos con plantas y microorganismos buscando respuestas a problemas reales", explica Diego sobre su trabajo en el laboratorio. "Siempre busco aplicaciones transversales, aunque mi frente son las plantas, cuento con modelos experimentales como las oleaginosas, que me han abierto la puerta a trabajar con otros modelos agrícolas ", agrega, destacando su enfoque en la diversidad de aplicaciones de la biotecnología en la agricultura y la nutrición buscando respuesta a diferentes frentes ‘¿cómo hacemos que esta planta tenga una mejor calidad nutricional?’ o ‘¿cómo hacemos para que esta planta sea más tolerante a esta plaga o patógeno que produce una enfermedad?’, también ‘¿cómo hacemos para que esta planta sea más tolerante a la sequía?’.
Ciencia emprendedora
Además de su labor académica, Diego es un defensor de la ciencia emprendedora, reconociendo en la biodiversidad una gran oportunidad para la innovación y el desarrollo de soluciones sostenibles. "La biodiversidad es un soporte para la humanidad. Nosotros también somos parte de esa biodiversidad, somos naturaleza", reflexiona Diego sobre la importancia de conservar y utilizar de manera sostenible los recursos naturales.
Diego entiende que el camino hacia soluciones sostenibles y efectivas va más allá del laboratorio y requiere una colaboración estrecha entre la academia, la industria y el sector público. Su compromiso con la transferencia de tecnología y conocimiento se manifiesta en su participación activa en iniciativas que buscan llevar los resultados de la investigación científica al mercado. Reconoce que este proceso presenta desafíos únicos, desde la protección de la propiedad intelectual hasta la escalabilidad y la aceptación en el mercado.
"Ante todos los retos que tenemos y los desafíos que hay en la biotecnología molecular, podemos generar grandes desarrollos", afirma Diego, destacando el potencial de la biotecnología para abordar problemas globales. Además, señala: "No solo podemos encontrar soluciones a grandes preguntas de la industria, sino incluso crear empresas que generen impulso para los nuevos científicos". Estas palabras reflejan su compromiso con el fomento del espíritu emprendedor entre sus estudiantes y colegas, inspirándolos a convertirse en líderes en la innovación científica y tecnológica.
Hacia un futuro sostenible
Diego reconoce los desafíos inherentes al emprendimiento científico, incluida la necesidad de recursos y la capacidad limitada de hacer frente a todas las oportunidades. "La cantidad de cosas para hacer son enormes. Incluso hoy lo estoy viviendo con las empresas y desafortunadamente faltan manos para trabajar", comparte Diego, destacando los desafíos de la gestión de múltiples proyectos y la demanda de tiempo y recursos.
Sin embargo, se muestra optimista sobre el futuro, esperando poder transmitir ese espíritu a sus estudiantes, inspirándolos y motivándolos a abordar los desafíos del mundo con creatividad, dedicación y un enfoque centrado en soluciones sostenibles.
En palabras de Diego, "La clave está en compartir nuestro conocimiento y trabajar juntos hacia soluciones aplicables. Espero poder impregnar ese espíritu científico innovador y emprendedor en mis estudiantes para que sean mis colegas y socios en el futuro ".
Equilibrio vital: ciencia, familia, pasión
Diego no solo es un científico comprometido, sino también un esposo, padre y apasionado del deporte, quien encuentra un equilibrio entre sus roles personales y profesionales para enriquecer su perspectiva y fortalecer su dedicación a la ciencia y la sostenibilidad.
Consciente de la importancia del equilibrio entre la vida personal y profesional, Diego encuentra tiempo para su familia y sus pasiones fuera del laboratorio. "Encontrar un equilibrio entre mi vida personal y profesional es vital para mí", enfatiza, subrayando la importancia de mantener una vida equilibrada y saludable.