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Lucy Ortega
lvortegap@eafit.edu.co
@lucyortega16
El Colombiano sacó a relucir las inconsistencias de la empresa que más apoyó la campaña de Daniel Quintero, sin embargo, no todo queda ahí, aún hay muchas incógnitas por resolver.
Hace unas cuantas semanas el diario local El Colombiano publicó una nota sobre la empresa que financió en gran parte la campaña de Daniel Quintero para ser alcalde. La manera en la que esta empresa logró acumular el capital fue fantasmal; como lo dice El Colombiano, de un momento a otro obtuvo un capital no registrado en la DIAN, e incluso dio dinero a la campaña que dejaría a la empresa en un déficit de casi 13 millones de pesos.
Ahora bien, las inconsistencias no solo aparecen en la organización, sino también en la investigación del diario. El Colombiano es un periódico que tiene una notable influencia de ciertos sectores políticos, por ello su línea editorial es bastante clara, detalle que no se hizo extrañar ni en esta, ni en la nota que sigue el tema que trata sobre el boom de las ONG y los partidos de izquierda. A mi parecer, la forma en la que fue abordada la cuestión y los comentarios que nacieron a su alrededor traen a la luz muchos problemas que se podrían reducir a una campaña en contra del nombre de Daniel Quintero.
El exconcejal, Alex Flórez; y la esposa del actual alcalde, Diana Osorio, expresaron en Twitter que están dispuestos a dar entrevistas y a aclarar las cosas; y ahí viene mi pregunta ¿si existe una disposición al diálogo y a declarar sobre lo sucedido por qué no se les da un espacio? ¿si quiera en un inicio estuvieron prestos a escuchar estas fuentes? Con esas incógnitas sin resolver me parece un asunto cuestionable, pues la manipulación en este caso se hace obvia.
Sin embargo, no estoy defendiendo a Quintero, ni más faltaba, solo considero que no se necesita una campaña de desprestigio en contra suya, el trabajo que ha hecho como alcalde habla por sí solo, y la verdad deja mucho que desear. Con respecto a la empresa fantasma, es indudable que las inconsistencias existen y si Quintero pretende presentarse como un candidato diferente a aquellos que presentan los partidos tradicionales lo está haciendo muy mal. Hay que ser sinceros, no hay diferencia alguna entre Quintero y cualquier otro político y a estas alturas del partido con las situaciones tan difíciles que se están presentando en el país no podemos permitir que otro más salga a decir que entró un elefante blanco a la casa de Nariño y no lo notó.
Si lo que Daniel Quintero y los partidos de izquierda pretenden es seguir escalando en la política colombiana lo están haciendo de la manera correcta, claro, como lo han hecho todos a los que critican; con contratos cuestionables, empresas salidas de la nada, y financiaciones ligadas a procesos ilegales. Al final en Colombia hablar de política es vivir en un constante cuento de terror.
Y como está escrito en Cien años de soledad: “La diferencia entre conservadores y liberales es que unos van a misa de cinco y otros a misa de seis”.