​​​​​​​​​​​​Autoevaluación Institucional​

¿Qué es la Autoevaluación?​

​​Avanzamos en los primeros pasos​ de nuestra Autoevaluación con miras a la renovación de la Acreditación Institucional, u​n proceso que nos da la oportunidad de aprender y mejorar como Universidad a través de la evaluación de 12 factores institucionales, académicos, investigativos y otros que evidencian nuestro impacto en la sociedad.​

​¿Qué evaluamos? ​

Los lineamientos de acreditación en alta calidad de instituciones y de programas académicos se componen de factores, características y aspectos a evaluar, los cuales se define​n así: 

Para efectos de la evaluación con fines de acreditación en alta calidad de instituciones, los factores son los siguientes:​​

    Factor 1: Identidad Institucional

    Evalúa la apropiación y coherencia de nuestro quehacer universitario con los siguientes elementos:

    Declaraciones Institucionales. 

    Proyecto Educativo Institucional (PEI). 

    Valores. 

    Factor 2: Gobierno institucional y transparencia

    Reconoce a EAFIT como institución de alta calidad, que tiene un gobierno que se adapta a las nuevas realidades a través de un sistema de normas, reglamentos, políticas, decisiones, estructuras y procesos.

    Factor 3: Desarrollo, gestión y sostenibilidad institucional

    Asegura una arquitectura institucional articulada al servicio del desarrollo permanente de sus labores formativas, académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión.

     

    Así seguimos avanzando en el proceso de Autoevalu​ación Institucional​​​

    La imagen corresponde a uno de los últimos grupos focales que se realizó con integrantes del Comité Rectoral​

    • La Autoevaluación, con miras a la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad,​ es una tarea que sigue convocando a todos los eafitenses, especialmente ahor​​a que culminó la fase de aplicación de la encuesta de Autoevaluación Institucional y el desarrollo de grupos focales, para dar inicio a la construcció​​n de los informes de resultados.​​​
    • Más de 2.500 eafitenses, además de representantes del sector público, de los empresarios y empl​eadores, y del Comité Rectoral han participado en los espacios de recolección de ​información. Y como el proceso continúa quisimos compartir cuáles son los momentos que nos esperan para seguir transitando por el camino de la calidad y la excelencia.​

    Desde el 29​​​​ de marzo de 2023, y hasta el 8 de mayo, todos los eafitenses fuimos convocados a una misma tarea: participar con compromiso en el proceso de Autoevaluación Institucional para lograr la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad.

    ¿Y cómo lo hicimos? durante esos tres meses diligenciamos la encuesta que recibimos en nuestros correos institucionales y que nos invitaba a revisarnos, a reflexionar sobre nuestra razón de ser, a resaltar lo que hacemos bien y a reconocer los aspectos en los que todavía podemos mejorar.

    Este momento se conoce como la fase de recopilación y gestión de evidencias necesaria para continuar la renovación de la Acreditación Institucional, proceso que no podemos perder de vista dentro de nuestro quehacer cotidiano, pues todavía implica varios meses más de trabajo.

    Así lo manifiestan Nicolás Carmona Ochoa, coordinador de Calidad Académica, y Lizeth Johana Gómez Ardila, asesora metodológica del proyecto de Renovación de la Acreditación Institucional, quienes explican que, además de este instrumento, también se realizaron unos grupos focales con funcionarios del sector público, empresarios y empleadores, y con integrantes del Comité Rectoral y, además se aplicará un instrumento de preguntas abiertas al Consejo Directivo.

    “A los dos primeros, por ejemplo, les preguntamos sobre cómo percibían a la Universidad, cómo ven las nuevas Declaraciones Institucionales y qué consideraban que la Universidad debía mejorar de cara al futuro, especialmente para fortalecer el sistema de conexiones con las organizaciones”, menciona Nicolás Carmona.

    A los segundos grupos, agrega el eafitense, les correspondió preguntas de carácter más interno, especialmente con respecto a la reciente transformación institucional, la pertinencia entre la Misión y Visión y las necesidades del entorno, la coherencia con la Universidad que nos soñamos para el futuro, la huella que queremos dejar en la sociedad y la imagen que buscamos proyectar ante los diferentes grupos de interés.

