Se va uno de los lugares más icónicos de EAFIT; un espacio que por casi seis décadas acompañó a diversas generaciones de estudiantes, profesores y empleados; un sitio que transpiró vida, en el que se vivieron noviazgos y amistades, y que era la antesala de clases y de exámenes. La actual estructura de Junín, el tradicional pasillo del campus de la Universidad que se construyó a comienzos de la década del 60 del siglo pasado, luego de que se adquiriera el terreno en el que hoy se asienta la Institución, deberá ser demolida por asuntos de carácter técnico, por lo que era necesario tributarle una despedida.
Esta ocurrió el viernes 13 de diciembre, en un acto que contó con la presencia de Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT; así como de egresados, empleados, jubilados, profesores y exdirectivos. Con música, la narración de algunas anécdotas, muchos abrazos y decenas de recuerdos, los eafitenses agradecieron por las tantas vivencias que ocurrieron en este lugar que quedará por siempre en la retina de quienes han vivido parte de los mejores años de su vida en este campus.
“De la misma forma que la carrera Junín —del centro de Medellín— fue un lugar de encuentro, tertulia y amores, el de EAFIT cumplió esta misma función. Todos nos hacíamos alrededor para mirar quién pasaba”, recordó Julio Acosta Arango, exvicerrector de EAFIT y quien hizo parte de la primera promoción del pregrado en Administración de Negocios de la Institución. También, el rector Juan Luis Mejía hizo referencia a la historia de la vía céntrica de la ciudad para asociarla con el pasillo eafitense.
Durante el acto se recordó que la actual estructura le dará paso a una más moderna, con más altura y acorde con la transformación de la Universidad, que en 2020 celebrará 60 años de vida institucional con la entrega del nuevo Edificio de Ciencias, que se erige en la parte sur del campus. De esta forma, EAFIT despidió este sitio en el que, como diría la canción de Las simples cosas, de Mercedes Sosa, muchos amaron la vida, y en su historia quedarán por siempre conversaciones y secretos de tantas décadas. El verbo “juniniar”, propio de los medellinenses, no desaparecerá de la Universidad, pero seguro sí se vivirá de otra manera.
El pasillo Junín en la década de 1960.