Por: Mariana Arango Trujillo @mariangot_
Ilustración: Sofía Osuna @cuerpobaldio
Foto: Cortesía LosPetitFellas @lospetitfellas
“El mundo no está hecho de átomos, está hecho de historias”. Eduardo Galeano
LosPetitFellas, más conocidos entre miles de jóvenes como Los Fellas, se articularon bajo la premisa de imaginar el mundo fuera del individuo para construir en colectividad. Así, su proceso de composición es un ejercicio de escucha y una apuesta a fusionar los distintos intereses musicales de los cinco integrantes de la banda. Nicolás Fella, su vocalista, comenta que tal vez hay cosas más interesantes cuando uno saca la cabeza por la ventana y comienza a hablar con el vecino. De esta manera, y gracias a la mezcla de opiniones, es que no se consideran una banda de música alternativa, sino un colectivo de arte en el cual todas las representaciones están permitidas: desde un poema, hasta una fotografía. Por esto, se vinculan a lo audiovisual, invitan a autores (como Galeano) a que reciten y piensan la música desde el arte y no la música desde sí misma.
Nicolás, por ejemplo, se cuestiona por qué la industria musical se esfuerza tanto por encasillar una melodía a un género establecido y anota: “Qué hermoso sería si uno pudiera pensar las canciones como géneros de literatura, de cine o de pintura”. Hay cosas que, sencillamente, no se deberían clasificar, solo sentir. Al mismo tiempo, el vocalista menciona que si fueran un género de arte serían la tragicomedia, porque están peleados con la poesía y que, finalmente, “hay noches en las que somos comedia y en otras, thrillers. Lo cierto es que los sábados a las once de la noche no escuchamos las mismas canciones que los domingos en la mañana”.
La frase de Eduardo Galeano inicia la pieza Antes de morir, que se ha convertido en uno de los himnos de LosPetitFellas. La melodía es parte del álbum Historias mínimas, lanzado hace casi una década, y los cincuenta minutos que lo componen están colmados de preguntas y declaraciones cotidianas que se configuran a partir de jazz, funk, rock y rap. A pesar de que la canción pueda tener una connotación de angustia sobre la muerte, en realidad “son cuatro minutos que anuncian esperanza. Hablan sobre fe. Sobre vida. Sobre las ganas de vivir”. Son, como lo dice el cantante, soliloquios en voz alta. El colectivo no aborda la muerte desde la tragedia, sino desde la conciencia y el deseo por la vida, para así alejar el temor, propiciar la pregunta y acercar a la reflexión.
En últimas, Antes de morir es solo uno de muchos collages musicales realizados por estos soñadores, quienes ilustran sobre qué está compuesto el mundo en realidad, pues ¿qué seríamos sin las historias?, ¿qué se contaría de nosotros después de la muerte sin ellas? Todos somos un libro de historias mínimas, y no tan mínimas, de lo que se es y se hace antes de morir. Y ellos, Los Fellas, tienen cientos de tomos de El Quijote de música por contar.