    “Acabamos de terminar esa fase de recolección de información y superamos con creces la muestra estadística prevista. Tuvimos una participación de alrededor de 500 personas más de las que esperábamos, algo que evidencia el gran compromiso y el respaldo que tenemos todos con la calidad y la excelencia”, expresa Lizeth Gómez. Con esta información continúa una nueva fase del proyecto de Renovación de la Acreditación Institucional, con unos hitos específicos en el segundo semestre de 2023, y con otros en 2024 y 2025.

     

    ¿Qué sigue en el proceso
    ​de Autoevaluación I​nstitucional?

    Durante el mes de julio se estarán integrando los resultados de la encuesta y del desarrollo de los grupos focales, con la información recopilada por las mesas de trabajo establecidas en 2022, para pasar a la fase de análisis y construcción de los informes de cada uno de los 12 factores que serán evaluados. Luego, se avanzará en el análisis de los 12 factores, por parte de las mesas de trabajo, hasta el mes de septiembre.

    En 2024, durante el primer semestre del año, los esfuerzos estarán enfocados en la consolidación del informe de Autoevaluación teniendo en cuenta las recomendaciones y correcciones del Comité. Luego pasará a una fase de revisión de estilo y se espera que sea radicado ante el Ministerio de Educación Nacional en agosto de ese año.

    Entre los meses de octubre y noviembre de 2024 se realizará el proceso de socialización de los resultados ante el Comité de Autoevaluación Institucional, presidido por la rectora Claudia Restrepo Montoya.

    En el resto de 2024 se estarán divulgando los resultados con la comunidad eafitense. Se espera que la visita de pares se realice entre 2024-2 y 2025-2.

    “A todos los eafitenses queremos reiterarles nuestra gratitud por su compromiso y participación. E, igualmente, los invitamos a seguir conectados con este proceso, porque no es algo estático sino, por el contrario, una oportunidad, para revisarnos, reflexionar, poner lo mejor de nosotros y hacer que la Acreditación sea una vivencia de todos los días”, Lizeth Johana Gómez Ardila, asesora metodológica del proyecto de renovación de la Acreditación Institucional.

    Década de 1960

    EAFIT, la de la década de 1960, graduó a los primeros administradores de negocios del país​

    En la sede del Banco Central Hip​otecario, ubicado en el centro de Medellín, se materializó el sueño d​​e 18​ empresarios, líderes de importantes organizaciones del país. Allí, el 17 de agosto de 1960 fue impartida por el docente norteamericano Bernard J. Hargadon Jr. la primera clase de la Escuela de Administración y Finanzas (EAF).​

    La intención, de la entonces naciente institución de educación superior, era apoyar el rápido crecimiento industrial que enfrentaba el país para la época y formar personas idóneas que lideraran el sector empresarial.

    Así, con la firma de un acta el 4 de mayo de 1960, donde participaron los precursores de la iniciativa y empresas destacadas de la industria antioqueña, EAFIT​ se hizo tangible y dio el primer paso para ser reconocida por el Ministerio de Educación Nacional el 11 de junio del mismo año.

    Sus primeros cursos se dictaron en una casa alquilada, ubicada entre las calles El Palo y La Playa, en el centro de la capital antioqueña. Allí, elegidos entre 200 aspirantes, 59 estudiantes provenientes de diferentes ciudades del país se acomodaron para iniciar el camino que años más tarde les otorgaría el título de administradores de negocios, los primeros graduados en Colombia. Pero la década de 1960 no solo dejó huella por hacer realidad el sueño de capacitar, en el ámbito nacional, líderes para el sector empresarial colombiano, sino que representó grandes logros para la Institución.

    La creación del Instituto Tecnológico (IT), pensado en 1961, fue uno de los más representativos, gracias al aporte económico y en infraestructura de la Fundación Whirlpool y del programa Tools for Freedom.

    Este hito no solo le agregó las letras I y T a la Universidad, que de ahí en adelante se denominaría EAFIT, sino que evidenció la necesidad de conseguir un espacio propio. Así, en el año 1962, en un lote ubicado en el sector de La Aguacatala, al sur de Medellín, se inició la construcción de lo que integraría a la Escuela con el Instituto Tecnológico.

    El nuevo espacio contó con aportes extranjeros y de fondos especiales de la Corporación Educativa de la Industria, y para 1963 ya todo estaba listo para el traslado de los estudiantes a la nueva sede, la misma donde hoy, medio siglo después, se continúa consolidando la Universidad.

