El enfoque de cultura ciudadana, permite
entonces ser el camino para la construcción de
una ciudadanía cultural, una ciudadanía
compuesta por sujetos que, desde sus prácticas
cotidianas, reconoce el valor de cada persona, el
significado de las cosas que las rodean, y las
consecuencias morales, culturales o jurídicas de
los actos realizados individualmente.