“Hay niños que parecen adultos y adultos que se comportan como niños”, cuestiona el Manifiesto de los Niños por sus Derechos. Gracias a las tecnologías digitales e Internet, muchos niños y jóvenes tienen acceso a toda clase de contenidos, lo cual los pone en ventaja incluso frente a sus padres, que están familiarizados con otros modelos de aprendizaje y tardan más en adaptarse a los cambios tecnológicos.
Al mismo tiempo, muchos adolescentes y jóvenes son criticados por sus mayores por su supuesta falta de madurez, disciplina y resiliencia, como ya lo hacía Sócrates hace más de dos mil años.
Es cierto que el desarrollo fisiológico de los niños tiene unas etapas más o menos definidas:
Sin embargo, nuestro desarrollo también está atravesado por variables socioculturales, así que la forma en que entendemos la niñez puede variar según la cultura y el período histórico en cuestión.
La antropóloga estadounidense Margaret Mead (1901-1978) fue una de las primeras en utilizar la etnografía para estudiar los conceptos de niñez y adolescencia.
Margaret se hizo preguntas como: "¿la angustia de los adolescentes norteamericanos se debe a la naturaleza misma de la adolescencia o a la civilización? ¿Bajo diferentes condiciones, la adolescencia presenta diferentes circunstancias?". En busca de respuestas, esta investigadora viajó a Samoa, un país insular en el Océano Pacífico para estudiar a las mujeres jóvenes entre los 9 y 20 años.
Después de observar y entrevistar (con ayuda de un intérprete) a casi 70 adolescentes samoanas, Margaret publicó su libro Coming of Age in Samoa en el cual concluye que el paso de la infancia a la adolescencia en Samoa "era una transición suave y no estaba marcada por las angustias emocionales y psicológicas, ni la ansiedad y confusión observadas en los Estados Unidos".
Margaret Mead también es conocida por cuestionar ideas preconcebidas sobre la división sexual del trabajo, los "roles de género".
Por su parte, el historiador francés Philippe Ariès (1914-1984) autor del libro Centuries of Childhood, sostuvo que la infancia es un "invento de la modernidad". Según esta idea, en el pasado no existía una concepción la infancia como la tenemos hoy, es decir, "un conjunto de espacios diferenciados, expectativas sociales y un estatus específico que diferencia a los niños de los adultos".
Los estudios de Ariès lo llevaron a pensar que en la Edad Media los niños no contaban demasiado, pues había gran probabilidad de que murieran debido a enfermedades, y tan pronto podían defenderse solos, eran considerados adultos y se les exigía trabajar.
Los trabajos de Margaret Mead y Philippe Ariès han sido objeto de crítica y actualización por parte de historiadores, psicólogos y pediatras que vinieron después. Sin embargo, ambos son considerados pioneros en sus áreas de estudio. Uno de los espacios más interesantes para ampliar la discusión sobre la historia de la niñez es la revista The Journal of the History of Childhood and Youth y el trabajo de autores como Paula S. Fass, Deborah Blythe Doroshow, Susana Sosenski, Nara Milanich y Ferrán Casas, entre otros. Además, en el campo de la educación y el desarrollo infantil los trabajos de Lev Vygotski, Jean Piaget y Maria Montessori son algunos de los más influyentes.
Siguiendo al doctor en psicología social Ferrán Casas, es posible reconocer al menos dos grandes ideas sobre la infancia en las sociedades modernas, es decir, dos formas de responder a la pregunta ¿Qué es ser niño?
La infancia positiva: ideal y feliz, simboliza la inocencia, la pureza, la esperanza, la vulnerabilidad. Según esta representación, los niños son inocentes y son los adultos quienes influyen negativamente en su comportamiento. Casas denuncia que esta representación es utilizada y manipulada con frecuencia por la publicidad.
La infancia negativa: justifica la necesidad de 'corregir' la maldad o rebeldía inherente a la infancia. Aquí se entiende una 'niñería' como lo hace la Real Academia de la Lengua Española: 'un hecho o dicho de poca sustancia'. Esto se asocia con una desvalorización de lo infantil y la imposición de controles por parte de los adultos.
Taller de la Universidad de los NIños EAFIT ¿por qué las personas viven diferente? (2006)
Al respecto, Álvaro Posada Díaz, pediatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y autor del libro 'El niño sano: una visión integral', señala que una niñería "es cuando nuestras actitudes no se corresponden con nuestro nivel de desarrollo, por ejemplo es normal que un niño de dos años haga pataletas, pero ese mismo comportamiento en un adulto está fuera de lugar".
Escucha a continuación este episodio de 1,2,3 Por la Ciencia, el formato radial de la Universidad de los Niños EAFIT, donde conversamos sobre el cuidado de los niños con Álvaro Posada, pediatra, investigador y consultor en temas de infancia y adolescencia. También nos acompaña Sofía Londoño, participante de la Universidad de los Niños.
Los niños tienen la palabra
Ferrán Casas explica que la palabra 'infancia' "viene del latín in-fale 'el que no habla', es decir, el bebé. Con el tiempo esta palabra adquirió el significado de 'el que no tiene palabra', el que no tiene nada interesante que decir".
Pero ¿hasta qué edad los niños no adquieren la capacidad de expresarse razonablemente? Casas atribuye a esta pregunta la aparición de conceptos como 'uso de razón', 'discernimiento' y 'madurez', que son características que los niños van adquiriendo con el tiempo, pero que también pueden variar según la cultura, variables económicas, y nuevos paradigmas sobre la educación y el cuidado de la infancia.
En la Universidad de los Niños defendemos que los niños y las niñas merecen tener la palabra. Por eso hemos facilitado la construcción de diferentes manifiestos en los que los niños se expresan frente a temas como la biodiversidad, la sostenibilidad y la garantía de sus derechos. Te invitamos a explorar:
Taller de Encuentros con la Pregunta, primera etapa de la Universidad de los Niños EAFIT (2019)
En la Universidad de los Niños defendemos, como María Montessori, que "por medio de el juego, los niños observan e investigan su entorno de una manera libre y espontánea". De esta manera, el juego, junto a la pregunta, la experimentación y la conversación son los pilares fundamentales de nuestra forma de enseñar y aprender. En la misma línea, la UNICEF resalta la importancia del juego en el desarrollo infantil, pues: