¡Adiós a la Escuela, bienvenida la Universidad!
Desde sus inicios se perfiló como una institución dispuesta al cambio. Por eso, no fue extraño que al finalizar la década de 1970 ya contara con dos grandes logros: abrir sus puertas a nuevos campos del saber y dejar atrás la idea de escuela para darse a conocer como universidad.
La segunda fase de EAFIT inició con una nueva dirección. El ingeniero químico Hernán Gómez González, quien lideró la Institución durante seis años, entregó su cargo al docente Hernando Bedoya. Este último asumió el puesto solo por un año.
Después de Bedoya, otros tres líderes formados en diferentes disciplinas se sumaron a la lista de 11 rectores, que, hasta hoy, han pasado por el campus: el abogado Ricardo Botero Mejía; Darío Monsalve Uribe, administrador y egresado eafitense; y el economista Héctor Ochoa Díaz.
Sin duda, el hito más significativo para la Institución en la década de 1970 fue un sueño que tenían sus fundadores desde sus primeros años, y que con todos los trámites en orden se convirtió en realidad.
Gracias a la aprobación del Gobierno Nacional, la entonces Escuela fue reconocida como universidad y, posteriormente, recibió un nuevo nombre: Escuela de Administración y Finanzas y Tecnologías, EAFIT. Además, inició su proceso de expansión.
Por iniciativa de la Dirección Académica, se fusionaron algunas áreas de conocimiento como administración y mercadeo, economía y contaduría, matemáticas y ciencias, y humanidades y lenguas. Además, fue instaurado el Plan Máster, adscrito directamente a la Rectoría y que sería el primer MBA en el país. El plan de estudios de este programa fue diseñado con el apoyo de la Universidad de Georgia.
También se abrió la maestría en Matemáticas Aplicadas, en convenio con la Universidad de Antioquia, y se le dio la bienvenida a las ingenierías y, por ende, a una segunda escuela. Así pues, a mediados de esta década comenzaron a dictarse las carreras de Ingeniería de Sistemas y de Ingeniería de Producción.
El decenio cerró una época de grandes cambios despidiéndose de los programas tecnológicos, formalizando así la oferta de pregrados, y realizando ajustes importantes en infraestructura: adquirió el primer computador y creó un centro de computo, laboratorios, espacios de estudio y más aulas.