Es esencial que durante todo el proceso de técnica vocal el estudiante comprenda la importancia que tiene el cuerpo (base fundamental en el canto) para desarrollar efectivamente la proyección vocal, la solidez y el adecuado manejo del sonido, la eliminación de vicios fonatorios y el manejo óptimo de la respiración como eje crucial en el montaje de repertorio. En consecuencia de lo anterior, nos concentraremos en los siguientes puntos:
1. FORMACIÓN VOCAL: En este punto examinamos, exploramos y conocemos detenidamente las siguientes variables:
- La fisiología del sistema fonador (cómo funciona y cómo se optimiza).
- Los principios elementales de la técnica y cómo se aplica en el repertorio elegido.
- La improvisación vocal y el estudio de las diferentes escalas en el sistema tonal y modal.
- Uso de diferentes esquemas rítmico-melódicos para consolidar la motricidad (es una manera sana de entender el microtiempo y sentir la música) y la disociación.
2. FORMACIÓN AUDITIVA: Cuando se reconocen con agilidad auditiva los conceptos musicales tales como intervalos, melodía principal, ritmos, alturas y/o timbres de la voz, dinámicas, entre otras características de la música a partir de audiciones de piezas musicales de distintas estéticas, se consolida la conciencia del estudiante influyendo positivamente en el dominio de su técnica, garantizando y perpetuando la salud de su instrumento. Por consiguiente, es importante concentrarnos en el estudio de:
- Parámetros del sonido: intensidad, duración, altura, timbre.
- Direccionalidad y textura.
- Discriminación auditiva: reconocimiento, comparación y diferenciación de sonidos.
- Juegos que refuercen la separación auditiva, es decir, actividades que ayuden a fortalecer el reconocimiento de las cuatro cuerdas (Soprano, Mezzosoprano, Tenor y Barítono) en un ensamble coral.