Noticias / Opinión
16 de febrero de 2012
La movilidad se ha convertido en
INCultura EAFIT
Por Amalia Restrepo Díaz, estudiante de Música y representante estudiantil.
Desde hace unos días los repres EAFIT hemos estado publicando fotos y reflexiones en nuestras redes sociales. Uno de los temas que más se ha destacado es “Cultura EAFIT”.
Y ¿qué es Cultura EAFIT? Es nuestro proyecto de convivencia para sensibilizar a todos los estudiantes, profesores y empleados sobre el buen uso de los espacios como cafeterías, biblioteca y parqueaderos, un clásico tema que todos los semestres y que día a día deja salir expresiones tan conocidas como “Profe, llegué tarde porque había mucha fila”, “Ah! Es que no cabemos!”, “Yo estacioné ahí porque no había donde más y tenía que llegar al parcial”… y muchas frases similares que rondan aulas y corredores.
Pero ante tanta queja, reclamo e incultura de todos, ¿qué podemos hacer para mejorar a corto plazo el problema de la movilidad en la Universidad?, ¿alguna vez nos hemos detenido a pensar cómo podemos alfabetizar y actuar ante esta problemática que es constante?
Al conversar con algunos estudiantes sobre este tema que causa escozor, he encontrado reflexiones que demuestran que al menos unos pocos han tomado conciencia sobre esta problemática y se han unido a combatirla, motivados, a veces, por un miedo terrible a salir publicados en Facebook y Nexos con alguna infracción porque la primera expresión que dejan salir a flote es “¡Uy! Qué pena que mis placas salgan publicadas cual fotomultas”.
Otros hablan del espacio y del buen uso que debemos darle, pues la conclusión no es hacer otro parqueadero, ni repintar las celdas, sino respetarlas. Además les parece muy gracioso ver los comerciales stickers de la campaña Inteligencia Vial visibles en algunos carros que luego se encuentran estacionados en las cebras, parqueaderos con prioridad para discapacitados y en las afueras de la Universidad por horas enteras, incluso todo el día.
Pero la incultura continúa ingresando al campus, personificada en vehículos y estudiantes. Hace unos días me quedé observando a una estudiante que descaradamente llegó al parqueadero sur y, a pesar de que había celdas disponibles, estacionó su Ford gris en el lugar destinado a las personas con movilidad reducida. Se bajó muy tranquila, me quedé mirándola, le tomé fotos para nuestro “Hall de la Fama” y no se inmutó.
¿Será este un comportamiento que seguirá rondando nuestro campus para convertirse en parte de la Cultura EAFIT y la correcta convivencia? Casos como estos se viven a diario y solo escuchamos decir: “Es que no había más espacio”. Y la repetida expresión “Es que voy tarde para clase”.
Otro caso que generó terror y desespero fue ver como las autoridades de Tránsito y Transporte se apoderaron de la situación al ver una extensa fila de carros estacionados en las afueras de la Universidad por la avenida Regional. Grúas y comparendos fueron los protagonistas esa mañana del jueves 2 de febrero. Y, por supuesto, la angustia que generó en los estudiantes que salieron por su carro y no lo encontraron allí sino dichosamente parqueado en un patio o montado en una grúa.
Me pregunto, ¿será que esa es la forma en la que vamos a tomar conciencia ante el problema de la movilidad?, ¿se necesitan terapias de choque y eventos de este tipo para aprender?
Pero las cosas no terminan ahí. Es costumbre para algunos pitar desesperadamente en las extensas filas del parqueadero mientras esperan para entrar, nada se logra con pitos y gritos. ¿Esta actitud es Cultura EAFIT?
El respeto comienza en casa; en esta, nuestra segunda casa. Si cada día que venimos en carro, parqueamos cuidadosamente en el lugar que corresponde, damos prioridad a aquellos que la necesitan, respetamos la medida de Pico y Placa, y dejamos atrás el desespero por ser los primeros en entrar, nuestro proyecto de convivencia comenzará a dar resultado.
¡Todos podemos hacer parte de la Cultura EAFIT!