    Pero los avances no solo fueron en infraestructura. Los logros académicos estuvieron marcados por la firma de un convenio con la universidad estadounidense Syracuse, que permitió impulsar el crecimiento eafitense. ​

    Gracias a este convenio, un grupo de docentes de la prestigiosa institución norteamericana viajó por primera vez para asesorar a la Universidad en cuanto a sus planes de estudio, los programas ofrecidos por las diferentes áreas de estudios, entre otros aspectos. EAFIT comenzó entonces a fortalecer lazos y se aventuró a proyectarse tanto nacional como internacionalmente.​

    A finales de la década de 1950, un grupo de industriales y otros empresarios soñaron con la idea de que el país contara con una carrera universitaria que en su ADN llevara la palabra “Administración”. Agrupados en el gremio de los industriales de la ANDI, ese anhelo se hizo tangible, el 4 de mayo de 1960, a las 4:30 de la tarde, con la firma del acta con la que se formalizó la creación de la entonces Escuela de Administración y Finanzas (EAF). El 11 de junio, del mismo año, la institución especializada, constituida como fundación, fue reconocida por el Ministerio de Educación Nacional. Dos meses después, el 17 de agosto, el docente norteamericano Bernard J. Hargadon Jr. ofreció la primera clase de contabilidad en una sede prestada del Banco Central Hipotecario en Medellín, ubicada en la calle Colombia del centro de la ciudad.

    En la década de 1960, Medellín se encontraba en pleno desarrollo industrial. Si bien la Escuela Nacional de Minas formaba ingenieros con un énfasis en administración, el programa de Administración de Negocios de EAF fue una iniciativa pionera que les aportó a Medellín y a Colombia profesionales dedicados exclusivamente a este campo del conocimiento y a la dirección de las empresas que lideraban el crecimiento económico de la época. El reto de la Escuela fue formar líderes que resp​ondieran a los desafíos que implicaban hacer crecer los negocios existentes, constituir nuevas industrias y dirigir a una cantidad importante de trabajadores.

    El 19 de febrero de 1962, con el apoyo de la fundación Whirlpool y del programa Tools for Freedom del Gobierno de los Estados Unidos, nació el Instituto Tecnológico, entidad asociada a la Escuela que ofrecía las tecnologías Industrial, Textil y Mecánica (1965). Así, a la Escuela de Administración y Finanzas se añadió el nombre de Instituto Tecnológico, lo que complementó su nombre de EAFIT. Este fue un punto de partida para el surgimiento de las carreras tecnológicas en Colombia. De esta manera, la Institución comenzó a destacarse por proponer soluciones a las demandas socioeconómicas del país.

    El modelo pedagógico de EAFIT se inspiró en el de las universidades estadounidenses. En esos años, Estados Unidos promovió en Latinoamérica el programa Alianza para el Progreso, que favoreció los estudios en economía y administración para impulsar al sector privado y apoyar el desarrollo del sector público. De manera que no es casual que varias entidades estadounidenses (Syracuse University, Drexel Institute, Burlington Mills) apoyaran a EAFIT con profesores, asesorías, becas y material bibliográfico. Con esta primera institución, se firmó un convenio, que se ha renovado en el tiempo y que ha contribuido a impulsar el crecimiento de la Universidad y avanzar con una visión internacional que permea la formación.

    En la década de 1960, Medellín se encontraba en pleno desarrollo industrial. Si bien la Escuela Nacional de Minas formaba ingenieros con un énfasis en administración, el programa de Administración de Negocios de EAF fue una iniciativa pionera que les aportó a Medellín y a Colombia profesionales dedicados exclusivamente a este campo del conocimiento y a la dirección de las empresas que lideraban el crecimiento económico de la época. El reto de la Escuela fue formar líderes que resp​ondieran a los desafíos que implicaban hacer crecer los negocios existentes, constituir nuevas industrias y dirigir a una cantidad importante de trabajadores.

    El 19 de febrero de 1962, con el apoyo de la fundación Whirlpool y del programa Tools for Freedom del Gobierno de los Estados Unidos, nació el Instituto Tecnológico, entidad asociada a la Escuela que ofrecía las tecnologías Industrial, Textil y Mecánica (1965). Así, a la Escuela de Administración y Finanzas se añadió el nombre de Instituto Tecnológico, lo que complementó su nombre de EAFIT. Este fue un punto de partida para el surgimiento de las carreras tecnológicas en Colombia. De esta manera, la Institución comenzó a destacarse por proponer soluciones a las demandas socioeconómicas del país.

