A finales de la década de 1950, un grupo de industriales y otros empresarios soñaron con la idea de que el país contara con una carrera universitaria que en su ADN llevara la palabra “Administración”. Agrupados en el gremio de los industriales de la ANDI, ese anhelo se hizo tangible, el 4 de mayo de 1960, a las 4:30 de la tarde, con la firma del acta con la que se formalizó la creación de la entonces Escuela de Administración y Finanzas (EAF). El 11 de junio, del mismo año, la institución especializada, constituida como fundación, fue reconocida por el Ministerio de Educación Nacional. Dos meses después, el 17 de agosto, el docente norteamericano Bernard J. Hargadon Jr. ofreció la primera clase de contabilidad en una sede prestada del Banco Central Hipotecario en Medellín, ubicada en la calle Colombia del centro de la ciudad.
En la década de 1960, Medellín se encontraba en pleno desarrollo industrial. Si bien la Escuela Nacional de Minas formaba ingenieros con un énfasis en administración, el programa de Administración de Negocios de EAF fue una iniciativa pionera que les aportó a Medellín y a Colombia profesionales dedicados exclusivamente a este campo del conocimiento y a la dirección de las empresas que lideraban el crecimiento económico de la época. El reto de la Escuela fue formar líderes que respondieran a los desafíos que implicaban hacer crecer los negocios existentes, constituir nuevas industrias y dirigir a una cantidad importante de trabajadores.
El 19 de febrero de 1962, con el apoyo de la fundación
Whirlpool y del programa
Tools for Freedom del Gobierno de los Estados Unidos, nació el Instituto Tecnológico, entidad asociada a la Escuela que ofrecía las tecnologías Industrial, Textil y Mecánica (1965). Así, a la Escuela de Administración y Finanzas se añadió el nombre de Instituto Tecnológico, lo que complementó su nombre de EAFIT. Este fue un punto de partida para el surgimiento de las carreras tecnológicas en Colombia. De esta manera, la Institución comenzó a destacarse por proponer soluciones a las demandas socioeconómicas del país.