Estas actividades de observación pueden realizarse a ojo descubierto, y no requieren más que algo de orientación geográfica, curiosidad y paciencia. Sin embargo, en el siguiente paso te explicamos algunas herramientas que pueden aportar a una experiencia de observación más detallada.
Herramientas
A simple vista, con una ubicación geográfica básica y la ayuda de una
carta celeste, que funciona como mapa para orientarse en el cielo, pueden ubicarse e identificarse algunas formas que fueron puestas culturalmente en él, llamadas asterismos,
más conocidas como constelaciones.Las cartas celestes pueden encontrarse y descargarse de forma gratuita en sitios de internet dedicados a la divulgación astronómica; sin embargo, es importante saber que este instrumento está construido para cada latitud, y de esta forma presentar con mayor precisión las estrellas visibles en cada región.
Hasta este punto, las herramientas necesarias tienen un costo monetario realmente bajo. Aun así, para aquellos que encuentren en el cielo una pasión innegable y no cuenten con grandes sumas de dinero para adquirir un telescopio, existe una opción alternativa:
los binoculares.
Este instrumento óptico presenta numerosos beneficios, entre ellos su
precio asequible, portabilidad y una capacidad que permite observar con mayor detalle los astros. Por ejemplo, y dependiendo de las condiciones climáticas y la época del año, es
posible observar a Júpiter y sus lunas de mayor tamaño, así como a
Saturno con sus anillos, e inclusive, puede hacerse seguimiento de
las fases de Venus.
Condiciones especiales
En la ciudad de Medellín, en una noche despejada y oscura, es posible observar algunas decenas de estrellas. Este limitante es debido, entre otros, a la
contaminación lumínica propia de los grandes centros urbanos. Y es que en estos casos hay grandes cantidades de luz que se reflejan sobre la atmósfera y disminuyen la visibilidad de las estrellas más débiles.
Las
condiciones de oscuridad del cielo, así como la presencia de nubes, son aspectos básicos a tener en cuenta al momento de programar una observación. Cuando existe interés en observar algún objeto en específico, como un planeta, una galaxia o la Estación Espacial Internacional, es necesario también tener en cuenta los momentos del año en los que es más favorable dicha observación.
Lugares para observar el cielo
En el departamento de Antioquia existen lugares propicios para observar el cielo, entre ellos:
San Jerónimo, San Vicente Ferrer, Nariño, Jericó, Olaya e Ituango. Y en general, los
pequeños centros poblados y zonas rurales se presentan como lugares oportunos para este tipo de actividades.
Así mismo, en Colombia existen lugares predilectos para la observación, como el
páramo de Belmira en Antioquia, Punta Gallinas en la Guajira y el desierto de la Tatacoa en el Huila.
Se recomienda
tener muy presente el clima en la época del año que se planea viajar a estos destinos astronómicos, pues en época de lluvias el cielo tiene mayor presencia de nubes que pueden obstaculizar la observación. Las épocas sugeridas son a mitad de año –junio, julio- y a finales de año – noviembre, diciembre, enero-.
Astronomía en la ciudad
Para todos aquellos enamorados del cielo que quieran iniciarse en la observación astronómica, los
clubes y asociaciones de astronomía de la ciudad, así como las actividades del
Planetario de Medellín y el Observatorio Astronómico del ITM son una excelente opción, pues permiten la interacción con otras personas que comparten el mismo interés por aprender sobre el cielo.
Dentro de la Universidad EAFIT, el
Grupo Quasar desarrolla actividades de investigación y divulgación en torno a este tema.
Para tener en cuenta
-
Una recomendación especial es dedicar tiempo a aprender sobre la observación astronómica y determinar las preferencias individuales antes de embarcarse en la compra de instrumentos ópticos de mayor precio, como los telescopios. De esta forma podrá lograrse un mejor entendimiento de qué es aquello que quiere observarse y cómo hacerlo, a la vez que se evitan desilusiones al adquirir instrumentos que no van acorde a los gustos y expectativas personales.
Fuente: Carlos Augusto Molina, docente de la Escuela de Ciencias de la Universidad EAFIT y exdirector del Planetario de Medellín. También dicta clases en la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.