Una década protagonizada por obras y pregrados
Tras 20 años de funcionamiento, la consolidación de diferentes pregrados y posgrados, la formación de profesionales integrales, y la construcción de infraestructura acorde con el crecimiento de la Institución, la Universidad EAFIT entró al decenio de 1980 con un gran logro: la distinción Cruz de Plata de la Orden de Boyacá, otorgada por la Presidencia de la República.
Así, el principio de lo que fue su tercera etapa estuvo marcado por distinciones, grandes proyectos e iniciativas académicas. Todo con una nueva administración, hasta el momento, la más larga de la historia.
El ingeniero Guillermo Sanín Arango asumió la Rectoría de la Institución, en la que fortaleció durante los 12 años que estuvo el enfoque humanista de los diferentes programas académicos y su proyección internacional.
En esta época el protagonismo se lo llevaron nuevos pregrados como Ingeniería Civil, Ingeniería Mecánica y Geología. El primero auguró una década exitosa, el segundo facilitó la llegada de nuevos equipos y material bibliográfico, y el tercero atendió la necesidad de formar profesionales que abordaran temas relacionados con desastres naturales, estudios de los litorales y recursos naturales y minerales.
Pero el fortalecimiento de la infraestructura no se quedó atrás. Un auditorio fue entregado a la comunidad universitaria y poco a poco fue dotado gracias a donaciones del sector privado. Este recibió el nombre de Fundadores, ya que homenajea a los líderes industriales que se imaginaron y luego realizaron la EAFIT de hoy.
Además, se creó el Centro de Laboratorios para integrar la coordinación de los laboratorios ya existentes y los pensados a futuro. Nació el espacio de EAFIT en Bogotá, y comenzó a gestarse el Instituto de Capacitación e Investigación del Plástico y el Caucho.
Por otro lado, la Universidad le apostó a realizar el primer ejercicio de Autoevaluación Institucional, que se continúa implementando con el fin de mejorar los procesos. Así mismo, gracias al Simposio Internacional de Ingeniería de Producción, donde participaron conferencistas internacionales y asistieron profesionales interesados en estas temáticas, se dio un paso agigantado en el entonces proceso de internacionalización.