Una cirugía a corazón abierto. Un movimiento mal hecho y el paciente sería dado de baja. Ese día se gestaba una de las operaciones esenciales para lo que hoy es uno de los hitos en la vida de la empresa Metro. Ingenieros y técnicos se disponían a hacer los cortes precisos y estudiados durante meses en la unidad de tren seleccionada para ser la primera repontencializada del sistema.
Corrían los primeros meses del año 2016 y ahí estaba el equipo de EAFIT que, gracias a una alianza con el Metro y Minciencias, había investigado cómo extender la vida de los vagones de la primera generación de la empresa de transporte, que comenzó operación comercial el 30 de noviembre de 1995.
Leonel Castañeda Heredia, doctor en ingeniería mecánica, profesor de la Universidad y líder del equipo eafitense, recuerda hoy, cuando el Metro celebra la modernización del último de los 42 trenes de esa flota, que antes de llegar a esa primera “cirugía” habían estudiado y realizado pruebas para el rediseño de la carrocería por parte del grupo de profesores y estudiantes de posgrado. “En específico lo que hicimos fue rediseñar la viga pivote de la caja de pasajeros, como se denomina técnicamente. Sin el rediseño estructural no se podría avanzar en la modernización de los vehículos de pasajeros, porque ese es el componente principal del tren”, dice.
Luego de tener la documentación tecnológica de rediseño, y antes de esa primera cirugía, se fabricó el prototipo ferroviario en Suiza y se adelantó la prueba de fatiga en Colombia bajo la supervisión de un laboratorio acreditado en Europa. Después se instaló en la unidad 3, elegida para ser la primera restaurada. Lograr que los diseños ingenieriles ferroviarios realizados por una universidad latinoamericana fueran aprobados, y que se adelantaran los procesos de manufactura en Suiza, fue otro hito, expresa el profesor Leonel, teniendo presente que los países de esta región son consumidores y no generadores de tecnología ferroviaria.
La operación fue un éxito y el punto de partida de la etapa de modernización de cada uno de los vehículos de pasajeros, un proceso que culminó hace poco y el Metro celebró el pasado 11 de diciembre no solo como un logro para la empresa, también para toda la región, tal como lo manifiesta Mauricio Soto Garcés, jefe de Investigación, Desarrollo e Innovación de esa empresa, quien comenta que al involucrar a la industria para materializar este logro se generan capacidades que permiten pensar en planes a largo plazo en la reindustrialización ferroviaria regional. “Con EAFIT tenemos una relación que ha permitido garantizar la continuidad en la prestación del servicio de la empresa, además de generar grandes oportunidades de buenos negocios para ambos. Esta es una relación gana - gana muy virtuosa”, complementa el funcionario, quien hace alusión a otros proyectos realizados en alianza.
Ricardo Taborda Ríos, decano de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la Institución, menciona que, así como con los vagones, la U también ha participado en los procesos de renovación de viaductos y vías ferroviarias haciendo, por ejemplo, uso de tecnología de escaneo del subsuelo.
Otra de las alianzas, en la que también ha intervenido el profesor Leonel por el conocimiento de modelado de vehículos ferroviarios y en la que está incluido Minciencias, es la implementación de un filtro especial para el aire, creado a partir de un trabajo de investigación con nanofibras desarrollado bajo el liderazgo de la profesora eafitense Mónica Lucía Álvarez Lainez.
En esa relación, que ya cumple cerca de dos décadas, también se cuentan aportes como La Pilona Escuela, ubicada a un costado de la estación La Aurora del metrocable para formar técnicos en el mantenimiento y el montaje de los metrocables, y las patentes de invención en tecnología ferroviaria concedidas a ambas instituciones tanto en Colombia como en el extranjero.