Todos los ríos el río. Atrato
Esta iniciativa empezó a concebirse en septiembre de 2022.
Es el momento de los ríos, la posibilidad de entender a un país que es más geografía que historia y, con el viaje del agua, de navegarlo y profundizar en él: de crear y, con la creación y el conocimiento como brújula, de generar confianzas “entre orillas” … sean estas culturales, sociales, territoriales y tantas más como inventan las personas. Es el momento de abordar los territorios que “configuran las corrientes” del Atrato desde el encuentro de narrativas y representaciones posibles: desde el arte, la ilustración, la escritura, la oralidad, los sabores, las imágenes, los sonidos y la música, y la ciencia (entre otros posibles).
Por ello, desde la Universidad EAFIT y la Universidad de Medellín, en convergencia y trabajo con artistas, investigadores, músicos, escritores, cocineros (y siga la lista), proponemos un recorrido físico, y también creativo y multidisciplinar, por las aguas del Atrato que son, a su manera, un viaje por el tiempo… la posibilidad de sumergirse en los dilemas, dificultades y posibilidades de un país que ha dado la espalda a los ríos, a la naturaleza, a las culturas, a la diversidad y que ha puesto en riesgo —cuando no destruido — formas de vida y entendimiento de lo que somos y de lo que podríamos ser.
Todos los ríos el río, esta vez desde El Atrato, es una propuesta de creación multiplataforma con despliegues expositivos, editoriales, audiovisuales-fotográficos, académicos y de saberes, musicales y escénicos, para entender o al menos recorrer y contar con más profundidad al país.
Es un gran laboratorio: un viaje con tripulantes que representan y cuentan el mundo desde su oficio y su saber.
Las personas que pertenecen a la ribera del Atrato han tenido que adaptarse, permanentemente, durante siglos.
Se han adaptado a lo grande y a lo chiquito. A lo definitivo y a lo cotidiano. Al clima, al alimento que provee el río y la selva, al comercio, a la música que llega de otras tierras, a las enfermedades tropicales, a los incendios, al abandono del Estado, al mercurio en el agua, a la presencia de la serpiente y al acecho del jaguar, a las sequías y a los vendavales, al poder sanador de las plantas, al paso de los ejércitos, a vivir sin alcantarillado, a vivir con alcantarillado, a llorar la muerte de los hijos, a la nomenclatura de las calles, a cocinar con leña.
Han construido sobre todo en madera, porque es un material abundante en la zona y porque es más fresco que el cemento. Han trasladado actividades del día hacia la noche, como lavar la ropa, porque es más seguro que la electricidad llegue al final de la tarde. Han levantado las casas, las azoteas con yerbas medicinales y aromáticas, las calles y hasta los animales de granja al menos 1.6 metros sobre el suelo, porque esperan que el río inunde el pueblo con frecuencia.
Pero todo cambia ahora más rápido en el Atrato. Eso sienten los que pertenecen. Y deben adaptarse con más celeridad. Tratan de adaptarse incluso a lo que no pueden predecir.
José Ardila
Escritor
¿Qué busca la propuesta?
Generar viajes de creación desde y para el Atrato: físicos, sonoros, audiovisuales, de saberes, de arte, entre otros; para construir confianzas, acercar orillas (territoriales, culturales) y, con la creación como brújula, enriquecer comprensiones y conversaciones alrededor de ese territorio.
Algunos objetivos que buscan cumplirse con el proyecto:
- Generar renovadas representaciones, desde los lenguajes de la cultura, para y desde el territorio
- Hacer visibles expresiones, saberes, miradas, dificultades y oportunidades de este territorio
- Provocar una mirada empática, sensible e informadas desde y para el Atrato y renovar las conexiones y confianzas entre actores culturales y sociales de Antioquia y Chocó
- Generar una agenda pública sobre y desde este río (que es más que el cauce que recorre el agua) declarado sujeto pleno de derechos en nuestro país (Sentencia T622-2016) y poseedor de una de las mayores riquezas biodiversas y culturales de Colombia.