Temidas e incomprendidas, conocidas comúnmente como tarántulas, la comunidad de arañas migalomorfas es un grupo de seres vivos poco explorado. En una expedición a la costa del Pacífico colombiano, investigadores de EAFIT descubrieron y estudiaron cuatro nuevas especies pertenecientes a las familias Halonoproctidae y Theraphosidae: Ummidia solana, Melloina pacifica, Euthycaelus cunampia y Neischnocolus mecana.
Este hallazgo es de gran relevancia, ya que es la primera vez que se encuentran ejemplares de estos grupos en la región de Chocó, lo que amplía el rango de distribución geográfica de las Migalomorfas y proporciona un mejor entendimiento del estado de conservación del ecosistema en cuestión.
Pero ¿cómo se llega a descubrir nuevas especies de tarántulas? Todo comienza con la curiosidad y la pasión, dos cualidades compartidas por Mariana Echeverri Díez y Sebastián Gómez Torres, ambos biólogos eafitenses, quienes decidieron dedicar su tesis de pregrado a la elaboración de un inventario de tarántulas con el acompañamiento de Carlos Perafán y la asesoría de Nicolás Pinel, profesores e investigadores de la Universidad.
“Después de revisar la literatura, nos dimos cuenta de que la región del Pacífico colombiano estaba abandonada en cuanto a estudios sobre este grupo. La mayoría de las investigaciones se enfocaba en la región de los Andes, pero a pesar de ser un hotspot de biodiversidad, Chocó tiene un vacío gigante en cuanto a conocimiento en esta área. Antes habíamos hecho contacto con el Jardín Botánico del Pacífico, entonces vimos la oportunidad de ir allá”, cuenta Mariana.
Pasada esta etapa, los investigadores realizaron varias salidas de campo a Chocó, conscientes de la alta probabilidad de encontrar nuevas especies. Al regresar, comenzaron un riguroso proceso que implicaba ilustrar, diagnosticar, documentar y escribir con gran detalle sus observaciones.
“Es necesario fotografiar muchas estructuras y órganos que tienen estas tarántulas, que por lo general son supremamente pequeños, pero brindan información muy importante para poder diferenciar entre especies. También fue clave escribir todas esas características morfológicas y discutir aspectos de su taxonomía”, dice Sebastián.
Al comparar las estructuras, especialmente los órganos reproductivos de estas tarántulas, se podía observar que eran diferentes a los previamente documentados, como se detalla en el artículo publicado por los investigadores en la revista científica Zookeys. Según el profesor Nicolás Pinel, la identificación de nuevas especies se realizó a través de la descripción de la anatomía de las arañas, siguiendo los criterios establecidos en la ciencia.
“Lo más especial de estas cuatro especies es que son nuevos registros para la región del pacífico. Dos de los géneros ya estaban reportados en la cordillera oriental (Amazonas), pero no en Chocó, entonces la particularidad está en que se amplía la distribución de esos linajes. Las tarántulas son especies con poca movilidad, lo que nos puede llevar a pensar que en algún momento Chocó y Amazonas estaban conectados por un corredor muy fácil de transitar entre los dos ecosistemas”, afirma Nicolás.
Los investigadores consideran que este descubrimiento es vital para los campos de bioprospección y biotecnología, ya que representa un potencial de nuevos recursos biológicos con aplicaciones en diversos campos. Este es un primer paso para conocer la riqueza natural del país y aprovecharla mediante investigaciones más especializadas.
La historia detrás de los nombres
Para dar nombre a las cuatro especies de tarántulas, los investigadores se inspiraron en diferentes fuentes. En el caso de Ummidia solana, quisieron hacer referencia al municipio de Bahía Solano, donde se realizó el hallazgo, además, “solana” también significa “viento por donde sale el sol”.
Melloina pacifica está inspirado en la región del pacífico. Por su parte, Euthycaelus cunampia es un gesto de agradecimiento hacia don José y don Antonio Cunampia, de la comunidad indígena Emberá. Estos dos hombres pasaron de ser cazadores para convertirse en guías del Jardín Botánico del Pacífico.
Finalmente, Neischnocolus mecana establece una conexión con el corregimiento de Mecana, ubicado en el municipio de Bahía Solano, lugar en el que está ubicado el Jardín Botánico del Pacífico, institución que apoyó el estudio y promueve la investigación para la protección de la biodiversidad en este espacio.
Mayores informes
Alejandro Gómez Valencia
Área de Contenidos – Departamento de Comunicación EAFIT
+57 604 2619500, ext. 9931
jgomez97@eafit.edu.co