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Hay que resignificar el arte dentro de la escuela

​​​​María Acaso es investigadora y docente especializada en el área de Educación Artística.

Esta maestra española está convencida de que el sistema educativo actual, basado en un modelo tradicional, necesita renovarse, por lo que propone una revolución en la manera en que las instituciones enseñan y los estudiantes aprenden. 

Como ella lo llama, se trata de una “rEDUvolution”, revolución en la educación, desde cinco prácticas o “minirevoluciones”, que permitan el cambio de paradigma en la escuela: aceptar que lo que enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden, cambiar las dinámicas de poder, reconocer la importancia del cuerpo en el aula, pasar del simulacro a la experiencia y cambiar el sistema de evaluación, para pensar en un modelo donde el eje sea el aprendizaje y no las mediciones y comparaciones del desempeño.

En esta entrevista, María habla sobre la presencia del arte en las nuevas prácticas educativas, y del rol central que desempeñan los maestros en este proceso, en el que también participan los directores de las instituciones educativas, los estudiantes y sus familias.  

1. ¿Cuál es el lugar del arte en esas “minirevoluciones” para lograr el cambio de paradigma que necesita el sistema educativo actual?

Fundamentalmente tiene dos lugares. Por un lado, en el contenido; normalmente las asignaturas relacionadas con el arte no importan en las escuelas. Yo creo que esta forma de conocimiento hay que resignificarla, ponerla en una posición importante, porque vivimos en un mundo visual, y la educación artística no solo tiene que ver con el arte sino con toda la cultura de las imágenes y su participación en la escuela.

Por otro lado, es muy importante utilizar el arte como una metodología de trabajo. En el taller de Pedagogía Sexy (dirigido por María en el Congreso de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología para América Latina y el Caribe, realizado en Medellín, Colombia, en mayo de 2015) utilizamos el arte, el performance, la instalación y el video. Este incluye muchas cosas interesantes en la educación, como son los procesos de lo inesperado, la sorpresa y el placer.

Creo que estas son las dos vías: por un lado, incorporar el arte como un contenido vinculado con el conocimiento al mismo nivel que las otras asignaturas y, por otro lado, como una metodología para trabajar los elementos que la pedagogía tradicional de alguna manera ha perdido.​

2. Usted afirma que existe una brecha metodológica que plantea el reto de pensar no sólo en los contenidos sino también en cómo debe ser el proceso para que suceda el aprendizaje. ¿Cree  entonces que el arte es una vía para acortar tal brecha?

Exactamente. Más que el arte, son las estrategias artísticas, vinculadas al pensamiento divergente y a la creatividad, que tienen que ver con el aprendizaje inesperado. 

El arte es un vehículo maravilloso para ejecutar el cambio del paradigma, porque incorpora todos esos elementos que ha perdido de alguna manera la pedagogía tradicional, desde mi punto de vista demasiado obsesionada por el cientifismo, lo académico y lo numérico; lo que nos ha hecho perder lo artístico, que tiene que ver con el cuerpo, la piel, el humor y con todas esas estrategias que la ciencia no tiene. Aunque la separación entre estas dos formas de conocimiento es artificial; por supuesto, la ciencia tiene elementos del arte, pero se han opacado para demostrar que es seria, que tiene un método y no es empírica. 

3. Parte de su trabajo se centra en entender el arte como una forma más de adquirir conocimiento. ¿A qué se refiere con esto? 

Cualquier narración visual, sea catalogada como arte porque está en un museo, un anuncio publicitario o una serie de televisión; transmiten un significado que afecta al público que la está viendo y le hace comportarse de cierta forma. 

Por ejemplo, “La Sirenita” de Disney, es una película en la cual la protagonista tiene que perder la voz para casarse con el príncipe. Lo anterior presenta un conflicto muy vinculado con lo femenino que es la renuncia; la buena esposa es la que sacrifica alguna parte de su cuerpo o tiempo, para dárselo a su familia, y esto es lo que se considera como bueno. De tal manera, la sirenita lanza un significado y un conocimiento relacionado con el imaginario de lo que somos las mujeres del siglo XXI. Este afecta a los niños y a las niñas, porque piensan que la renuncia debe que formar parte del ideario personal.  Esta película no es un asunto banal, ni es cosmética, sino un saber político muy importante que transforma a la sociedad. 

