Primero Asia, luego Europa y, de manera reciente, algunos países de Latinoamérica, entre estos Colombia. La apertura social y económica se da de manera paulatina en el mundo y, en ese escenario, la inteligencia racional de las personas, y el seguimiento y cumplimiento de las diferentes medidas de bioseguridad, serán fundamentales para mitigar la pandemia, evitar rebrotes y salvar vidas.
Esa fue una de las conclusiones a las que se llegó en la conversación ¡Cuidémonos!, la preservación de la salud y la vida está en nuestras manos, que se realizó el martes 8 de septiembre con la participación de representantes académicos y administrativos de ocho universidades de la ciudad.
Carlos Palacio Acosta, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia; Ricardo Posada Saldarriaga, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CES; Juan Manuel Toro Escobar, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad EIA; Marco Antonio González Agudelo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pontificia Bolivariana; Olga Patricia Mora, coordinadora de Programas de Promoción de la Salud y Prevención de la enfermedad de la Universidad Nacional-sede Medellín; Ana María Patiño, enfermera de Bienestar Universitario de la Corporación Universitaria Lasallista; Viviana Giraldo Yepes, jefa del Grupo Salud de la Universidad de Medellín; y Diana Carolina Gómez restrepo, jefa del Departamento de Servicio Médico y Seguridad y Salud en el Trabajo de EAFIT, fueron los panelistas en este encuentro virtual.
Allí se habló sobre la situación actual del panorama global, nacional, regional e institucional, así como sobre los retos en temas de salud mental y las buenas prácticas que se implementan en cada una de las universidad participantes.
“En el caso de Colombia esta apertura se da en un momento en el que el pico no ha descendido completamente. Ahora entramos en una etapa de aislamiento selectivo donde este proceso será responsabilidad de cada individuo para poder responder colectivamente”, mencionó el decano de Medicina de la Universidad de Antioquia, quien además agregó que, tras la reciente apertura, la tasa de velocidad de la pandemia, que se había controlado en un 0.98, ahora está en un 1.1.
“Creo que con la medida 4x3 que tuvimos recientemente (con cuatro días de apertura y tres de cierre) se logró un control de la curva en temas de ocupación de camas UCI y mortalidad, pero hay que recordar que los efectos de esta apertura solo los vamos a ver en 15 días, y aún nos falta mucho para alcanzar el 60 o 70 por ciento de inmunidad poblacional, pues estamos en menos del 10 por ciento. Esto es un llamado a seguir atentos y alertas”, señaló el directivo de la U. de A.
Y a esta afirmación se sumó Marco Antonio González Agudelo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pontificia Bolivariana, y quien hizo un llamado hacia la vigilancia permanente. “Estamos en un momento de descenso de la curva en Colombia, los indicadores son buenos en regiones como Antioquia, el centro del país y la Costa Atlántica; hemos bajado el índice de hospitalización por debajo del 50 por ciento, pero esta apertura tiene que ser inteligente y realizando una socialización constante de actividades sencillas que eviten la propagación del virus”, expresó el académico.
Por su parte, Ricardo Posada Saldarriaga, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CES, enfatizó en que “el decreto acabó el confinamiento, pero no la infección por covid-19 ni la pandemia”, por lo que hizo un llamado a no relajar el cuidado y a ser conscientes de que, del comportamiento individual dependerá la vida de otras personas y la detección temprana de los diferentes factores de riesgo.
Esta opinión la compartió también Viviana Giraldo Yepes, jefa del Grupo Salud de la Universidad de Medellín, y quien enfatizó en que la apertura es más que todo para la recuperación de la economía, “pero nosotros debemos seguir con todas las medidas: tapabocas todo el tiempo, distanciamiento social, lavado frecuente de manos y seguir los protocolos del sitio en el que nos encontremos, incluidas nuestras universidades”
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Acciones y estrategias que impacten positivamente la “curva” de la salud mental
Para Juan Manuel Toro Escobar, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad EIA, la pandemia por covid-19 tiene varias curvas. Una primera es la del virus en sí; la segunda será la de las personas con otras patologías que no pudieron ser atendidas para darle prioridad a los pacientes con covid; una tercera con las enfermedades crónicas; y, finalmente, una última curva será sobre las secuelas de enfermedades mentales.
Y en este último punto todos los participantes del panel coincidieron en la necesidad de enfocar, sobre todo en las instituciones de educación superior, planes y estrategias para mitigar su impacto. Como lo expresó Ricardo Posada, decano de la Universidad CES y quien agregó que “en el momento más del 40 por ciento del personal de salud sufre grados importantes de depresión. Además, también nos tendremos que enfrentar a temas como el miedo a la muerte, el duelo, las enfermedades mentales derivadas de las consecuencias económicas, las alteraciones en las dinámicas familiares, y el aumento de los feminicidios, de la violencia intrafamiliar y del maltrato infantil, además de los estigmas de las personas que ya tuvieron la enfermedad”.
