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Combate, Pesadez

​COMBATE

Valeria Echavarría Arroyave
Instagram: valeriarea

A todo aquel que camina conmigo

Lo sórdido invade por estos valles,
antorchas se elevan y el fuego emana espíritus de aquellos que ya no están.

Soñé, días atrás, que a quienes quiero son embestidos por furiosas gentes.

Entre los míos hemos jurado, entrañablemente, 
morar en las luchas de los unos y los otros
defendernos del temor, servir de palmada en la espalada
morir y renacer si es necesario.
Hemos prometido incendiar las estructuras si llegase la ausencia de lo infaltable
hacernos hermanos para encontrarnos,
salvaguardarnos cuando llegue la fatiga y la desesperanza.

Pactamos hacer camino nuevo ante todo lo que oprime.

En el sueño los tomo en mis brazos y grito para que sigan con vida
ruego al resto que canten con digna rabia. 
Al principio nadie contesta 
y el cuerpo de mi amigo empieza a desvanecerse.

A lo lejos, por fin responden
se vuelve canto, se torna colectivo;
Nos protegen de la miseria.
Mi amigo que acoge a muchos otros caídos 
se aviva con cada mano que aplaude,
no cae, se eleva y se vuelve consigna.

Aquel que ha muerto se edifica como estandarte y horizonte.

Mis amigos siguen vivos, pero los amigos de otros ya están muertos 
esos muertos hacen parte del latido de la tierra.
Al unísono aún cantan.  

PESADEZ

“No me asusta la amenaza, patrones de la miseria, la estrella de la esperanza continuará siendo nuestra” Víctor Jara

Los hombres cubiertos de sangre llegan a la carretera,
sus odios galopan y pisan fuerte dejando esquirlas con peso de metal.
Miles de rostros vociferan la partida
nos sacuden y nos dejan moretones perpetuos.
A pesar de que hondeemos banderas blancas, ellos violentamente
nos embaten con sus represalias.

Esos hombres, imagino que poco lloran, que poco aman;
Pero, no son ellos en su naturaleza.
Les han puesto armaduras, les han enclaustrado el corazón
ya pesa su andar, tienen la boca seca, los ojos unilaterales
el pecho anquilosado, las manos exprimidas.
Ya no son hombres, encarnan al Leviatán.

¿Existirá el día que se les caiga el velo
y disparen a la cabeza del artífice de los gritos?