Los ingenieros civiles, a medida que avanza el mundo, buscan desarrollar cada vez mejores métodos y herramientas que les permitan vencer los retos que impone la naturaleza a la hora de construir obras con menores recursos, más velocidad y mayor eficiencia.
El acelerado desarrollo de la tecnología en la denominada era de la información con herramientas como el análisis de datos masivos o big data, por ejemplo, y otros avances aplicados en áreas de vanguardia como la inteligencia artificial y las ciencias computacionales, prometen transformar algunos aspectos tanto de la formación en las próximas generaciones de ingenieros civiles como en su práctica profesional.
"Veo en la parte computacional, inteligencia artificial, big data y los algoritmos un potencial de desarrollo de la carrera en cuanto a lo que tiene que ver con procesos de optimización. Básicamente, si se calcula un edificio solamente se tiene tiempo para una solución. Ante los desarrollos tecnológicos hay posibilidad de analizar el mismo edificio con todas sus variables posibles. Esto terminaría en procesos de optimización muy relevantes en el desarrollo de cualquier diseño, bien sea de carreteras o de comportamiento geotécnicos", explica Juan Carlos Botero Palacio, doctor en estructuras y profesor del Departamento de Ingeniería Civil de EAFIT.
Para dar este salto, los académicos de la Universidad consideran que es fundamental formar ingenieros civiles con capacidades cada vez más transdisciplinares y que se adapten a los conocimientos que surgen de las nuevas tecnologías. En medio de la actual convergencia, destacan que las instituciones que se dedican a formar deben tener capacidades que permitan el intercambio de conocimientos entre los distintos campos de la ingeniería, particularmente, aquellas relacionados a las áreas informáticas y computacionales.
Hoy en día uno de los mayores impactos de las nuevas tecnologías en la ingeniería civil es en el proceso constructivo. Así lo considera Ricardo Taborda Ríos, decano de la Escuela de Ingeniería EAFIT, al decir que “cada vez se incluyen más elementos prefabricados en la construcción, es más industrializado y, por ende, el manejo de los datos, el rastreo de los elementos constructivos apoyado en herramientas analíticas, está transformando rápidamente el medio".
Estas herramientas pueden ser muy útiles para proyectos a gran escala como la planeación de las ciudades, por ejemplo, reduciendo los tiempos de construcción de una obra o prediciendo los posibles impactos en el futuro con el crecimiento de las poblaciones. La construcción de vías e infraestructuras de transporte para la conectividad como túneles, puentes o puertos son algunos de los desafíos para el desarrollo económico del país, algo que está en manos de las capacidades de los ingenieros civiles.
"Si las obras están mejor planeadas y mejor ejecutadas los tiempos se reducen y el impacto en el medio ambiente es menor. Los procesos en la construcción, generalmente, tienen efectos ambientales asociados a estos y poder reducir eso para un mejor control de los procesos, ayudados en tecnologías, tiene un efecto cascada en muchas otras cosas", sostiene el decano Ricardo.
El avance de las herramientas aplicadas a los procesos constructivos, como la modelación y las simulaciones por medio del lenguaje computacional, permite hacer adelantos en distintos campos de la ciencia adaptando las nuevas perspectivas tecnológicas. Incluso, ya comienza a hablarse de conceptos como construcción 4.0 con la transformación de los modelos de negocio a través de la digitalización.
"Definitivamente un ingeniero civil debe ser muy competente en técnicas de simulación de procesos, ya que hay una fuerte tendencia a hacer una ingeniería basada en simulaciones. Esto implica a la vez unas necesidades fuertes en pensamiento computacional, y creo que la Universidad ya se está caminando en esa dirección", dice Juan David Gómez Cataño, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de EAFIT.
Justamente, en la actualidad el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad renueva sus programas de formación para profundizar en algunas de estas áreas y preparar mejor a sus estudiantes de cara al futuro de la carrera. En ese sentido, el profesor Juan Carlos Botero señala que a pesar de que la ingeniería civil es una profesión muy antigua, cada vez se va actualizando a medida que aparecen nuevas tecnologías. “Todo eso se tiene que ir actualizando porque no podemos quedar estáticos a lo que era el desarrollo de los métodos de hace 100 años", agrega.
Con relación a esa idea, el ingeniero Juan David Gómez complementa que "el desarrollo tecnológico está permitiendo vencer algunos retos presentados por la naturaleza que hace algunos años eran impensados. Por ejemplo, cada vez se está más cerca de producir sistemas estructurales completamente resistentes a un sismo y a costos viables para la sociedad".
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Alejandro Gómez Valencia
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