Esta obra es apropiada para: periodistas, literatos, cronistas, políticos, historiadores y todo aquel que en la lectura busca la reflexión y la respuesta a muchas inquietudes.
...El renacimiento, como actitud de la conciencia, como trascendencia del ser, era la furia expansiva del individuo. El hombre había llegado al apogeo de sus instintos, al meridiano de su voracidad histórica. Esa fuerza expansiva necesitaba geografía para afincarse y crecer.
Si el hombre del Renacimiento no descubre a América hubiera descubierto un nuevo planeta. Tal era su demoníaco apetito de poder. El hombre contemporáneo, o sus inmediatos descendientes, puede incluso, arribar a un sólido lugar del espacio. No podemos asegurar, eso sí, con cuánto esplendor emocional, con cuánta plenitud de su ser, lograría ese arribo...
Tomo 2
¿Desea adquirir este libro? Comuníquese con nosotros