La cuchara: utensilio en el comedor y el laboratorio

Utensilio indispensable en la mesa y la cocina, la cuchara no solo facilita la alimentación humana y las actividades culinarias, también aquellas que se realizan en los laboratorios. 

El origen de este objeto no es preciso, pero expertos opinan que desde el período Paleolítico, los hombres utilizaban diferentes herramientas para tomar los alimentos pastosos, líquidos o aquellos que no podían pinchar.

De acuerdo al hábitat de una comunidad, los materiales utilizados como cucharas variaban; en zonas cercanas al mar se usaban las conchas de moluscos; en otros lugares se usaron maderas, cortezas, cuernos, huesos y otros insumos.

Curiosamente, muchas de estas cucharas no se utilizaban, por lo general, en  la alimentación sino en las actividades como la medicina o rituales religiosos, y con el transcurso del tiempo también llegó a la ciencia.

En los laboratorios, la cuchara es usada como utensilio para transportar productos hacia recipientes, revolver mezclas y  retirar residuos. Un implemento que cumple esta función es la espátula, un objeto de lámina de metal con mango de madera que facilita tomar pequeñas cantidades de compuestos en polvo, triturar, moldear o revolver.

Para evitar una reacción inadecuada de los elementos químicos, al entrar en contacto con materiales metálicos, en los laboratorios las cucharas están hechas en otros materiales; los agitadores, por ejemplo, son de vidrio y se usan para revolver mezclas.

Continuemos con el desarrollo de la cuchara. Vamos, ahora, a la antigua Roma donde existían dos tipos de cucharas con mango en forma de aguja para pinchar trozos de comida, abrir mejillones y realizar algunas funciones del tenedor actual. 

En Mesopotamia (actual Egipto y Siria) se producían magníficas cucharas, con mangos tallados y otros adornos de fantasía, ricas en  modelos y formas. Más que herramientas eran consideradas piezas de joyería elaboradas por los artesanos más destacados.

A finales de la Edad Media, en España se fabricaban las cucharas en hierro. Por el contrario, en Chile eran de palo, una invención acreditada al pueblo mapuche, habitantes del sur del país, quienes además hacían tazas, platos, cucharones, recipientes y morteros con maderas de la zona.

Las cucharas elaboradas en oro o plata se utilizaban en los templos para aplicar cosméticos a las estatuas de los dioses o reyes divinizados; incluso fue considerada objeto sagrado, tanto así que hizo parte del ajuar funerario de monarcas y altos dignatarios.

Con el tiempo, la cuchara su usó para la alimentación de las clases altas.  Años atrás el consumo de alimentos se hacía con las manos o en el caso de los líquidos llevándose el recipiente a los labios.

Hoy la cuchara es un elemento imprescindible en cualquier mesa. Ya no es exclusiva de la burguesía, aunque en clases sociales más altas se usan diferentes tipos para toda clase de alimentos.