    Sus primeros cursos se dictaron en una casa alquilada, ubicada entre las calles El Palo y La Playa, en el centro de la capital antioqueña. Allí, elegidos entre 200 aspirantes, 59 estudiantes provenientes de diferentes ciudades del país se acomodaron para iniciar el camino que años más tarde les otorgaría el título de administradores de negocios, los primeros graduados en Colombia. Pero la década de 1960 no solo dejó huella por hacer realidad el sueño de capacitar, en el ámbito nacional, líderes para el sector empresarial colombiano, sino que representó grandes logros para la Institución​.

    El proyecto de consolidar una universidad con diferentes programas que apoyarían el desarrollo colombiano llevó a la búsqueda de un espacio propio en el que se pudieran integrar la Escuela con el Instituto Tecnológico. En 1963 comenzaron las clases en un lote ubicado en el sector de La Aguacatala (sur de Medellín), sede desde la que EAFIT empezó su proceso de fortalecimiento y expansión.

    Hitos de la década

      Firma del acta de constitución de la Escuela de Administración y Finanzas (EAF).

      Los empresarios que se encontraban a las 4:30 p.m., del día 4 mayo de 1960 en una de las oficinas de la Andi, firmaron una acta por medio de la que constituyeron una fundación, sometida a la ley colombiana, denominada Escuela de Administración y Finanzas.

      Los empresarios fundadores fueron: Gabriel Ángel Escobar, Luis Fernando Cano Olano, Juan Rafael Cárdenas Gutiérrez, Hernán Echavarría Olózoga, Élkin Echavarría Olózaga, Luis Echavarría Villegas, José Gutiérrez Gómez, Jorge Posada Greiffenstein, Horaci​o Ramírez Gaviria, Juan Gonzalo Restrepo Londoño, Jorge Iván Rodríguez Castaño, Peter Santamaría Álvarez, Ernesto Satizábal Azcárate, Diego Tobón Arbeláez, Alejandro Uribe Escobar, Rodrigo Uribe Echavarría y Alberto Vásquez Lalinde.

      1960

      11 de junio de 1960

      Se autoriza el funcionamiento de la entidad educativa

      El Ministerio de Educación Nacional, mediante la resolución numero 3469, autorizó el funcionamiento como entidad educativa a EAF.

      28 de junio de 1960
      https://universidadeafit.widen.net/content/rhgtgctmow/jpeg/ernesto-satizabal-azcarate.jpeg

      Ernesto Satizábal Azcárate es nombrado director provisional

      El ingeniero industrial Ernesto Satizábal Azcárate es nombrado director provisional de la Institución. Venía de desempeñar el cargo de director ejecutivo de Incolda.

      17 de agosto de 1960

      Bernard J. Hargadon

      Primera clase de contabilidad

      Bernard J. Hargadon dictó la primera clase de contabilidad el 17 de agosto de 1960 a las 7:00 a.m.

      17 de octubre de 1960

      avier Toro Martínez

      Javier Toro Martínez es nombrado director

      El abogado Javier Toro Martínez es nombrado primer director de la Institución.

      Octubre de 1960
      Imagen antigua de la sede de octubre

      Sede de la Escuela desde octubre de 1960 hasta agosto de 1963

      Casa situada en la carrera 45, entre calles 52 y 53 de la ciudad de Medellín.

      1961

      Salón de clase con profesor y estudiantes durante el primer semestre
      Primer semestre de clases

      Este primer semestre se inició con 60 estudiantes admitidos, 47 pasaron al segundo semestre.

      Abril de 1961

      Se piensa en hacer la aproximación entre la Escuela y el instituto tecnológico o politécnico.

      Comienza la planeación que daría como resultado el nombre EAFIT.

      6 de julio de 1961

      Guillermo Ortega Arbeláez

      Guillermo Ortega Arbeláez es nombrado director

      Guillermo Ortega Arbeláez, ingeniero civil y profesor de la Escuela, es nombrado director de la Institución.

      30 de julio de 1961

      Alberto Mesa Prieto

      Alberto Mesa Prieto es nombrado director

      El ingeniero civil Alberto Mesa Prieto es nombrado director de la Institución.

