En la Antigua Grecia la casa de Apolo era el oráculo de Delfos, ubicado en el valle del Pleisto, cerca al monte Parnaso. Hoy, en el siglo XXI, Apolo vive en el cuarto piso del bloque 19 de la Universidad EAFIT en Medellín, custodiado por una gigante rueda Pelton de fabricación alemana y de uso antioqueño. ¡Y es un supercomputador!
Apolo es sinónimo de perfección: es el dios griego de la belleza, la armonía, el equilibrio, la razón, las artes, la verdad, entre otros. De ese paisaje de virtudes, la más conocida era su capacidad para ver más allá y predecir eventos futuros. ¡Era el dios de las respuestas! De ahí que la supercomputadora que habita la Universidad lleve su nombre, porque puede dar respuestas en muy poco tiempo.
El poder computacional de Apolo —durante 2021— les permitió a los investigadores y los estudiantes de pregrado y posgrado de EAFIT realizar cálculos en tiempo récord. En un año resolvió lo que un computador normal le tomaría 338 años. “La magia” está en el uso del tiempo para analizar los datos y no para realizar los cálculos, lo que permite acelerar los procesos de investigación.
EAFIT se acopla a través de una serie de filamentos flexibles que se van moldeando dependiendo de las necesidades del momento. Desde aquella primera clase de contabilidad que ofreció el profesor Bernard J. Hargadon, en el piso 6 del antiguo Banco Central Agrario, hasta hoy, la Institución ha dado respuesta a los retos que exigen las coyunturas.
Y ese hilo que busca conectar a los estudiantes con las organizaciones se podría trazar en el campus a través de sus laboratorios. En el costado sur la supercomputadora Apolo marca un ritmo que se enlaza con el laboratorio MercaLab, ubicado en el centro de la Universidad, especializado en neuromarketing; y luego al norte con el laboratorio MediaLab, que trabaja en la innovación en contenidos y metodologías.
Ese acoplamiento y fluidez son posibles gracias a unas labores que se realizan de manera silenciosa y que sirven de peldaños que sostienen la actividad universitaria y que se van actualizando y fortaleciendo años tras año. En 2021 se mejoró la infraestructura tecnológica de la Institución con nuevos y mejores mecanismos de seguridad informática.
Cientos de estudiantes y profesores conviven, piensan, crean, diseñan y transitan una Universidad que está pensada para brindar experiencias y posibilitar herramientas que estimulen y permitan que todo sea factible, que las ideas con potencial social y financiero se concreten y trasciendan el aula de clases.