En medio del confinamiento y con conferencias virtuales cada semana, el equipo multidisciplinar del Programa Kratos EAFIT Postobón continúa la puesta a punto del automóvil electrosolar, uno de los proyectos bandera de esta iniciativa de innovación educativa basada en el aprendizaje por retos, que este año está a la expectativa de su participación en Ilumen European Solar Challenge 2020, en Bélgica.
Tras el desempeño alcanzado por la primera versión del vehículo en el año 2018 durante la competencia internacional realizada en un viejo circuito de Fórmula Uno de la ciudad de Zolder (Bélgica), siendo esta una de la carrera de resistencia para carros electrosolares más prestigiosa de Europa, el equipo universitario mantiene en la mira este certamen pensado en realizarse el próximo 18 y 20 de septiembre.
Los líderes de este programa académico de la Universidad, apoyado por Postobón, manifiestan que durante los meses que han transcurrido de distancimiento, la educación remota y teletrabajo se han convertido en la mejor forma de mantener la cohesión del equipo en su propósito de construir un carro impulsado por energías limpias que mejore las condiciones técnicas y logísticas de su antecesor.
"El proyecto, actualmente, está básicamente con el mismo nivel de trabajo y el mismo objetivo, lo único que ha cambiado ha sido la metodología. Si bien estamos esperando qué pasa con la competencia, el fin del programa es el aprendizaje mediante retos, y el reto sigue siendo construir el vehículo solar. A eso se sumó construirlo en este contexto de pandemia y lo que significa desde el trabajo a distancia", manifiesta Carlos Andrés Urrego Villegas, magíster en Ingeniería y director técnico del vehículo Kratos II.
A pesar del covid-19 y las limitaciones para reunirse de manera presencial, como habitualmente lo hacen en los talleres y las aulas de la Universidad, la escudería eafitense se ha mantenido activa en el campus virtual. Según manifiestan sus integrantes, se trabaja a un buen ritmo a la espera del anuncio oficial de los organizadores de la competición mundial.
"El objetivo del equipo es aprender más allá de si podemos participar en esta competencia, es poder adquirir la mayor cantidad de aprendizajes y conocimientos en el proceso de diseño y construcción del vehículo", menciona Valeria Estrada Pérez, estudiante de Ingeniería Mecánica y líder del subsistema encargado de la estructura del carro electrosolar.
“Kratos me ha enseñado mucho y he puesto en práctica en estos momentos muchas cosas que no había podido desarrollar. El mensaje es que a pesar de que haya o no competencia, nunca se deja de aprender. Es impresionante la adaptabilidad que hemos tenido como equipo”, complementa Marianna Sigaloti, estudiante de Comunicación Social y líder de este componente en el proyecto.
Durante la cuarentena, los estudiantes y docentes de EAFIT que participan de este reto educativo y científico que promueve el trabajo colaborativo, la innovación y el emprendimiento, se han dedicado a consolidar los diseños, cuadrar presupuesto y sacar los planos de manufactura para la construcción de los distintos componentes del automóvil, una fase que espera realizarse al momento de regresar a los talleres de la Universidad.
"Cuando comencé la carrera tenía muy claro que quería hacer algo adicional y obtener un valor agregado, a parte del pregrado. Empecé a buscar grupos de investigación y proyectos donde pudiera aplicar lo que iba aprendiendo. Además, siempre me han gustado los carros, es un tema que me apasiona mucho", recuerda Valeria Estrada, que a sus 23 años está a puertas de graduarse del pregrado en EAFIT.
Aunque la adaptación al trabajo remoto ha sido un desafío para muchos de los procesos dentro del programa, la temporada para Kratos EAFIT Postobón se ha desarrollado gracias al compromiso de sus integrantes que han superado los obstáculos que impone la contingencia. Los ocho subsistemas que componen el equipo -tres de ellos enfocados a la parte técnica: carrocería, estructura y electrónica- así como los encargados de manejar áreas como comunicaciones, logística, mercadeo, presupuesto y desarrollo del talento han mantenido el compromiso con sus labores.
"En la cuarentena el reto ha sido desde el punto de vista de presupuesto para mejorar toda la gestión. Y desde los subsistemas técnicos son objetivos muy puntuales enfocados al aprendizaje de nuevas técnicas, metodologías y materiales para hacer reducción de peso, optimización del sistema electrónico, de suspensión y mejorar la maniobrabilidad del vehículo", comenta Simón Echeverri Gómez, director de mercadeo del programa.
Los proyectos en cuarentena
Además de la construcción del vehículo electrosolar Kratos II, en que actualmente se vinculan 55 estudiantes pertenecientes a las distintas pregrados de EAFIT, otros proyectos de innovación educativa hacen parte de esta alianza que se consolida como una oportunidad para explorar el aprendizaje por retos. El Vehículo de Tracción Humana (VTH) y el vehículo de Movilidad Ecológica Incluyente (MEI), entre otras iniciativas, también continúan con sus procesos.
"El tema de vivir la experiencia de cómo funciona una empresa o una escudería. Eso es uno de los puntos más fuertes del programa Kratos, porque no solamente están trabajando en los subsistemas técnicos los ingenieros, sino personas de otras disciplinas que pueden empezar a trabajar juntas. La multidisciplinariedad y el trabajo en equipo comienza a agregar valor a cada una de sus profesiones", señala Simón Echeverri.
Como parte de los proyectos pendientes ante la cuarentena, está el rediseño del prototipo de Movilidad Ecológica Incluyente (MEI), el cual es un reto promovido por Postobón para apoyar la labor de las personas dedicas al reciclaje. La innovación es el Vehículo de Reciclaje Kratos (VRK), un medio de transporte de tracción humana, asistido eléctricamente, que permite hacer más eficiente la recolección de material reutilizable para potenciar la economía circular en el país. Este proyecto de carácter social busca solucionar la problemática de la contaminación en Medellín, facilitando el trabajo de los recicladores en la ciudad.
"Uno de los mayores aprendizajes que tenido ha sido la oportunidad de poner en práctica todo el conocimiento que se adquiere en el pregrado y en las aulas de clase. Porque en el momento que se está viendo un tablero lleno de números, a veces se vuelve complicado hacer el empalme de eso con la vida real", menciona Valeria Estrada, una de las responsables del diseño y la construcción del vehículo Kratos II, entre otros componentes.
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Alejandro Gómez Valencia
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