Toda la semana santa he pensado bastante y he reflexionado sobre los actos no solo el que por desgracia realice el jueves pasado en tu clase sino en todas aquellas acciones que día a día viven en mi presente y están ahí esperándome para cuando yo me caiga o de un mal paso. Esto no solo me pasa a mí sino a todos en común, tenemos diferentes situaciones que siempre nos acompañan y que está en nosotros decidir si tomarlas o dejarlos. Uno de ellos fue el pasado jueves, cuando decidí optar por la manera más fácil pero a la vez más difícil de acabar con mi nota del parcial. Créeme que más que un 0, es un vacío grande que siento porque jamás me había sentido como pasó dicho día.
Mis lágrimas no fueron falsas, mis palabras no fueron falsas, todo me salió de mi corazón y fue ahí donde me di cuenta que el error que había cometido no era una simple pasteliada, sino un desequilibrio tanto para la profesora como para los compañeros, y más importante todavía el intentar involucrar a una persona tan especial como lo es mi compañera de clase. Esto fue lo más duro porque sin pensarlo en su momento y solo por sacar un beneficio para mí, terminé involucrando a muchas personas y creándoles desconfianza en mí.
He pensado bastante todos los días y definitivamente me siento mal con la profesora, no por ser mi profesor sino por el ser humano que es ella; una persona que es recta, con un nivel de excelencia increíble que nos ha dado todas las herramientas para luchar por las coas que queremos pero de la mejor manera, sin pasar por encima de nadie y sin realizar actos como el que realicé.
Hoy quiero disculparme contigo. No busco una nota, no busco mi conveniencia; busco un perdón por parte de mi compañera y por parte de la profesora, quienes han depositado en mí toda la confianza posible y tristemente no les cumplí; pero no más arrepentimientos, pienso también que es momento de seguir y de no bajar la mirada y de luchar por este sueño que llevo muy dentro de mí que es crecer como persona y salir adelante en mis estudios. Quiero así mismo luchar el doble por esta materia, que con la ayuda de mis compañeros y confiando en mis capacidades sé que voy a dar lo mejor de mí.
Gracias por permitirme estas palabras, de verdad que nunca había escrito un error en el cual me haya afectado tanto, y lo más importante es que pude sacar esas palabras que tenía dentro y tranquilizar mi cuerpo y mi mente.
Un saludo muy formal y de nuevo mil gracias profesora.