Como se puede apreciar en la grafica 2 y la grafica 3, la informalidad ha avanzado en la participación que tiene en el mercado laboral de las 13 ciudades principales del país, aumentando en el periodo oct/dic-20 40 puntos base (pb) frente al periodo anterior y 1,6 puntos porcentuales (pp) contra el mismo periodo del año 2019. Comportamiento semejante al observado en la metrica de las 23 principales ciudades del país en el año a año (1,4 pp a/a), a la vez de un detrimento de 30 pb en comparacion con la cifras del periodo previo. Vale la pena mencionar que, aunque si bien aumentaron las proporciones de trabajadores informales, tanto en las principales 13 ciudades y areas metropolitanas del país como en las 23 ciudades y areas, estas tambien tuvieron un aumento del numero de ocupados (1,25% y 1,27%, respecticamente) durante el periodo, lo cual se reflejo en un aumento de los trabajadores formales de casi 0,7% en ambos casos.
Cuando se entra en detalle sobre las 5 pricipales ciudades del país (ver grafica 3), se observa un comportamiento similar al mencionado en cuanto a sus indicadores de informalidad. De hecho, el unico que presento una mejora en este frente en el periodo oct/dic-20 fue el Área Metropolitana de Cali, lo cual se explica en gran parte por un efecto base que se da por el abrupto detrimento de este mismo indicador en periodos anteriores. Paralelo al resto del país, en este periodo todas las ciudades, exceptuando el Área Metropolitana de Cali, presentaron una variación positiva en el numero de ocupados totales (Bogota: 1,16%; Medellín: 2,2%; Cali: -0,19%; Barranquilla: 0,02% y Bucaramanga: 4,69%), cifras que tambien se deberieron en parte, a un aumento de los trabajadore formales de cada una de estas ciudades, exceptuando el Área Metropolitana de Barranquilla.
Fuente: DANE, GEIH
Dicho lo anterior, al ver la grafica 4, se puede ver como los mercados laborales formales de las pricipales ciudades del país tienden a presentar un desempeño mixto y como su desempeño relativo en el intento de reducir la tasa de informalidad, tanto entre ellos como en el resto del país es bastante divergente. De las 5 principales ciudades, solo el Área Metropolitana de Medellín y Bogotá se encuentran por debajo de los promedios de las 13 y 23 ciudades más grandes de Colombia. Al ver en detemiento este grafico, se puede ver como sus posiciones dentro del ranking nacional son bastantes disparejas entre estas 5 ciudades, con Bogotá posicionandose en el 3 puesto y el Área Metropolitana de Barranquilla en el puesto 19.
Grafica 4. Ranking de Informalidad de las 23 Principales Ciudades del País.
Fuente: DANE, GEIH
Este incremento de la informalidad se da en gran parte por lo mencionado al inicio del informe, la destrucción de magnitudes sin precedentes de puestos de trabajo formales resultado de la pandemia y las diferentes cuarentenas nacionales obligatorias. Esto se puede apreciar en el grafico 5, donde se muestra la masiva contracción en la tasa de ocupación (TO) durante el segundo semestre del 2020, la cual fue absorbida por: una caída gigantesca en las TPG (Grafica 6); el acelerado número de desocupados (TD) (Grafica 7); y un aumento de la informalidad (Grafica 8), esto en línea con la histórica caída del Producto Interno Bruto (PIB) del país de 15,7% a/a. Luego, en los gráficos 5, 6 y 7, se puede apreciar un rebote o recuperación en V del mercado laboral, dada la adaptación de los diferentes agentes a la “nueva realidad” en medio de una gran mejora del PIB, la cual marco una recuperación de 7 pp llevándolo a una variación de -8,7% a/a. Pero al igual que el rebote de la economía no fue lo suficiente para reponer la histórica contracción que se dio en el segundo trimestre del 2020, la recuperación en el mercado laboral no fue suficiente para reponer el gigantesco golpe que sufrió. Esto conllevo a una perdida en la calidad del empleo, caracterizada por una recuperación de la TPG y la TO que en gran medida se da por un aumento de la tasa de informalidad (ver Grafica 3 y Grafica 8), dada la inherente flexibilidad de este mercado laboral y la necesidad de los hogares de empezar a percibir ingresos.
