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Llegó la hora de atreverse a pensar

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Opiniones de algunos estudiantes de EAFIT sobre las frases de Atreverse a Pensar.

• El proyecto Atreverse a Pensar convocará a los eafitenses a detenerse y reflexionar sobre su papel frente a temas como la ética, la integridad y la cultura ciudadana. ​

• La propuesta tiene tres fases que irán del 18 de julio hasta el 3 de diciembre, y en las que se desarrollarán diversas actividades para la discusión y la reflexión.

Algunas frases, que llaman la atención, se ven por estos días en diferentes puntos del campus y también en algunos medios institucionales: “La corrupción es inherente al ser humano” y “El vivo vive del bobo”.

Y si se hiciera un repaso de lo que muchas veces ocurre en las aulas de clase, estas expresiones podrían cobrar vida.

Así lo expresa Santiago Sosa Noreña, estudiante de Negocios Internacionales y Ciencias Políticas. “Cuando uno ve que algún compañero está copiando en los exámenes, siempre busca quién lo incluya en un trabajo o simplemente está ganando la materia sin méritos, lo que uno se debe preguntar es ‘¿este es el colega que quiero tener en el futuro?, ¿esta persona es la que va a salir a representar a la Universidad?’”.

Para él, esta mentalidad de querer todo fácil es la que no permite construir sociedad, la que perjudica a todos pues, en sus mismas palabras, “a quien le va a gustar que otro ponga en entredicho la calidad académica de la Universidad de la que egresó”.

Estas y otras situaciones más graves, como los casos de corrupción de funcionarios públicos, y que por estos días son develados en los medios de comunicación, reflejan no solo una realidad nacional, sino mundial.

Es, por esta razón, que la Universidad pone en marcha Atreverse a Pensar, un proyecto que busca generar un espacio de reflexión sobre estos asuntos que afectan, tanto el desarrollo de las naciones, como la realización personal y profesional de un individuo.

Y es que la Institución cree que estas conductas que hoy indignan a más de uno, tienen una importante relación con las malas prácticas en las que algunas personas incurren desde que están en un proceso formativo. 

Así lo explica Nathalia Franco Pérez, jefa del Departamento de Comunicación y Cultura y directora del proyecto, quien agrega que EAFIT se muestra preocupada por estos hechos tan reiterativos en el escenario político nacional e internacional.

“La Universidad quiere pronunciarse al respecto. Como mínimo va a generar un debate y va a abrir el espacio para la reflexión porque, además, vemos que la incidencia y el aumento en el fraude académico en las instituciones de educación superior en Colombia y el mundo pueden estar relacionados con esos actos de corrupción. Creemos que como educadores de profesionales y formadores de ciudadanos debemos preguntarnos qué está pasando” apunta.

Una corriente de reflexión

Santiago Sosa Noreña, que es uno de los gestores de la iniciativa, comenta: “Se pretende crear una corriente de reflexión ética para que la gente vea de manera crítica la realidad, esa que muestra cómo se salta la norma para lograr fines personales. Por eso, se va a propiciar la discusión sobre el tema entre los mismos estudiantes y con los profesores en las clases”.

Estos espacios de debate son los que dan vida a este proyecto que pretende reunir a estudiantes de pregrado y posgrado, docentes y empleados administrativos, y directivos.

Para esto, se han diseñado tres fases iniciales: El culto a la viveza, Ética y academia, y Cultura ciudadana, que irán hasta el 3 de diciembre y que incluyen la realización de cine-foros, conversatorios, conferencias, análisis de casos, sketch, entre otras actividades.

“A la gente hay que decirle: si usted incurre en cosas como por ejemplo copiar un examen, irrespetar las filas o engañar a otros, por más pequeñas que parezcan, usted está siendo coherente con la actitud de esos políticos de los que se asombra”, aduce Santiago. 

Una propuesta con urgencia

Esta iniciativa nació de una preocupación inicial de algunos representantes estudiantiles y del Rector frente a asuntos académicos como copia, plagio y falta de una buena metodología de citación de fuentes en los trabajos de clase.

A partir de ahí, en noviembre de 2010, líderes estudiantiles, directivos, docentes y empleados administrativos se reunieron para construir una propuesta más sólida.

“Es muy positivo que nos hayan involucrado en el proceso de construcción del proyecto, de entrada muestra que tan abierta está la Universidad para recibir propuestas de los mismos estudiantes”, opina Santiago. 

Este grupo gestor decidió abordar el fraude académico de forma más amplia, partiendo de la premisa de que este es una manifestación de un problema sociocultural, y de un sistema de valores y creencias que no obedece solo a una conducta específica.

“Comenzamos a preguntarnos cómo estamos educando a los alumnos desde lo ético, qué papel asume la Universidad para que no haya solo una transferencia de conocimientos técnicos, sino también una formación para acabar con esta cultura de la trampa”, dice Nathalia.

En ese sentido, se planteó ir más allá de las acciones de una campaña comunicacional y abordar este asunto bajo la concepción de un proyecto, una propuesta participativa y con urgencia, como su mismo slogan lo dice.

Este año será para crear conciencia; para hablar del tema; para atreverse a pensar sobre la ética, sobre la corrupción, sobre la deshonestidad, sobre el culto a la viveza, sobre el fraude, sobre la responsabilidad y sobre el papel que cada uno asume frente a estos asuntos.

“Es detenerse y pensar si estamos haciendo las cosas bien y hasta qué punto cada decisión que se toma en el día a día contribuye o no a que la sociedad sea ética, transparente e íntegra”, concluye Nathalia.​​​​​