El tratamiento es multidisciplinario, requiere de un equipo integrado por médico especialista en farmacodependencia, psicólogo y terapista ocupacional, entre otros.
Solo si el paciente reconoce y acepta su enfermedad se podrá realizar un tratamiento y conseguir la recuperación.
La familia juega un papel definitivo en la recuperación del paciente y debe estar incluida en el plan de tratamiento.
En algunos casos se requiere ayuda farmacológica y hospitalización.