10 de septiembre de 2020 | REVISTA UNIVERSIDAD EAFIT - AMBIENTE, BIODIVERSIDAD Y RECURSOS NATURALES
El dato revelado hace meses no puede convertirse en uno más: un millón de especies animales y vegetales del mundo están en riesgo de extinción. ¡Un millón de especies –así como lo leyó– una cifra nunca vista en la historia de la humanidad!
Tal pérdida de biodiversidad, tanto en el mundo como en Colombia, se debe principalmente a un factor: la conversión en el uso del suelo. Este fenómeno ocurre
porque más de una tercera parte de la superficie terrestre del planeta y casi el 75 % de los recursos de agua dulce se dedican a la producción agrícola o ganadera.
Estos alarmantes datos
fueron revelados recientemente en el Informe de Evaluación Global de la Plataforma
Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios Ecosistémicos
(IPBES, por sus siglas en inglés)
En dicho estudio, el panel
de más de 350 investigadores de 50 países ubica al uso del suelo como la causa de mayor impacto sobre la naturaleza, seguido de la explotación directa de los
ecosistemas, el cambio climático, la contaminación y las especies
exóticas invasoras.
“Que esté en tercer
lugar el cambio climático, sobre el que hay tanto revuelo y es un
concepto que ha permeado a la sociedad, tiene todo el sentido: en gran
medida, la pérdida de cobertura vegetal en los bosques y otro tipo de
ecosistemas y elementos del paisaje está directamente relacionada con
ese cambio en los usos del suelo; entonces es una con secuencia de
ello”, enfatiza el profesor Juan Fernando Díaz Nieto, del Departamento
de Ciencias Biológicas.
En dicho estudio, el panel de más de 350 investigadores de 50 países, al citar las cinco causas que tienen mayor impacto sobre la naturaleza, ubica el cambio en el uso del suelo en primer lugar. Después sitúan a la explotación directa de los ecosistemas, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
“Que esté en tercer lugar el cambio climático, sobre el que hay tanto revuelo y es un concepto que ha permeado a la sociedad, tiene todo el sentido: en gran medida, la pérdida de cobertura vegetal en los bosques y otro tipo de ecosistemas y elementos del paisaje está directamente relacionada con ese cambio en los usos del suelo; entonces es una con secuencia de ello”, enfatiza el profesor Juan Fernando Díaz Nieto, del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT.
La sustitución de bosques y praderas por tierras para cultivar, el desvío y almacenamiento de agua dulce en represas y la pérdida de manglares y de arrecifes de coral, la sobrepesca y la deforestación, causada primordialmente por la ganadería extensiva, son algunos de los fenómenos que sobresalen en esa metamorfosis que amenaza con cambiar la faz del planeta tal y como lo hemos conocido.
Nicolás Pinel, también profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT, explica que la tala de árboles para la creación de pastizales representa una de las actividades por fuera de las políticas del Estado que son utilizadas para acaparar tierras.
Y que esa práctica lleva al deterioro de los ecosistemas locales y regionales: “La pérdida de bosques disminuye la retención de agua en el suelo, altera los patrones de lluvia y aumenta la erosión, lo que puede afectar no solo el ecosistema talado, sino los ecosistemas acuáticos o bien por pérdida de humedad, o por sedimentación de los ríos, ciénagas y costas”.
Al año siguiente se registraron los primeros tres grupos en Colciencias y ese ente cofinanció el primer proyecto de investigación al Grupo Ciencias del Mar, al tiempo que se constituyó el primer proyecto en la triada Universidad-Empresa-Estado.