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Los niños transformaron su ciudad

​​​Juego, experimentación, preguntas y conversación guiaron a niños y jóvenes por los problemas y métodos con los que trabaja el urbanismo social, durante el taller ¿Cómo transformar mi ciudad?, desarrollado por la Universidad de los Niños con el apoyo de Urbam.

 

A pesar de describir el río Medellín como un lugar sucio y contaminado, los participantes supieron ​ver en este otra cara y así lo mostraron en sus proyectos.

​Ana María Jaramillo Escobar
Coordinadora de comunicaciones Universidad de los Niños EAFIT​ / Universidad de los niños​

Niños, jóvenes y maestros caminaron por una fotografía aérea de Medellín buscando puntos de referencia. Tras ubicar el sector en el que cada uno vive, se distribuyeron en los barrios de la ciudad.

​​Después de ubicar algunos lugares conocidos y trazar sus recorridos habituales, los participantes se reunieron con Alejandro Echeverri, urbanista y director de Urbam, y Ximena Covaleda, arquitecta y coordinadora general del mismo centro.

El siguiente ejercicio fue caminar hasta EAFIT siguiendo el recorrido que cada uno había hecho en la mañana y simulando el medio de transporte utilizado. Por el mapa transitaron cabinas del metrocable, buses de metroplús, vagones del metro, taxis, vehículos particulares, rutas de buses, motos, algunas bicicletas y unos cuantos peatones.

Finalmente tuvieron una conversación sobre movilidad con Echeverri, quien aprovechó para compartir su experiencia en otras ciudades del mundo en las que la bicicleta es un medio de transporte habitual, especialmente para niños y jóvenes.

Así transcurrió el taller ¿Cómo transformar mi ciudad?, que hace parte de Expediciones al conocimiento, segunda etapa de la Universidad de los Niños EAFIT para acercar los participantes a los investigadores de la Institución, con el fin de que conozcan quiénes son, qué hacen y cómo lo hacen.​

“Me gusta por el ambiente la zona donde están ubicados el Jardín Botánico, el Parque Explora y el Parque de los Deseos”. Alexandra Restrepo (14 años), Institución Educativa Concejo Municipal de Itagüí.​​

En este ejercicio, realizado el 13 de septiembre, participaron 88 niños y jóvenes entre 8 y 18 años, y cerca de 20 maestros escolares, provenientes de instituciones educativas oficiales y no oficiales de Medellín y sus alrededores.

La metodología desarrollada por el programa a lo largo de nueve años de trabajo con niños y jóvenes hizo posible la conversación con los investigadores de Urbam para pensar la ciudad desde múltiples perspectivas.

“Lo que hacemos en Urbam es generar conocimiento que permita avanzar en temas de movilidad y ambientales, entre otros. En el taller tratamos de leer la ciudad de cada niño, sus lugares cotidianos, los que más aprecia, en los que ve mayores problemas. Obtuvimos una fotografía de temas que son completamente nuevos, incluso para nosotros”, expresó Echeverri.

Me gusta

Después de conversar sobre los medios de transporte, los participantes eligieron un lugar de la ciudad que les gusta y lo ubicaron en el mapa. Más del 20 por ciento se inclinó por la zona de Carabobo Norte.​

“Me gusta el Parque Explora porque aprendo cosas nuevas”, dijo Juliana Uribe, de 14 años, estudiante del Colegio Campestre Horizontes.

​“A mí el Jardín Botánico porque es un lugar muy tranquilo y puedes pasar tiempo con tu familia o amigos”, comentó Valentina Díaz, 14 Años, estudiante de la intitución educativa Yermo y Parres.

​​Esta lectura de la zona norte de la ciudad, hasta hace unos años aislada y deteriorada, llamó la atención de los investigadores que confirmaron el valor de las intervenciones hechas allí.

“Es una lectura cotidiana, natural, no es técnica, ni condicionada. Su gusto por la zona norte es porque van, disfrutan el espacio con la familia. Esto le da validez a un proyecto que fue pensado para ese fin y también al proceso en el que está la ciudad de generar espacio público para todos”, manifestó Covaleda.​
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“Me gusta el Jardín Botánico porque me tranquiliza y me relaja”. Yuliza Rojas (12 años), Institución Educativa Juvenil Nuevo Futuro.​​​

​También algunos centros comerciales (13 por ciento), la zona del Estadio (9 por ciento) y los parques pú- blicos de la ciudad (8 por ciento) aparecieron entre los preferidos como espacios de encuentro y esparcimiento.

