En el marco de la preselección de su película para representar a Colombia en los premios Goya y Oscar, Catalina Arroyave, directora y guionista de Los Días de La Ballena, habló sobre los retos del proceso creativo, sobre su diagnóstico del cine colombiano contemporáneo y sobre los logros que han alcanzado ella y su equipo de trabajo con la ópera prima de esta artista paisa, egresada de Comunicación Social de EAFIT.
Por Juan Sebastián Gómez Alférez
jgomeza@eafit.edu.co
Los Días de la Ballena narra la historia de dos adolescentes grafiteros que deben enfrentarse a bandas criminales después de pintar sobre una de sus amenazas.
La preselección de su película, hecha por la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas (ACACC) el pasado 20 de Agosto, la incluyó en una lista de cuatro trabajos colombianos finalistas dentro de los cuales se encontraban Litigante, de Franco Lolli; El piedra, de Rafael Martínez, y Monos, de Alejandro Landes.
La película, estrenada en Colombia el pasado 8 de marzo en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, fue proyectada por primera vez y de manera pública en el Parque de los Deseos de Medellín el pasado 29 de agosto, evento al cual asistieron más de seis mil personas.
Proyección pública de la película. Esta marca la primera vez que una película se estrena al aire libre y de forma gratuita en Medellín. Foto cortesía: Facebook oficial de Los Días de la Ballena.
*Catalina Arroyave ya había realizado una entrevista previa sobre el proceso de realización de la película. Léela aquí.
**Al momento de redactar esta nota la ACACC y Proimágenes Colombia ya habían otorgado la nominación para representar a Colombia en los premios Goya y Oscar a la película Monos, del director Alejandro Landes.
Empecemos por la preselección de tu película para ser la nominada a los premios Oscar y Goya. Primero felicitaciones. ¿En algún momento del proceso de realización del guion o de la película pensaste que tú y tu equipo de trabajo llegarían hasta este punto?
No para nada. En realidad, el equipo solamente quería terminar la película. Nuestro equipo ha sido muy guerrero porque hemos tenido que conseguir la plata etapa por etapa. Lo que uno quiere cuando está haciendo la película es ver la lista colorizada con la que uno sueña, con la calidad que uno espera. Para nosotros la nominación fue una gran sorpresa, además porque estábamos participando con película muy grandes. Especialmente con la película de Franco [Litigante], a quien yo admiro muchísimo. Él es un director al que yo he seguido por varios años, entonces estar en esa lista corta junto a nombres como el suyo para mí fue un gran honor.
Algunas personas piensan que las obras de arte, además de sus valores estéticos y expresivos, tienen un valor mas social, más relacionado con la mirada del artista que resalta temas, personas o situaciones que no son el centro de la atención general, pero que tienen algo importante por decir. Tu película lleva la mirada sobre unos protagonistas jóvenes, paisas y artistas ellos también. ¿Qué crees que tienen por decirnos esas dinámicas de arte y violencia que se conjugan tan a menudo en nuestra ciudad? Sobre todo, hablando de la población joven.
Si bien la historia que yo cuento se basa en la mirada joven, yo creo que la película es una especie de síntoma sobre la ciudad. Las dinámicas que están retratadas ahí no son más que eso, un retrato. La película es sobre todo un intento de plasmar en el cine eso que sucede todo el día en nuestra ciudad: personas que se están debatiendo una forma de vivir, donde siempre existe la posibilidad del crimen, y que lo hacen desde una vida muy dura pero muy común en una ciudad como Medellín; entonces se debate entre esa posibilidad y cualquier otra forma de vida. Puede ser el estudio, la carpintería, el arte, lo que sea que se escape a esa posibilidad. Yo me centré en el arte, pero más que por esa contradicción entre arte y violencia, fue por mi interés de hablar sobre la desobediencia. La desobediencia desde un lugar, desde un punto de vista: el arte urbano que puede expresar esa desobediencia en un espacio tan sencillo como una pared. Que convierte esos espacios en espacios de resistencia.
David Correa, egresado de Eafit de Comunicación Social fue el director de fotografía de la película. Foto cortesía: Facebook oficial de Los Días de la Ballena.
Muchas veces uno como estudiante de Comunicación se encuentra frente a una crónica o un guion o un video que uno acaba de terminar pero que, por razones de tiempo, por razones técnicas o por razones externas parece mucho más pobre de lo que era la idea original. ¿Cómo hace uno para lidiar con esa frustración? ¿Lo preferible es aprender a acortar el espacio entre la pureza de la idea y el producto final, o se puede encontrar también parte de la respuesta en los eventos imprevisibles que surgen durante la producción?
