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Universidad de las niñas / Diario de viaje julio-agosto 2015
diapason
Diapasón, frecuencia y sonoridad
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Hay que resignificar el arte dentro de la escuela: María Acaso
Diapasón, frecuencia y sonoridad
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Universidad de las niñas / Diario de viaje julio-agosto 2015
Diapasón, frecuencia y sonoridad
Diapasón, frecuencia y sonoridad
Hace más de 300 años, los instrumentos musicales se afinaban diferente; el compositor lo hacía a su preferencia. La música tiene estándares internacionales de sonoridad, que convierten a las obras en piezas universales gracias a un diapasón.
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El diapasón es un dispositivo metálico, con un mango pequeño y dos puntas que, al golpearse, emiten vibraciones que se amplifican con el apoyo de una caja de resonancia, produciendo sonidos precisos que sirven como pauta de afinación. Su invención se le atribuye al músico británico John Shore, en 1711.
Gran parte de los instrumentos de percusión y cuerda tienen sonoridades estandarizadas gracias al diapasón. Estas varían según el objeto de golpe, la caja de resonancia y el sistema de notación o lectura. Al fenómeno físico que se produce cuando funcionan estos elementos en conjunto, se le denomina efecto doppler: al ser golpeado el diapasón, se generan movimientos ondulatorios que el tímpano humano es capaz de percibir de manera diferente según la proximidad con la fuente de sonido; así, a mayor distancia, mayor gravedad en los tonos.
Desde la creación de este dispositivo, su frecuencia ha sido objeto de estudio para investigadores de la música, que han explorado diferentes estándares de afinación hasta definir el patrón actual: 440Hz – 442Hz de la nota LA.
Marco Alunno, profesor de Composición y Teoría del Departamento de Música de la Universidad EAFIT, menciona que sin este tipo de acuerdos, “la música en la actualidad sería a preferencia de cada compositor e intérprete”.
Diversos usos
Los diapasones clásicos son hechos de aluminio y acero, y tienen forma de U, similar a la de un tenedor.
El diapasón de los instrumentos de cuerda frotada (por ejemplo, el violín) o pulsada (como la guitarra), también llamado mástil, tiene una base de madera con resaltos y clavijas (similares a las llaves) metálicas, que los intérpretes ajustan con el apoyo de un afinador electrónico, también llamado diapasón. A esta variedad de denominaciones, el profesor Alunno las define como “el relativismo actual del diapasón”.
Además del ámbito musical, este instrumento hace parte del sistema de funcionamiento de los relojes antiguos de pared y los de pulso.
En la Universidad EAFIT, los estudiantes e investigadores del Departamento de Música estudian las frecuencias del diapasón para la creación e interpretación de diferentes composiciones, algunas con cambios evidentes en el tiempo, transformación de los materiales y ajustes en los sistemas de notación.
Con las transformaciones de este invento, se han propuesto usos alternativos para resolver problemas científicos: desde la aplicación de diferentes frecuencias en la medicina tradicional para el diagnóstico de problemas de sordera, neumonía, pie diabético y fracturas; hasta la expansión de métodos de la medicina china, para estimular algunas terminaciones nerviosas del oído que tienen efecto en los diferentes sistemas del cuerpo humano.
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