Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Ediciones Skip Navigation Linksun-eclipse-doble Un eclipse doble

EAFITNexosEdicionesUn eclipse doble

Un eclipse doble

Santiago González

Una fría noche de 1818, en el salón de una cabaña de uno de los lagos de Ginebra, nació uno de los monstruos más icónicos de toda la literatura: el monstruo de Frankenstein. Este, junto a su progenitora, son dos de las figuras del terror universal más importantes de la historia, cuya influencia logró transcender las letras e inquietar a las generaciones futuras con el retorcido deseo de crear vida.  

Sin embargo, el reconocimiento actual de la autora opaca a un hombre que en su momento fungió como inspiración, amante y marido. Destacado poeta y filósofo que estaba a favor de la búsqueda de la libertad, alguien que supo ver más allá de los prejuicios de su tiempo y entender que el género no era impedimento para poder crear obras que trascendieran mucho más allá de su época.

Una de las parejas más reconocibles y paradigmáticas de la literatura. Ambos han sido luz y eclipse para el otro a lo largo de la historia, el trágico poeta Percy Shelley y la Madre del horror moderno, Mary Godwin. 

Se conocieron en la biblioteca de William Godwin, padre de Mary y amigo de Percy. Mary desde muy joven había demostrado grandes dotes para la escritura, sin embargo, su padre como tantos otros de la época, no lo veía como un oficio adecuado para una jovencita. Esta negativa hizo que cuando Percy le ofreciera huir de Londres, de la familia de ella y del desdichado matrimonio de él, no pusiera objeción alguna. 

Huyeron de la capital inglesa en compañía de la hermanastra de Mary y recorrieron Europa los tres juntos. Los relatos que contaban de sus experiencias en ese tiempo son descritos como capítulos de una novela romántica, amando, escribiendo, leyendo y conociendo a los que hoy en día son recordados como grandes genios de la literatura, llegando incluso a pasar un verano en una mansión en los Alpes suizos junto con Bram Stoker. Sin embargo, el calor del verano había sido reemplazado por el crudo frio del invierno debido a una explosión volcánica que había ocurrido cerca, dejando a los Alpes bañados en ceniza, como un augurio de lo que le esperaba a la inocente pareja.

Tras aquel verano Percy Escribió Himno a la Belleza Intelectual, un poema de tintes reformistas y con toda su ideología liberal, un texto que era una verdadera declaración de libertad, nostalgia, ingenio y devoción hacia la caprichosa musa de la inspiración que solo algunos logran cautivar. Sin embargo, aquellos allegados a Percy reconocieron algo más, un sentimiento puro que no alababa a una diosa cruel, si no que declaraba amor eterno, puro y libre a Mary, la mujer con quien iba a pasar los pocos años de vida que le quedaban.

Pese a que en su momento la obra fue catalogada como escandalosa e impropia, después del fallecimiento de su autor, la crítica reconoció en ella las palabras de un verdadero genio, lastimosamente el cruel paso del tiempo se encargó de sepultar ese legado bajo las cenizas del olvido gracias a la mujer a quien se lo dedicó en primer lugar.

El regreso de la pareja a Londres, estuvo marcado por la desgracia, empezando con el fallecimiento del primer hijo, el suicidio de la primera esposa de Percy y el abandono del padre de Mary, con quien nunca volvieron a tener contacto. Y envueltos en este aire macabro, los amantes no encontraron mejor momento para confesar sus votos y unirse en matrimonio.

La pareja, agobiada por los problemas económicos, decidió huir de nuevo y asentarse en el norte de Italia donde tuvieron su segundo hijo, William. Allí lograron establecerse gracias a una herencia que recibió Percy con la cual pudieron vivir del sueño de las letras por un tiempo. 

Llegado el verano de 1818, Lord Byron Invitó a la pareja a pasar la temporada en una Cabaña de Ginebra junto a él y a la hermanastra de Mary con quien Byron llevaba una relación amorosa. El clima  significaba lluvias constantes, lo cual hacia que las dos parejas pasaran mucho tiempo encerrados junto a la fogata, para matar el tiempo decidieron empezar un juego: cada uno debía narrar una historia de terror que espantara a los demás. Lord Byron, Percy y la hermanastra de Mary apenas lograban causar unos escalofríos con sus relatos, sin embargo en una de esas noches al calor de la fogata, a Mary se le ocurrió una perturbadora idea, combinó su deseo de traer a su hijo de regreso a la vida con las maravillas que decían en las noticias que podía hacer la recién manipulada electricidad, así que a los presentes narró la historia de un hombre obsesionado, que estaba dispuesto a retar a la naturaleza y a Dios mismo para hacer lo impensable, crear vida a partir de la muerte. Había nacido el Moderno Prometeo. 

Cuando fue publicada la novela se hizo de manera anónima con el fin de que tal obra maestra no fuera rechazada por haber sido escrita por una mujer, sin embargo, tuvo un preámbulo de Percy, por lo que los críticos y los medios lo catalogaban como el autor del libro. No fue hasta años después de que falleciera la autora que se supo la verdad y su nombre fue reconocido por sus méritos. 

El fin de la pareja ocurrió cuatro años después de la publicación del libro. Percy subió a su barco en compañía de algunos amigos y se fueron a navegar por las cercanías de Italia, el viaje no debía durar más de unas cuantas semanas, pero cuando se convirtieron en meses Mary se comenzó a preocupar, en especial por el recuerdo de cómo había abandonado a su primera esposa, sin embargo todas las sospechas que sobre él se aclararon cuando fue encontrado muerto. Las olas lo arrastraron entre algunas partes del barco hasta la playa.  

Esa fue la muerte de una de las parejas más influyentes en la literatura universal, la madre dolida que buscó la forma de oponerse a Dios al crear vida desde la muerte y el poeta rebelde que decidió ignorar a la musa buscada por todo artista y buscó la felicidad en conjunto del amor de su vida.

Hoy en día gracias a las revelaciones del gran talento de Mary se puede ver el merecido reconocimiento que le fue negado en su época, sin embargo semejante legado opaca a quien fue el nombre que posaba como autor en sus obras, han sido amor y muerte, sol y eclipse el uno para el otro, Percy y Mary Shelley.