Grafica 5. Tasa de Ocupación 13 Ciudades Capitales Promedio Móvil 3 Meses
Fuente: DANE, GEIH
Grafica 6. Tasa de participación 13 Ciudades Capitales Promedio Móvil 3 Meses
Fuente: DANE, GEIH
Grafica 7. Tasa de desempleo 13 Ciudades Capitales Promedio Móvil 3 Meses
Fuente: DANE, GEIH
Más allá de las cifras e indicadores presentados hasta el momento, lo mencionado anteriormente trae a flote un recurrente problema el cual atraviesa Colombia y del cual la informalidad no solo es un síntoma, pero también un causante, la desigualdad. Si bien a la fecha no se ha publicado los indicadores de desigualdad del país para él 2020, para así analizar las repercusiones de la pandemia en este frente, un grupo tradicionalmente desfavorecido ya muestra grandes desventajas en medio de la crisis del COVID-19 en cuanto al trabajo disponible, las mujeres. Si bien en la gráfica 5, 6 y 7 se evidencia la tradicional brecha de la población femenina en la fuerza de trabajo, en estas se pudiera interpretar que, si bien dicha brecha existe, la variación fue muy similar al igual que la recuperación, tanto en hombres como mujeres. Incluso, se podría llegar a pensar que hay una convergencia en la participación del empleo formal en los ocupados por sexo al observarse el grafico 8. Pero al ver el grafico 9, el cual muestra la participación de la mujer en las poblaciones ocupadas, tanto en las 13 como en las 23 ciudades más grandes del país, se evidencia la gran contracción que hubo en este frente, y a diferencia del resto de indicadores del empleo (exceptuando la informalidad), este no muestra una rápida recuperación, de hecho, se mantiene deprimida en niveles que no se experimentaban desde el 2007 (44%). Fenómeno que se empieza explicar en el informe de la Organización de los Estados Americanos, “COVID-19 en la vida de las mujeres” (2020), el cual afirma que, “los sectores más afectados por el paro económico presentan una alta concentración de mujeres. Los primeros datos globales señalan que los sectores de la economía más afectados por la emergencia del COVID-19 son el comercio al por menor, los servicios de alojamiento y de servicios de comidas y las industrias manufactureras. En América Latina, en promedio, el 21,9% de las mujeres trabajan en el sector del comercio, que también registra un alto porcentaje de hombres (17,7%). Las mujeres son mayoría en el sector de las actividades de alojamiento y de servicios de comida. En concreto, en el sector turístico, las mujeres representan el 54% de la fuerza laboral y enfrentan la desaparición casi total de sus medios de vida, ya que el COVID-19 ha paralizado el turismo en todo el mundo. En la ausencia de alternativas, particularmente en países como las pequeñas islas del Caribe donde el turismo representa la principal actividad económica, las mujeres podrían enfrentar situaciones económicas devastadoras. En el periodo de recuperación se requiere de medidas afirmativas dirigidas a las mujeres”. (P.15) Aparte de que, “La mayoría de los hogares monoparentales están encabezados por mujeres y la actual situación puede agudizar su situación de vulnerabilidad” (P.15)
Grafica 8. Informalidad por Sexo en las 13 Principales Ciudades del País
Fuente: DANE, GEIH
Grafica 9. Tasa de Participación de la Mujer en la Población Ocupada
Fuente: DANE, GEIH
Con la gran contracción de la economía, dado el choque de oferta y de demanda producto de la pandemia del COVID-19, se han presentado perdidas gigantescas de puestos formales. Esto ha conllevado a una redistribución del empleo en las principales ciudades del país, haciendo que los hogares empiecen a recurrir al mercado laboral informal en busca de ingresos dada la ausencia de los mismos. Esto trae consigo un gran número de dificultades, muchas de los cuales ya representaban un gran dilema para Colombia previo al choque económico. Uno de estas, la gran desigualdad que se presenta en la sociedad colombiana, como se evidencia en el mercado laboral femenino. Se deben buscar formas de estimular o generar ofertas de empleo formal, con las cuales se pueda brindar un mínimo de bienestar y equidad a la sociedad con miras de que esta pueda funcionar correctamente.
Bibliografía