      1962

      Segundo semestre de 1962

      Gustavo Adolfo Escobar Isaza

      Profesor Gustavo Adolfo Escobar Isaza y un grupo de estudiantes en el Laboratorio de Inglés de la Institución

      La Escuela cuenta con los laboratorios de idiomas más avanzados de esa época en el país.

      Noviembre de 1962

      Cuorum de presentación para la primer piedra de la sede Aguacatala

      Primera piedra para la construcción de la nueva sede en la Aguacatala

      Se inicia la construcción de la nueva sede con la colocación de la primera piedra y de una placa conmemorativa como reconocimiento a las entidades asesoras y benefactoras.

      1962

      Creación del Instituto Tecnológico

      Contó con el apoyo de la Corporación Educativa de la Industria en representación de la Andi, la asesoría de la Fundación Whirlpool, del Instituto Tecnológico de Benton Harbor, Burlington Industries y Tools for Freedom.​

      1963

      14 de agosto de 1963
      Imagen de archivo a blanco y negro, panorámica de la antigua sede

      Traslado de la sede

      El 14 de agosto de 1963 se produjo el traslado a las nuevas edificaciones, con una ceremonia de inauguración.

      13 de diciembre de 1963

      Imagen antigua del laboratorio textil

      Primera graduación de técnicos superiores

      Un total de 12 estudiantes obtuvieron su título en Tecnología Textil y 10 estudiantes más en Tecnología Industrial.

      1964

      Mayo de 1964

      Imagen antigua de estudiantes residentes

      Residencias estudiantiles

      Se construye el edificio de residencias.

      14 de mayo de 1964

      Reunión extraordinaria por estudiantes en desacuerdo

      El Consejo Directivo sostuvo una reunión extraordinaria, debido a que algunos grupos de estudiantes manifestaron su descontento por la calidad de algunos de los docentes. Así mismo, se tuvieron en cuenta otros aspectos que definieron la necesidad de reconocer un Consejo Estudiantil y establecer un canal de comunicación con directivas, profesores y estudiantes.

      Junio 12 de 1964

      Hernán Gómez González

      Hernán Gómez González es nombrado director

      El ingeniero químico Hernán Gómez González, con amplia trayectoria en administración académica y docencia, es nombrado director de la Institución.

      1969

      Primer semestre de 1969

      Programa nocturno de Administración de Negocios

      Por decisión del Consejo Directivo se ofreció el programa nocturno de Administración de Negocios, con el nombre de Plan de Estudios Simultáneos. Estaba dirigido a estudiantes que pudieran demostrar su vinculación efectiva a empresas durante la realización de sus estudios.

      Década de 1960

      En 1963 la Universidad se trasladó al lote ubicado en el sector de La Aguacatala (sur de Medellín), sede desde la que EAFIT empezó su proceso de fortalecimiento y expansión.

      Imagen Década de 1960

      Perfil de Clau​dia Restrepo

      La primera mujer en asumir en seis décadas de historia eafitense la Rectoría de la Universidad, es egresada del pregrado en Administración de Negocios y de la especialización en Estudios Políticos de EAFIT. Además, es magíster en Estudios Avanzados de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y en la actualidad cursa un doctorado en Filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana.

      De su trayectoria profesional, se destaca su desempeño como secretaria de Educación de la Gobernación de Antioquia; vicealcaldesa de Educación, Cultura, Recreación y Deporte de Medellín; gerente del Metro de Medellín y subdirectora de Comfama.

      Tiene una experiencia de 20 años en diseño y gerencia de programas y proyectos de alcance social relacionados con educación, cultura, ciudadanía y hábitat.  Además, cuenta con una amplia experiencia académica como docente.​

      Claudia Restrepo Montoya

      Con más de 20 años de experiencia en el diseño y gerencia de programas y proyectos de alcance social en las áreas de educación, cultura, ciudadanía y hábitat, en enero de 2021 Claudia Restrepo Montoya llegó a EAFIT para asumir el cargo de rectora, convirtiéndose en la primera mujer en asumir este rol en las más de seis décadas de trayectoria de la Institución.

      Su gestión, en estos cuatro años, ha estado concentrada, principalmente, en liderar la transformación de la Universidad EAFIT, en coherencia con los desafíos actuales de la educación, los cambios en el mundo del trabajo, la evolución de las relaciones sociales y colectivas, y la pregunta permanente por los temas de sostenibilidad.

