Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Opinión / 18/08/2020

Los resultados del segundo trimestre y las tareas del futuro

​​​​​​​​​​

Inversión en infraestructura, impulso a la vivienda, apoyo al sector agropecuario y activación de los sectores de servicios varios son, junto con las políticas de asistencia a los más vulnerables y el desarrollo de una agenda de participación en la recomposición de las cadenas de valor mundiales, las prioridades de la política económica después de la caída histórica del PIB del 15.7% en el segundo trimestre del año​.

​​

El DANE ha divulgado los datos del PIB del segundo trimestre del año, en línea con lo que la mayor parte de los analistas esperaba: una caída del 15.7%, que aunada a una cifra revisada de crecimiento del 1.4% en el primer trimestre, arroja un crecimiento semestral de -7.4%, como lo muestra el cuadro 1, que reúne información de Cuentas Nacionales y del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE).

Cuadro 1.


Hay varias cosas destacables en las cifras: ante todo, el desempeño positivo de la agricultura (que creció el 4% en el semestre, aunque con un bajo registro en el segundo trimestre) y de las actividades financieras e inmobiliarias, que se han mantenido también en terreno positivo; los sectores de minería, industria, construcción y comercio, por su parte, que representaron en 2019 el 40.7% del PIB, y que mostraron caídas semestrales superiores al 12%, están dando muestras durante el segundo trimestre de una incipiente mejoría, que se refleja en el ISE, cuya caída pasa del 20.1% en abril, al 11.1% en junio. En cambio, la rama de otras actividades de servicios  mantiene tasas de decrecimiento superiores al 36%, y el sector de Información y Comunicaciones está profundizando su desaceleración, lo que indica que hay dinámicas sectoriales diferenciadas, asociadas seguramente al grado de apertura de la actividad, y el tipo de actividades cada rama realiza. Por ello, el enfoque de protocolos sectoriales parece ser adecuado, en la medida en que se aborda de manera expresa las especificidades del sector, facilitando su integración gradual a la recuperación económica.

La descomposición del crecimiento por el lado del gasto, muestra el tremendo impacto del COVID-19 sobre la inversión (que cae 32.2% en el segundo trimestre) y sobre el consumo de bienes durables y semi durables (que caen respectivamente 35.4% y 39.3%). En la inversión, los rubros fundamentales que la componen (vivienda, otras edificaciones y estructuras y maquinaria y equipo) cayeron más del 30% en el segundo trimestre, y por ello, sin duda, deben ser los ejes temáticos de la recuperación. 


Cuadro 2.​


Dos cosas son destacables en el cuadro 2: de una parte, el hecho de que los bienes no durables hayan mantenido una tasa de crecimiento positiva, y de otra, que la demanda interna haya tenido, en el año, un crecimiento menor que el PIB, lo que indica que el decrecimiento de las importaciones ha compensado parcialmente la caída de la demanda.
De ello se siguen seis grandes frentes de trabajo, que deben constituir la base de las políticas de recuperación económica del país en el segundo semestre de 2020 y en al año 2021: inversión en infraestructura; programas de impulso a la vivienda; programas de asistencia a los hogares vulnerables, para proteger y mantener su consumo; apoyo decidido al sector agropecuario;  ampliación de los programas de reactivación al sector de servicios; y transformación estructural, para aprovechar las nuevas realidades de la economía mundial.
Lo primero, la inversión en infraestructura, incorporada en el programa de “Compromiso por Colombia” como la estrategia central de generación de empleo, será el eje principal de la recuperación, en la medida en que movilice no sólo capitales públicos sino también capitales privados a la de proyectos de inversión en autopistas, vías terciarias, sistemas de transporte, corredores viales, puertos, aeropuertos y generación y transmisión de energías renovables. El programa pretende movilizar recursos por 100 billones de pesos y busca generar más de 1 millón de empleos en los próximos años.
El tema de vivienda también fue abordado por el Presidente Duque en su presentación al Congreso del pasado 20 de julio: 200 mil subsidios de vivienda VIS y no VIS, que habrán de sacar al sector del estancamiento en que se encuentra, y que se ha agudizado sin duda por efectos del COVID-19.
Los programas de asistencialismo (como el programa de Ingreso Solidario, que se ha prolongado ya hasta junio de 2021) deberán ser el eje de un rediseño profundo del sistema fiscal colombiano, caracterizado por una muy baja eficiencia en su capacidad redistributiva. El programa de devolución del IVA abre nuevas posibilidades, en la medida en que permita usar un impuesto muy eficiente, pero regresivo, en la generación de nuevas rentas fiscales, necesarias para atender las inmensas necesidades del país, en materia distributiva y en materia de impulso a la productividad. La posibilidad de neutralizar los aspectos más negativos del impuesto, devolviéndole los recursos a 1 o 2 millones de familias, será sin duda una carta para el diseño futuro del sistema de impuestos.
El apoyo al sector agropecuario debe concretar, por fin, el potencial de desarrollo de un sector en el que el país es rico, tanto en recursos, como en oportunidades. El sector ha mostrado resiliencia, pero debe ahora aprovechar las oportunidades que el comercio internacional brinda, en medio de la profunda disrupción que está en curso, y que generará nuevos flujos de comercio y nuevas redes de valor entre países.
La reactivación del sector de servicios varios es la siguiente prioridad: profundamente vinculado a actividades informales, hay que lograr desarrollar protocolos efectivos para permitir que los trabajadores “por cuenta propia” llevan a cabo sus actividades productivas, en condiciones adecuadas de seguridad, y sin poner en riesgo la seguridad de los demás ciudadanos.
Pero el más importante de los ejes de la política de dinamización de la economía, será el reposicionamiento del país en las cadenas de valor mundiales, y en los nuevos circuitos de inversión productiva que se tejan en el progresivo desacoplamiento de las grandes potencias. China generó su espectacular salto al capitalismo económico, mediante un programa de hospedaje de eslabones en la cadena empresarial, que le permitió transformar su productividad y la naturaleza de su empleo. Hoy, Estados Unidos habla del “Nearshoring”, el propósito de externalizar servicios, subcontratando procesos en países cercanos y reubicando eslabones de sus cadenas productivas. China tendrá también que construir sus propias redes, seguramente afectadas por el desacople. Ambas circunstancias determinarán la ocasión más importante que los países emergentes tendrán para dar el salto hacia el desarrollo. El programa “Colombia crece” parece un buen inicio, en lo relativo a este propósito. Pero tendremos que anticipar las condiciones adecuadas, para que ese “Nearshoring” nos beneficie.










Última modificación: 20/08/2020 14:14

Escriba su opinión sobre este artículo