El pasado viernes 16 de septiembre, con la maratón 600 de Humanidades, asistimos al lanzamiento del Centro Humanista de la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad EAFIT. Este centro es un espacio para la investigación aplicada y la consultoría, que busca desarrollar la proyección social de la Universidad a través de cuatro líneas estratégicas: confianza y cambio cultural, ética e integridad, diálogo social y estudios del comportamiento.
En una conversación con Adolfo Eslava, decano de la Escuela de Artes y Humanidades, conocimos más detalles sobre el surgimiento del Centro, la incidencia, los impactos y su importancia, no solo para la Universidad, sino también a nivel de ciudad y país.
¿Cómo surge el proceso de creación del Centro Humanista?
R./ El Centro Humanista no nace el 16 de septiembre con 600 de Humanidades. Realmente, ese proceso de creación puede remontarse al menos 15 años atrás. En nuestra Escuela de Humanidades hemos estado convencidos de la necesidad de consolidar una comunidad de conocimientos aplicados. Una que nos permita ser pertinentes y relevantes para las grandes exigencias que nos plantean hoy las realidades políticas, culturales y económicas.
Nuestra conexión con organizaciones públicas, privadas y sociales viene de al menos quince años. Es por eso que esta creación se ha basado en recoger esas trayectorias alrededor del diálogo social, de la centralidad, de los estudios de comportamiento, de la importancia y la confianza del cambio cultural y, por supuesto, de las éticas aplicadas. Todo aquello es un conjunto de trayectorias que el 16 de septiembre de este año presentamos en sociedad, pero que en esencia responden al trabajo de un conjunto de personas: estudiantes, docentes y graduados que han contribuido a esa consolidación.
¿De qué manera aporta también a la ciudad y al país?
R./ Queremos enseñarle a la ciudad y al país los centros de incidencia. En nuestra Escuela de Artes y Humanidades hemos identificado unas palabras que nos definen y nos orientan. En primer lugar: calidad. Nuestro núcleo es la calidad, pero también la creación; estamos convencidos de que podemos ser protagonistas, para comprender mejor, en la Universidad y también fuera de ella, los procesos de investigación y creación.
Adicionalmente hay una tercera letra “C” en la que es protagónico el Centro Humanista: calle. Esa es nuestra plataforma mediante la cual podemos dialogar con las realidades de nuestras ciudades, de nuestros territorios y en particular de las personas que los habitan.
Por eso el centro humanista busca proyectar esa academia de calidad y esos aprendizajes propios de la investigación básica, pero también de la investigación-creación, para dialogar e interactuar con organizaciones, gobiernos, comunidades y personas, de tal manera que nuestras letras “C” salgan a la calle y podamos aprender de ella, para lograr esa interacción recíproca.
También el Centro Humanista reconoce que tiene una tarea de aprendizaje, ese proceso de construcción de soluciones y de acompañamiento en la toma de decisiones públicas y privadas es también una fuente de aprendizaje para nosotros, que enriquece esa academia de calidad.
La convergencia de diálogos de saberes es un punto clave para este proceso. Escucha por qué.
¿Cuál es el propósito que mueve al Centro Humanista?
R./ Se busca poner al servicio de las discusiones, comprensiones y soluciones alrededor de problemas y necesidades, tanto humanas como sociales, nuestras trayectorias consolidadas y capacidades. Que estén en interacción con la sociedad, las comunidades, con las organizaciones, de tal manera que los estudios incidan. Es decir, influir, acompañar los procesos de toma de decisiones personales y colectivas, en lo público y lo privado: tanto en organizaciones privadas como sociales, ambientales, culturales.
Para cerrar esta nota, el decano tiene una invitación.