Quebrada La Volcana: laboratorio vivo del agua, la biodiversidad y la cultura
Este proyecto estratégico tiene como objetivo conectar la universidad y la ciudad a través del corredor ecológico de la Quebrada La Volcana, entre el río Medellín y la avenida El Poblado. Este se convertirá en un laboratorio vivo donde convergerán los saberes ambientales: un espacio para el cuidado y para seguir fortaleciendo la cultura en el campus.
El aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos extremos, producto de la variación en las condiciones atmosféricas, ha desencadenado la ocurrencia de inundaciones y avenidas torrenciales que afectan los cauces y cuencas en su conjunto. El campus no es ajeno a esta dinámica que ha afectado en varias ocasiones las actividades. Por ello, se busca definir la quebrada como un proyecto estratégico que integre procesos de anticipación de estos fenómenos, enriquezca la exploración de soluciones híbridas y sea un espacio abierto y demostrativo para otras cuencas de la ciudad.
Para esto se transformará el cauce actual acercando a la quebrada a su condición natural sinuosa y rodeada de áreas permeables, incorporando soluciones basadas en la naturaleza que permitan: ralentizar el flujo del agua, brindar una respuesta sensible al crecimiento del caudal y la posible inundación que genere el mismo, gestionar de manera sostenible el agua y devolver cualidades paisajísticas a este espacio del campus. En los alrededores de la quebrada se configurará un corredor sensible al agua y a la biodiversidad a lo largo del cual será posible experimentar, visibilizar e implementar diferentes estrategias de la cadena de gestión del agua para mejorar el balance hídrico, así como enriquecer y diversificar la vegetación para mejorar y aumentar la conectividad ecológica. Dichas intervenciones buscarán resiliencia, adaptación y mitigación frente a los efectos del cambio climático.
Adicionalmente, la configuración de este nuevo paisaje y su ubicación central en la universidad, cercana a los principales espacios de encuentro, permitirán hacer de este lugar un verdadero parque, donde se integren los costados norte y sur del campus. Los jardines superarán las funciones ornamentales y la comunidad universitaria encontrará espacios para el goce, la conversación, el aprendizaje y el muto cuidado.