Este trabajo tiene como centro la política. La mala ventura del término “economías criminales” o “crime economics” es que oculta el papel crucial que el poder político juega en su configuración y permanencia. Debemos insistir en que la criminalización real o la legalización formal siempre se originan en decisiones políticas. También en que los vasos comunicantes entre poder político y crimen son variados e intrincados, y que tienen mayor profundidad que la que se les atribuye.