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EAFITCiencia, Tecnología e InnovaciónInvestigación / Revista Universidad EAFITRevista Universidad EAFIT 169Índice de Convenciones Ambientales, instrumento para la sostenibilidad global

Índice de Convenciones Ambientales, instrumento para la sostenibilidad global

En su tesis doctoral, Natalia Escobar Pemberthy, creó una herramienta para evaluar si estas iniciativas internacionales influyen en la verdadera generación de mecanismos para solucionar problemas ambientales y contribuir al desarrollo sostenible.

La rana arbórea de ojos rojos (Agalychnis callidryas) es una de las especies incluidas en los índices de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (1973).​ 
Foto: Shutterstock


​​​Mónica María Vásquez Arroyave
Colaboradora​

Cada vez que se firma una convención ambiental internacional y los líderes se suceden para la toma de fotografías, el mundo celebra el creciente número de países cuyos gobiernos se suman al trabajo a favor de un planeta sostenible. Sin embargo, tras el alborozo inicial, la atención de la opinión pública se ocupa de otros asuntos y es poco el seguimiento al cumplimiento de los acuerdos.

De ahí la necesidad de velar porque los gobiernos cumplan con estas obligaciones, así como con el diseño de políticas domésticas para contribuir a solucionar los problemas, señala Natalia Escobar Pemberthy, docente del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT.

Esta egresada de Negocios Internacionales y especialista en C​iencias Políticas de EAFIT advierte que, aunque los análisis académicos sugieren que este tipo de instrumentos internacionales están siendo implementados, "no existe evidencia empírica en materia de cumplimiento de lo pactado, y en términos de efectividad de lo implementado hay casos en los quede hace visible y otros cuya eficacia ha sido menor".

Lo anterior lo plantea Natalia con base en su investigación Medio ambiente, estados y organizaciones internacionales: el rol de las convenciones ambientales globales en la protección del medio ambiente, cuyos resultados permitirán saber cómo países signatarios implementan las convenciones ambientales de las que son parte, así como el impacto ambiental de las mismas.

​Por otra parte, respecto al análisis del sistema de​​ gobernabilidad global, la investigadora manifiesta:“ Desde el punto de vista académico queremos saber si las convenciones sirven para el objetivo que motivó su creación, es decir, solucionar un problema puntual”. El estudio, que apunta también a mejorar los indicadores de seguimiento a la aplicación de las convenciones y a servir de insumo académico para diseñar políticas públicas en distintos países, es la tesis de doctorado en Gobierno global y seguridad humana, que adelanta Natalia en la Universidad de ​Massachusetts, Boston (Estados Unidos).​​


Importancia política

Maria H. Ivanova, directora del Centro para el Gobierno y la Sostenibilidad de dicha institución, y directora de la tesis, asegura que la investigación de la docente Natalia Escobar es el resultado de una colaboración importante entre académicos y estadistas que aporta a la literatura disponible sobre legislación ambiental y gobernanza global en esa materia.

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El trabajo de Natalia Escobar tiene implicaciones ​políticas al brindar 
“a los países y las convenciones un punto de referencia para entender cómo implementan sus obligaciones ambientales”: Maria H. Ivanova.​​

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Además, el trabajo tiene implicaciones políticas al brindar “a los países y las convenciones un punto de referencia para entender cómo implementan sus obligaciones ambientales. Es un proyecto lleno de retos debido a que involucra una cantidad enorme de datos, es decir, el equipo de trabajo ha codificado cerca de 100.000 entradas de reportes entregados a las convenciones por parte de varias naciones en los últimos 15 años”, afirma Ivanova.

