Los árboles brillan, reverdecidos aquí en mi alma
La metamorfosis de los días
Desde los suelos tu cuerpo aún tiembla
Tinieblas que ahogan la voluntad
Estancados en lo que fue, en lo que hubiese sido, en tu impermanencia
Tumultos de esperanzas en las redes para pesca
Se antoja tu alegría, tus ganas de devorarte y lamerte el mundo
Recuerdos chiquiticos de pequeñitos ojos, de luces en lo alto
Del choque espontáneo de tu ausencia austera,
de tus palabras sin sentido o de tu cuerpo casi muerto
¿sobre el mío?
Pedazos de ilusiones que lleva cancerbero
Me dicen que me quede, tendida, a oscuras, en vos y sin vos
Y se apaga en el día la sombra del olvido
Y regresan los recuerdos más fuertes que el alba
Y se muere la noche y se acaba la peste y descansa el alma.