Luego de ejercer la arquitectura y la planeación urbana durante casi tres décadas en Bogotá, Nueva York y Caracas, Alberto Iriarte Rocha (Bogotá, 1920 – Medellín, 1993), conocido como Mefisto, regresó a la pintura -arte que había practicado en su juventud- a partir de 1970.
Se estableció en Envigado junto con su esposa Eugenia Lince en una sencilla casa campesina. Gran lector y melómano en las tardes, cada día madrugaba a pintar bodegones al óleo como si viviera en el siglo xvii, en contravía de las corrientes modernas.
Esta exposición recupera distintos fragmentos de la vida y obra de un artista casi olvidado, que deliberadamente se apartó de la sociedad y de la historia del arte colombiano.
La biblioteca de Mefisto
Desde temprana edad y a lo largo de toda su vida, Mefisto fue un gran lector. En La Malcontenta acumuló una importante biblioteca, integrada por libros de historia, arquitectura, literatura y arte, tanto en español como en inglés, italiano y francés. Se deterioró con el paso del tiempo y las condiciones ambientales. Hoy se conserva en la Sala Patrimonial de EAFIT una pequeña pero importante fracción de ella, donada por sus herederos.