No obstante, para la directora de tesis, el reto más crítico ha sido la disponibilidad de información consistente, ya que algunos países no han entregado todos los reportes requeridos. Pese a esto, el equipo de investigación elaboró herramientas de recolección y análisis de datos que les ha permitido diseñar un índice que utiliza la información disponible y señala las brechas. “Esperamos que esto influencie las decisiones gubernamentales respecto a los sistemas de reportes nacionales y la implementación”, acota Ivanova.​

De esta manera, se logró desarrollar el Índice de Convenciones Ambientales (ECI, por su sigla en inglés), un instrumento que sirve para evaluar si las convenciones ambientales internacionales redundan en cambios en el comportamiento de los países para brindar soluciones a los problemas ambientales y contribuir con el desarrollo sostenible.​​


Utilidad del instrumento

Para calcular el ECI, Natalia Escobar Pemberthy incluyó en su tesis de grado todos los países del mundo y datos de reportes entregados por gobiernos a alguna de las convenciones desde 2001. Dichos insumos le sirvieron para hacer un balance entre regiones, niveles de desarrollo y la información disponible de las convenciones.​

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Los resultados iniciales muestran que no necesariamente un alto nivel de desarrollo, capacidad técnica y financiera
​garantizan​ que los países implementen ​​sus obligaciones ambientales internacionales.

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​Aunque Natalia espera entregar los resultados definitivos de su tesis a mediados de 2017, los resultados iniciales muestran que no necesariamente un alto nivel de desarrollo, capacidad técnica y financiera garantizan que los países implementen sus obligaciones ambientales internacionales. Es más, “si se mira la Convención de Ramsar sobre los humedales de importancia internacional, por ejemplo, dentro de los 10 gobiernos con los mejores resultados, cinco son de países en desarrollo”.

El trabajo encontró que México, Egipto y Malasia se destacan entre los 10 países con mejores reportes nacionales para la Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, mientras que Estonia e Italia registran resultados negativos. De manera similar, Tanzania, Indonesia y Túnez son algunos de los países con mejor registro de envío de información para la Convención de Ramsar.

Lo anterior demuestra que los países en desarrollo –explica Natalia Escobar– entregan la información correspondiente, incluso cuando esta indica falta de progreso en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales. Por ejemplo, aunque Camboya, Barbados y Yibuti registran resultados bajos en materia de implementación de las convenciones de Basilea, Ramsar y Estocolmo (sobre los contaminantes orgánicos persistentes), sí han entregado todos los reportes desde 2001.
 
Por otra parte, el instrumento también contribuye a medir y hacerle seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a las buenas prácticas para fortalecer las capacidades de los países para implementar las convenciones y al diálogo entre gobiernos y oficinas de las secretarías ejecutivas de las convenciones.

En conclusión, el trabajo de Natalia Escobar es un aporte para la buena toma de decisiones en temas ambientales, que debe fundamentarse en elementos científicos, indica Félix Londoño González, director de Investigación de EAFIT.​


Las convenciones

La tesis doctoral Medio ambiente, estados y organizaciones internacionales: el rol de las convenciones ambientales globales en la protección del medio ambiente, incluye seis de las 10 convenciones globales:

• Convención de Ramsar sobre los humedales de importancia internacional (1971).

• Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural (1972).

• Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (1973).

• Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación (1989).

• Convenio de Estocolmo sobre los contaminantes orgánicos persistentes (2001). 

• Acuerdo sobre aves migratorias entre África y Europa, que hace parte de la Convención sobre la conservación de especies migratorias de animales silvestres (2002).

Sobre las cuatro que no tuvo en cuenta, Natalia Escobar proyecta hacer una segunda etapa de la investigación para analizar también: el Protocolo de Montreal sobre las sustancias que agotan la capa de ozono (1989), el Convenio sobre la diversidad biológica de Naciones Unidas (1992), la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (1992), y Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación (1994).

​La investigadora

Natalia Escobar Pemberthy

Negociadora internacional y especialista en Ciencias Políticas, Universidad EAFIT. Magíster en Relaciones Internacionales, London School of Economics and Political Science. Docente del Departamento de Negocios Internacionales de EAFIT. En la actualidad prepara la sustentación de su tesis doctoral en Gobierno global y seguridad humana, en la Universidad de Massachusetts, Boston (Estados Unidos).​​​