“Hubo algo que me sorprendió y me dejó optimista. Yo pensaba que el universo de los niños de Medellín era muy cerrado, circunscrito a las áreas donde viven, a los centros comerciales, a espacios que no son la esencia de las ciudades. Pero, para sorpresa de todos, los lugares de mayor impacto son espacios públicos, donde se pueden encontrar con otras personas de la ciudad. Lugares que me imaginaba no estaban en el mapa mental de los niños de hoy, y parece que sí”, afirmó Echeverri.

​Aunque la atención no se concentró en ellos, otros lugares como el cristo de El Picacho, el barrio Laureles, la Asomadera, la Universidad de Antioquia y el metro, también fueron mencionados por los participantes.

No me gus​​​ta

​Luego vino el turno de elegir el lugar de la ciudad que no les gusta y preferirían transformar. El 20 por ciento de los niños y jóvenes se concentró en el centro.

“No me gusta porque es apretujado y huele mal”, expresó Saranna Gómez, de 12 años, estudiante del Colegio de la Inmaculada.

​​También apareció, entre los menos apreciados, el río Medellín (18 por ciento). “No me gustan los alrededores del río porque es muy sucio y podría ser muy agradable”, mencionó Pamela Williamson, de 18 años, estudiante del Colegio La Enseñanza.

​Algunos se inclinaron por la Comuna 13 (7 por ciento), aunque al preguntarles, la mayoría de los niños y jóvenes reconocían no haber visitado nunca este lugar.

“No me gusta porque matan muchas personas y no hay convivencia”, dijo Santiago Bruges, de 11 años, estudiante del Inem José Félix de Restrepo.

La Plaza de Toros La Macarena fue también un lugar elegido por algunos participantes (3 por ciento) preocupados por el maltrato animal.

En general, la inseguridad y la contaminación fueron los dos aspectos que motivaron a los participantes a elegir los lugares de la ciudad que desearían transformar. Finalmente fue el río Medellín el protagonista de los proyectos desarrollados por niños, jóvenes y maestros en el taller.

Otr​​o río

A pesar de describirlo como un lugar sucio y contaminado, los participantes supieron ver en el río Medellín otra cara y así lo mostraron en sus proyectos al final de la mañana.

“Se imaginaban el río como un parque con espacios para todos. Me pareció muy emocionante que ​​ ​​​entendieran un tema de ciudad como este y lo que podría hacerse para transformarlo. Los argumentos que tenían eran muy claros”, comentó Ximena.​

“A mí me gusta el Cristo del Picacho porque hay muchas zonas verdes”. Sebastián Alzate (13 años), Institución Educativa Diego Echavarría.​​

​Puestos de comida, playas, paseos en bote y espacios deportivos, son algunas de las ideas presentadas en los proyectos. Los principales problemas a resolver: la contaminación del río y la circulación vehicular. Para esto se incluyeron plantas de tratamiento de aguas y se contempló la posibilidad de construir puentes o vías subterráneas para los vehículos que cruzan la ciudad. ​

Aprendiza​jes

En el talle​r, niños, jóvenes y maestros tuvieron la oportunidad de pensar la ciudad desde múltiples perspectivas: la movilidad, el medio ambiente, la arquitectura y las necesidades, deseos y percepciones de quienes la habitan. Y los investigadores pudieron llevarse una fotografía de Medellín desde una mirada fresca, auténtica y que no busca impresionar.

​“En foros de temas de ciudad cuando se plantea, por ejemplo, que la apuesta debe ser por los espacios públicos, colectivos, donde nos encontremos todos, algunas personas lo toman como retórica, pero la experiencia con la Universidad de los Niños le da solidez a esta idea. Si el retrato que un niño hace de la ciudad pone como primer valor en su vida diaria esos espacios, tiene que ser por algo. Creo que en los procesos de ciudad se debería incorporar a los niños y jóvenes para hacerlos conscientes, pero también para construir a partir de su mirada”, concluyó Echeverri.​​​​
Última modificación: 06/03/2017 14:39