Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Noticias / Opinión

 
 

 

 

15 de marzo de 2012

Desmontar el
uribismo es
cosa “verraca”

Por: Sebastián Díaz López, estudiante sexto semestre de Comunicación Social.

A Viviane Morales, la primera mujer en ser fiscal general de Colombia, no la hizo renunciar Ferleyn Espinosa, el estudiante de Derecho que demandó la elección de la señora fiscal y que hoy la gran mayoría no ve con buenos ojos. Él hizo lo que un futuro abogado debería hacer: aplicar sus conocimientos a las decisiones de los poderes de un Estado.

Aún no se sabe bien el papel que jugó el Consejo de Estado en cuanto al fallo que “tumbó” a la fiscal. Si influyó su relación con el cuestionado Carlos Alonso Lucio, quizás nunca lo sabremos; o si influyeron fuerzas de la extrema derecha uribista, quizás tampoco lo sabremos.

Pero el Consejo de Estado, la máxima autoridad de la jurisdicción contencioso administrativa, sabía desde hace mucho tiempo cómo había sido la elección de la fiscal, valiéndose de lo que publicó Semana.com, donde decía: “La Corte Suprema no se apegó a su reglamento cuando la eligió como fiscal general porque se necesitaba un mínimo de 16 votos de los magistrados y la eligieron solo con 14”. Así, desmontó la elección, de lo que es para muchos, uno de los puestos más importantes del país.

La salida de Viviane Morales se convierte en un precedente importante en la historia política de Colombia. Curiosamente (porque todo en la política de este país es así) cuando un fiscal daba la talla, investigaba a grandes gamonales cuestionados del uribismo, cuando había enviado a la cárcel a pesos pesados del anterior gobierno, es cuando lo cuestionan.

Y de qué manera. El Consejo de Estado tuvo un año archivada la demanda de la elección de la fiscal; y justo, en este momento, la adelantó. Ese es uno de los sin sabores que deja este nuevo show que nos regala el poder Judicial.

Sin embargo, por más buena fiscal que haya sido Viviane Morales, no debería estar en la terna, pues la imagen de su cuestionado esposo la inhabilita para  estar al frente de este puesto. En eso estoy de acuerdo con María Jimena Duzán, una de las periodistas que pegaron el grito en el cielo cuando se enteraron de la relación de la fiscal con Lucio, un hombre cuestionado por su acercamiento con la guerrilla y los paramilitares.

Pero lo que no entiendo es que diga que la fiscal subió en un pedestal a su esposo. No. Viviane Morales se mostró como lo debía hacer un funcionario que cumplió con su deber, que hizo bien su trabajo. Los que subieron en un pedestal a Carlos Alonso Lucio fueron los medios. Una clara muestra es la portada del pasado domingo de la revista Semana.

La salida de la fiscal deja muchos interrogantes. Cada día aparecen más y más cosas, una de estas es la relación que tiene el decano de Derecho de la  Universidad Panamericana, donde cursa décimo semestre de Derecho Ferleyn Espinosa con José Obdulio Gaviria, exasesor del expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez.

El decano de Derecho de esa universidad es el abogado de José Obdulio. Ahí lo curioso. La fiscal les aguó la fiesta a muchos miembros del anterior gobierno: Andrés Felipe Arias, Bernardo Moreno, María del Pilar Hurtado y Luis Carlos Restrepo, que son un claro ejemplo. Pero las cosas pasan en este país de manera irónica y curiosa.

El martes cayó la fiscal y al día siguiente la Procuraduría General de la Nación inhabilitó a Alonso Salazar por participar en elecciones a la Alcaldía de Medellín cuando él era un funcionario público. Efectivamente, participó. Nos advirtió a los paisas de la ilegalidad en la que estaban (o está) el acomodado de Luis Pérez.

Pero como Colombia siempre ha estado bajo la batuta de leguleyos, el procurador destituyó a Alonso Salazar. Y las denuncias que hizo en su momento el exalcalde de Medellín pasarán a la historia olvidada de este país. A Alonso lo destituyen y al “señor oscuro” ni lo han investigado. El procurador es un avivato inalcanzable. Como buen zorro se quiere hacer reelegir con todos los vicios que trae una reelección.

Y como todo es irónico en la política colombiana, miren: Ordóñez decidió hacer pública su reelección, a los dos días archivó la investigación que adelantaba contra Juan Manuel Corzo por parapolítica. Corzo es el actual presidente de la corporación que puede reelegirlo. Curioso, ¿no?

Pero volviendo al tema de Viviane Morales. El presidente Santos tiene la tarea de proponer una terna que garantice independencia entre el Ejecutivo y el Judicial, y unos aspirantes que den la talla de la señora Morales. La cosa está cada vez peor.

En el momento en el que termino de escribir esta columna me entero que renunció el vicefiscal. Peor aún más. Eso quiere decir que los procesos que adelantaba la Fiscalía en contra de pesos pesados del uribismo estarán guardados por varias semanas. Y al o a la fiscal que llegue le tocará una tarea grande, porque desmontar el uribismo es cosa verraca.

Twitter de Sebastián: @sebastiandiazlo