      Justamente, en respuesta a estas demandas, se destaca su liderazgo en el retorno seguro y responsable a la presencialidad, después de superar la coyuntura derivada de la pandemia por covid-19. Se trató de un proceso escalonado en el que el cuidado y el aprendizaje fueron las consignas principales, acatando las medidas que continuaban vigentes por parte de las autoridades locales y nacionales, y fortaleciendo el desarrollo de dinámicas híbridas entre tecnología y presencialidad para garantizar la realización de las actividades académicas, investigativas y administrativas.

      También se continuó avanzando en la consolidación de un modelo educativo y relevante centrado en el aprendizaje activo. Es decir, que pone al estudiante en el centro y le permite, a través de un currículo vivo, trayectorias dinámicas basadas en competencias, y el acompañamiento de profesores inspiradores, convertirse en protagonista de su proceso de formación.

      En coherencia con el ADN fundacional se priorizó el conexón con las empresas, los sistemas públicos y los emprendimientos, y se hizo explícito el compromiso de participar en el diseño y construcción de soluciones que atendieran a los desafíos más retadores de la humanidad en el presente y el futuro, especialmente en los asuntos relacionados con la sociedad, el humanismo y la cultura; el desarrollo sostenible; el cuidado y el bienestar; la innovación educativa y las miradas de futuro; y los temas de ciencia, tecnología e innovación.

      Con esta ruta en mente y su visión se crearon nuevas unidades como On.going, Centro de Emprendimiento de Impacto y los centros Humanista, de Valor Público y de Gerencia y Empresa; Nodo EAFIT, y el Área de Ciencias del Cuidado y de la Vida, entre otras.

      Así mismo, con el ánimo de hacer tangible esta transformación, se adelantó un proceso de reconfiguración organizacional interna estructurada en tres capacidades: capacidades de conocimiento, capacidades de soporte académico y articulación, y capacidades de conexión. Estos cambios buscaban desarrollar aún más las fortalezas de los profesores y colaboradores, evitar la duplicidad de esfuerzos, tener áreas con interacciones más potentes y promover una estructura más dinámica, ágil, flexible, efectiva y sostenible, priorizando el trabajo en equipo, la interdisciplinariedad, la confianza, las conversaciones y el liderazgo.

      Finalmente, con la integración de los Valores Institucionales de la Inclusión y el Pluralismo, en 2022, los esfuerzos de Claudia Restrepo también se han enfocado, en los últimos dos años, en fortalecer el programa de Becas Talento EAFIT, con el que se busca que más jóvenes de excelencia puedan hacer realidad sus sueños de acceder a la educación superior. Las acciones decididas por los temas de diversidad y equidad de género, el cuidado del medio ambiente, y la participación en debates de coyuntura nacional centrados en las reformas a la educación y la salud también han hecho parte de las prioridades de la Rectora durante su administración.

      La historia de Claudia como rectora de EAFIT continúa escribiéndose, todos los días, de la mano de la comunidad de talento que lidera en la actualidad y con la que espera alcanzar importantes hitos como la renovación -por tercera vez- de la Acreditación Institucional de Alta Calidad.

      Juan​ Luis M​ejí​a Arango​​​​​

      Un abogado de la Universidad Pontifi​cia Bolivariana llegó a EAFIT en 2004 para posesionarse como rector. Él le ha dado valor a la promesa de ser una universidad que Inspira Crea Transforma.

      Desde el inicio de su gestión logró elevar el nivel cultural de los eafitenses al impulsar varios proyectos que así lo pueden constatar como el impulso a una agenda integrada por diferentes manifestaciones artísticas de la que no solo disfrutan los integrantes de la Institución, sino toda la ciudad.

      En la parte académica sus directrices fueron, entre otras, la consolidación de la oferta de pregrados, el crecimiento en los segundos y terceros ciclos (maestrías y doctorados), la formación de los docentes y la acreditación de alta calidad de los programas.

      De igual forma, fue el gestor del proyecto Universidad Parque donde la naturaleza y la infraestructura física se integran creando un ambiente propicio para la relación entre las personas y el aprendizaje. Esta iniciativa fue reconocida, en 2008, con el premio Lápiz de Acero en la categoría de espacios públicos, que le otorgó la revista ​Proyectodiseño.

