Pregunta: Isabel Montoya y María Andrea, 8 años
Responde: Carolina Escobar, estudiante de comunicación social
Asesor: Adolfo León Maya, magíster en Ciencias Políticas
Los seres humanos somos sociales por naturaleza y por eso tenemos la necesidad de convivir con otras personas que tienen gustos e intereses similares a los nuestros. Los países son la expresión colectiva de esa dimensión del hombre y se van construyendo a medida que las personas tejen su vida social.Pero, ¿cuál es la diferencia entre país, nación y estado?Todo comienza con una comunidad de origen, es decir, una población que está asentada en un territorio específico. A esto se le llama país. Al vivir juntas, estas personas comienzan a compartir costumbres y formas de habitar el territorio porque tienen unas circunstancias espaciales, climatológicas y geográficas comunes. En ese momento se forma la comunidad de sentimiento, el elemento cultural de ese vivir juntos, que se convierte en una nación. Cuando esa población ha tejido una historia y una memoria colectiva, y se reconocen como iguales porque comparten una lengua y unos hábitos, se forma una comunidad de consentimiento. Allí, las personas pasan a tomar decisiones y a establecer unas normas para vivir en comunidad. En este momento surge el estado. El estado es una forma de organizarnos para vivir juntos, de establecer un orden y de estructurar la manera como las personas, que viven en un territorio, quieren ser gobernadas. De acuerdo a sus intereses y percepciones, se crean sistemas de gobierno como las democracias, repúblicas y monarquías. Al construir el estado, también se delimitan poco a poco las fronteras, que establecen qué extensión tiene un país, quiénes lo habitan y hasta dónde llegan las normas definidas por los gobernantes. La formación de países es un proceso histórico que sus habitantes van construyendo. En cada uno de ellos hay una identidad, unas costumbres y formas de vivir compartidas. Por eso, cuando hablamos de la existencia de muchos países nos referimos a diferencias sociales, políticas, económicas y culturales. Pero estas diferencias no se dan solo entre un país y otro; en muchos países encontramos grupos étnicos que tienen sus propias costumbres, creencias religiosas e incluso el uso de otra lengua, a pesar de ser gobernados por el mismo Estado. Por ejemplo en Colombia existen comunidades indígenas que habitan dentro del país, pero que no se identifican con muchas de nuestras costumbres y que tienen creencias y formas de pensar diferentes, pero es finalmente esa diversidad cultural la que enriquece la historia de un país.