[Risas]. Esa es una buena pregunta. Yo además de estos proyectos también trabajo haciendo videos cortos para terceros. Y de lo que me doy cuenta es de que nunca la idea inicial es como el producto final, siempre hay algo que cambia. Lo que he aprendido con la experiencia personal es que hay que acostumbrarse a que hay un cambio de formato y por lo tanto un cambio de lenguaje. Por lo general las ideas se piensan en papel. Las ideas tienen una sustancia propia, pero la materialidad de la realidad y del cine tiene otra. Las ideas tienen unas condiciones específicas, pero la calle, las personas tienen otras muy distintas. Lo que hay que hacer es ejercitarse y entender las diferencias de los materiales. Estar tratando todo el tiempo de estar en contacto con ambos tipos de materiales para entenderlos. Por ejemplo, si hablamos de un pintor, él para pintar tiene que ensuciarse los dedos. Entonces hay que filmar muchas cosas, entender cómo funciona el material filmado, el material sonoro. En ese sentido uno aprende a disminuir la frustración porque es una cosa normal el hecho de que haya un cambio.
En los últimos años el cine colombiano ha estado teniendo mucho eco en la escena nacional e internacional, o, al menos, están teniendo mucha resonancia en medios de comunicación. ¿Qué explica esta mayor visibilidad? ¿Qué caracteriza para ti al cine colombiano contemporáneo?
En Colombia el cine contemporáneo tiene un nombre propio: Proimágenes Colombia. Desde que se sanciona la Ley de cine 814, se crea un fondo mixto de fondos públicos y privados. Este fondo ya cumplió 20 años. Entonces con Proimágenes se está contando con un fondo importante para el desarrollo cinematográfico en el país, las personas pueden acceder a premios y fondos para hacer cine. Mientras exista un fondo como Proimágenes que es amplio, directo, que tiene una mirada de jurados que no son solo colombianos sino también internacionales, el cine irá creciendo en calidad y esto repercute en la visibilidad que tiene en los medios. Por ejemplo, la carrera de Ciro Guerra, el director colombiano que se ganó la nominación a los Oscar por la película El Abrazo de la Serpiente, y que también ha hecho otras películas como Pájaros de Verano, ha estado mediada por este fondo. Entonces los recursos públicos bien manejados y puestos al servicio de personas que trabajan duro por el arte tienen como resultado lo que está sucediendo.
¿Entonces ves con esperanza el futuro del cine en Colombia?
A ver. Nosotros somos los responsables de cuidar esos recursos y esas instituciones. El arte tiene una amenaza y es que en algunos contextos se quiere entender el arte como mercancía, como bienes económicos más que culturales. Si esto se continúa el arte está condenado a no seguir creciendo. No solo pasa en el cine, pasa en la música, en las artes visuales. Por ejemplo, ¿qué pasa si la música de Palenque solo se entendiera bajo esta lógica? Hay gente que dice que si no hay rentabilidad no vale la pena apoyarlo y esto es peligroso.
En la foto, un reconocimiento hecho por el Festival South by Southwest. La película ganó el premio del público del Festival de Cine Colombiano de Nueva York y participará en varios festivales internacionales. Foto cortesía: Facebook oficial de Los Días de la Ballena.
¿Qué sientes a puertas de que tu película se estrene de manera general en salas nacionales?
No, estoy muy emocionada. No he hecho sino llorar, estar realmente muy contenta. Me parece que mucha gente no sabe lo que es hacer una película. Mis mismos familiares se impresionan con lo que ha pasado a lo largo de los años, me decían "¿Cata enserio para hacer una película hay que hacer todo eso?" Yo creo que nadie se imagina que para una película independiente como la nuestra hay que trabajar tanto. Esto es muy hermoso y es una gran oportunidad para que la gente vaya a ver lo que hemos hecho. Pero la verdad es que también produce mucha ansiedad porque en este momento hay una ruptura entre el cine colombiano y su público. Entonces uno se pregunta, "¿será que sí la van a ver, que sí van a saber de lo que queremos hablar?"
Uno ve ejemplos como el tuyo, una directora paisa, egresada de Eafit, y hay sin duda un sentimiento de orgullo, pero también una sensación de que "esa podría ser yo". ¿Qué tienen que hacer o qué tienen que aprovechar los estudiantes en su vida universitaria para materializar sus sueños como tú lo estás haciendo en este momento? ¿Qué les puedes decir a los futuros directores, guionistas, periodistas, fotógrafos que te miran ahora con admiración?
A los eafitenses yo les puedo decir que lo mejor que tiene la universidad son los profesores. Entonces yo les diría que les presten atención, que escuchen esas voces que han trabajado muchos años en formar un pensamiento crítico muy valioso. Yo cuando estaba en la universidad sentía que estaban dando clases personas muy brillantes pero que eran poco escuchadas. Y para mí es una gran oportunidad estar sentados frente a esas personas, pero también siento que es un riesgo muy grande estar distraído.
Y ya si uno quiere dedicarse al cine, tiene que ser muy riguroso en el entrenamiento que implica un arte como el cine; no solo en el hacer sino en el estar atento, en el escuchar, en entender cómo funciona y las dinámicas que tiene. No es un camino corto, pero sí es posible. Entonces para trabajar en cine hay que empezar y hay que empezar pronto. Y este es un buen momento.
Los Días de la Ballena se estrena el próximo 5 de septiembre en salas de cine de Colombia. Foto cortesía: Facebook Los Días de la Ballena