El conocimiento no es solo es científico o académico;  también está el cotidiano. En un mundo hiperreal en el que vivimos, el saber proyectado por las imágenes es definitivamente el más importante de todos, por eso es tan relevante la alfabetización visual crítica y la introducción de procesos de construcción de las imágenes en las escuelas, para que los niños puedan defenderse de esos conocimientos impuestos desde fuera, y sean capaces de crear los suyos. 

4. ¿Cuál es la posición del maestro dentro de estas “microrevoluciones” que usted propone? ¿Qué debe hacer el maestro para este cambio?

El maestro debe entenderse como un arquitecto de la experiencia pedagógica; él es el responsable de crear el escenario, diseñar el espacio del aula de una forma diferente, incentivar los índices de participación del alumnado y seleccionar temáticas vinculadas con las biografías de los estudiantes o propiciar que ellos elijan sus propios contenidos. Además, debe ser capaz de aceptar que lo que él va a enseñar no va a ser lo que sus estudiantes van a aprender. 

Al crear la arquitectura experiencial basada en los 5 puntos que yo trabajo, lo que realmente hace el profesor es invisibilizarse para dar el mayor protagonismo a los estudiantes. Aquí es donde veremos que el conocimiento aflorará. Si el maestro sigue manteniéndose en el centro del proceso, no invita a la participación, copa el tiempo con su discurso y continúa utilizando el examen, lo que va a conseguir es que el aprendizaje no suceda, únicamente habrá una certificación.​​

5. ¿Qué hace falta para aplicar el modelo educativo que usted propone?

Es urgente cambiar la formación del profesorado de arriba a abajo. Primero, quienes quieren dedicarse al magisterio tienen que entender el rol tan político y de transformación social que tiene la educación.

Luego, es necesario cambiar todos los estudios del magisterio. Hay que borrar el currículo oficial demasiado instrumentalista basado en asignaturas que ya no tienen sentido, e incorporar cosas que relacionadas con los afectos, el impulso de la creatividad, la renovación metodológica y las TIC’s (Tecnologías de la Información y la Comunicación). 

Además, hay que aceptar la idea que el maestro tiene que continuar con su educación en innovación constantemente; es decir, tú no puedes creer que desde el primer día que llegues a la escuela te vas a olvidar de tu formación. Hay que hacerlo al igual que un médico, ingeniero o químico: hasta el final de tu vida profesional. 

6. Vamos a hacer un diccionario de palabras de María Acaso. ¿Cómo define las siguientes palabras? 

Ciencia

Creo que es una estrategia para llegar al conocimiento, pero también pienso que el arte es lo mismo; son herramientas que el ser humano ha desarrollado para ampliar sus límites, transformar el mundo y hacerlo un lugar mejor. 

Educación

Es la metodología más práctica para llevar la producción de saberes a la sociedad. La educación tiene lugar en cualquier momento; hay unos espacios privilegiados para crear conocimiento como pueden ser la escuela, la universidad o los museos; pero día a día en nuestra casa, centros comerciales, cuando vamos en un taxi o estamos comiendo, también sucede. 

Maestro

Es el agente que posibilita la creación de conocimiento en el aula. Es el arquitecto de experiencias, quien fomenta el escenario. Es absolutamente imprescindible que este se junte con otros quienes, también, propician la educación: 1. directores de los centros educativos, 2. las familias y 3. el estudiante. Sin esta sinergia no podrá crearse el cambio de paradigma en la educación.​

Niño

Es un generador de conocimiento en potencia absoluta. Lo que tenemos que intentar es que esos saberes sean críticos y no reproductores de la cultura dominante. Hay que enseñarle a estos niños y niñas, desde que son pequeños, a cuestionar lo que dicen sus maestros, familias y medios de comunicación; así, seremos capaces de que conciban una concepción propia del mundo, que les permita ser ciudadanos y ciudadanas libres; porque si no, lo que van a hacer es reproducir el saber hegemónico para convertirse en presos del conocimiento de otros.​