      ​​​Juan Luis Mejía Arango lideró la modernización del campus con obras como la remodelación del bloque 26 de la Escuela de Administración; la construcción del Edificio de Ingenierías y del Centro de Acondicionamiento Físico Vivo; la adquisición del lote Los Guayabos, ubicado al frente del campus actual; la compra y la adecuación de múltiples casas en el barrio La Aguacatala, la adquisición y ampliación de la sede de EAFIT Pereira, la construcción de los edificios de Idiomas y Ciencias, entre otras.

      De su gestión también se destaca el apoyo a las actividades de investigación, al programa Universidad de los Niños; así como al replanteamiento del direccionamiento estratégico y el Proyecto Educativo Institucional de EAFIT.

      Lograr que EAFIT sea epicentro de eventos importantes para la proyección de la ciudad y el país es otro de sus aportes más visibles.

      Pero quizás uno de los logros más importantes se materializó en 2010 y en 2018, cuando el Ministerio de Educación Nacional le entregó a la Universidad las renovaciones de la Acreditación Institucional, lo que le permite tener este aval público a la alta calidad hasta ​2026.


      *Con datos del libro ​Universidad EAFIT 50 Años.​

      Semblan​​​za

      Construcción c​olectiva​​​ de una idea de Universi​​dad​​

      Sobre hombros de gigantes y de manera colectiva se ha construido la idea de Universidad en EAFIT

      A punto de culminar su ciclo como rector de EAFIT, Juan Luis Mejía Arango presentó el informe Construcción colectiva de una idea de Universidad​, con un recuento por los últimos 24 años de la Institución, al abarcar los aportes de la Rectoría de Juan Felipe Gaviria (1996-2003) y los de los últimos 16 años (2004-2020) para consolidar a la institución humanista y vanguardista que es hoy.

      Durante este espacio, que se realizó el jueves 10 de diciembre desde el Auditorio Fundadores con trasmisión a través de las plataformas virtuales, el directivo enfatizó en que este no es un balance ni un informe de su Rectoría, sino un recorrido por la construcción de un proyecto educativo que se soporta en el compromiso de toda la comunidad eafitense.

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      Imagen Sobre hombros de gigantes y de manera colectiva se ha construido la idea de Universidad en EAFIT

      Juan Felipe Gaviria Gutiérrez

      En enero de 1996, Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, ingeniero civil de la Universidad Nacional, fue nombrado como rector. Y, desde ese momento, propuso varias transformaciones, empezando por la aprobación de nuevos estatutos en el Consejo Superior.​

      Amplió, además, la oferta académica de la Universidad, no sólo en el número de programas, sino en la incursión a nuevas áreas del conocimiento. Así surgieron, entonces, los pregrados en Música, Derecho, Ingeniería Matemática, Ingeniería Física, Comunicación Social y Ciencias Políticas.​

      Y esa diversificación también se hizo palpable en el área de posgrados con la creación de programas como la maestría en Ciencias de la Administración que se creó en convenio con la Escuela de Altos Estudios Comerciales (HEC) de Montreal. A su vez, esta alianza sirvió de preámbulo para la creación del doctorado en Administración, que fue el primero en el país.

      Entre otros logros de su rectoría están la creación de la Escuela de Ciencias y Humanidades y el impulso a la investigación con la inclusión de los grupos existentes en el escalafón creado por Colciencias.

      Para continuar con procesos anteriores, asumió la tarea de seguir con la consolidación de la política de autoevaluación de programas que condujo a EAFIT a obtener, no solo la acreditación de sus pregrados, sino la Acreditación Institucional en 2003.

      Por otro lado, se dio a la tarea de convertir EAFIT en una “universidad pública”, esto bajo la premisa de “una Universidad de todos: una Universidad que encuentra su razón de ser en la comunidad”, así se le dieron continuidad a los procesos de creación de becas para estudiantes de bajos recursos económicos.

      En el campo cultural los avances también fueron evidentes con la creación de la Orquesta Sinfónica y el Fondo Editorial, todo esto con el fin de abrir aún más las puertas de la EAFIT a la comunidad y convertir su campus en un espacio para la propagación de diversas posiciones ideológicas y culturales.

      Luego de hacer realidad muchos de sus proyectos, Juan Felipe Gaviria Gutiérrez presentó su renuncia en 2003 para ocupar la gerencia de las Empresas Públicas de Medellín.

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