Lo que se espera de las universidades, entonces, es la implementación de sistemas de atención y contención de estos y otros elementos, enfocados no solo a estudiantes, sino a todo el cuerpo docente y administrativo. Es el caso de iniciativas como el programa Alcemos la mano, de EAFIT, que le apunta a estrategias de acompañamiento integral.
“Tenemos nuestro equipo de psicólogos para brindar acampamiento, pero también otra serie de opciones para cultivar el cuerpo y el espíritu, y que apuntan precisamente a la salud mental”, explicó Diana Carolina Gómez, jefa del Servicio Médico de EAFIT.
Junto a ella, Olga Patricia Mora, coordinadora de los Programas de Promoción de la Salud y Prevención de la enfermedad de la Universidad Nacional-sede Medellín, destacó el acompañamiento permanente a todos los integrantes de su comunidad desde los componentes psicológico, de bienestar, de servicio médico y de deportes. Y, por su parte, Ana María Patiño, enfermera de Bienestar Universitario de la Corporación Universitaria Lasallista, compartió cómo los talleres virtuales de arte y deporte también se han convertido en un apoyo durante la época de confinamiento y estos primeros días de la nueva normalidad.
Hacia el final del encuentro los conferencistas concluyeron, aunque la perspectiva de un rebrote es muy probable, el comportamiento de los ciudadanos será decisivo para evitar que una siguiente curva sea más trágica.
¿Cómo viven las universidades la nueva normalidad?
Universidad EAFIT
Con un proyecto piloto para el regreso de clases y laboratorios con alto contenido práctico, que inició hace dos semanas, la Universidad EAFIT comienza a vivir una primera fase del retorno gradual y seguro a la nueva normalidad. El campus también se encuentra dotado con todos los elementos necesarios para garantizar la desinfección y se realiza un monitoreo constante del personal que se encuentra en modalidad remota a través del Reporte Rutinario de Salud.
Universidad Nacional – Sede Medellín
En este momento la Universidad Nacional–Sede Medellín solo tiene abierto uno de sus laboratorios (desde el que se procesan las pruebas de covid-19 para el Instituto Nacional de Salud). Sin embargo, la Institución ya tiene listos sus protocolos para recibir a los estudiantes a partir de 2021. Así mismo, se realiza un monitoreo constante de la comunidad universitaria a través de la aplicación ContigoUN.
Universidad de Antioquia
En la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, suscrita a los protocolos de la Asociación de Facultades de Medicina, los espacios ya fueron intervenidos para responder a las especificidades que pide este organismo. Acompañamiento permanente, monitoreo y el apoyo de una aplicación móvil han permitido que esta experiencia sea positiva. Por ahora se han mantenido las prácticas de internos y residentes, garantizado todas las condiciones de bioseguridad.
Corporación Universitaria Lasallista
En esta institución ya se encuentra operando completamente la clínica veterinaria. Así mismo, desde el laboratorio para el procesamiento de pruebas de covid-19, se le ha hecho este examen a todo el personal que se encuentra laborando de manera presencial. Las actividades de retorno se encuentran acompañadas de estrategias de educación en el uso responsable de elementos como el tapabocas, el gel desinfectando y las demás medidas de prevención.
Universidad Pontificia Bolivariana
Ya se realiza el proyecto de piloto, tanto en su sede del barrio Belén, como en la de Robledo. Se adecuaron los espacios, se modificaron las estructuras y se ubicó la señalización necesaria para guiar a las personas en su retorno. Para cada ingreso las personas deben llenar una encuesta de monitoreo y, en la actualidad, 40 por ciento de los estudiantes en prácticas hospitalarias y 50 por ciento de los laboratorios ya hacen parte de la nueva normalidad.
Universidad de Medellín
Con la medida Campus saludable está institución vela por el bienestar de toda su comunidad cuyos integrantes deben, además, llenar una encuesta en línea de manera periódica. Todo esto antes de ingresar a las instalaciones donde ya se encuentran ubicadas las torres medidoras de aforo y temperatura, y los demás elementos para garantizar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.
Universidad CES
Gracias al programa CESmecuida se ha creado un semáforo para identificar a las personas que, eventualmente, regresarán al campus de esta institución. De acuerdo con este, el color verde es para las personas con menos de 60 años y sin enfermedades de base; el amarrillo para las personas que tienen alguna otra patología y deben permanecer en confinamiento, y el rojo para los mayores de 60 y personas que han estado en contacto con el virus o con personas que se encuentren en aislamiento. Por ahora continúa la priorización de lo virtual para los componentes teóricos y de lo presencial para temas como las prácticas hospitalarias.
Universidad EIA
Desde el 31 de agosto comenzó un proyecto piloto en esta institución. Inicialmente algunos estudiantes manifestaron su intención de regresar a través de una encuesta, pero, en la realidad, el número de los que se presentaron a la presencialidad fue mucho menor de lo esperado, en gran parte por las decisiones que se tomaron en las familias de los estudiantes. Las medidas de bioseguridad adoptadas por la Universidad han ido motivando a otros alumnos a sumarse al piloto.
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Alejandro Gómez Valencia
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