Pregunta: Isabel Cristina Montoya, 7 años.
Responden: Carolina Escobar y Tatiana Restrepo, estudiantes de Comunicación Social.
Asesores: Diego Fernando Villanueva, doctor en Biotecnología y Daniel Velásquez, magíster en Física.Todos tenemos un color de ojos que nos identifica. Algunos los tienen de un tono castaño tan oscuro que parece que la pulila se perdiera en su iris; otros, son tan azules como el agua de algunas playas del Caribe. También hay verdes, ámbar, avellana y hasta grises. Y todos, sin importar como sea, son especiales y están determinados, en gran medida, por la información genética de cada uno.
Al igual que cada aspecto de nuestro organismo, el ADN codifica la información genética que determina cómo es nuestro iris (la membrana responsable de regular la cantidad de luz que entra a nuestro ojo y que tiene los colores). De ahí que algunos tengan ojos azules y otros cafés.
De hecho, existen diversos genes involucrados en el color de los ojos, todos con nombres extraños: Por ejemplo, el gen EYCL1 está presente en la gama de colores entre el verde y el azul; el EYCL2 se encuentra en los humanos con iris de colores que van desde el marrón hasta los tonos más oscuros; y el gran EYCL3 determina cuánta melanina produce nuestro cuerpo. Esto es muy importante porque, dependiendo de la cantidad, el color del ojo también cambia.
Primer plano de un iris color gris. Imagen de Petr Novák. [Creative Commons 3.0], via Wikimedia Commons.
Ahora, ¿qué determina cuánta melanina produce un humano? Por el momento, la mejor respuesta la ha ofrecido la genética, que es la parte de la biología que estudia los genes y los mecanismos de transmisión de los caracteres hereditarios.
Según la genética, los humanos, como muchos otros organismos que se reproducen sexualmente, heredamos características de nuestros padres que se expresan desde nuestro nacimiento y a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas características las obtenemos de mamá, otras de papá, y algunas son más dominantes que otras.
Por ejemplo, supongamos que estamos estudiando una familia compuesta por una mamá de ojos cafés, un papá de ojos azules y un bebé que nació con los ojos cafés al que llamaron Ana. Mientras que color de los ojos de la mamá está determinado por un gen dominante (café), el del papá es el resultado de la expresión de un gen recesivo (azul), que es más provable de obtener cuando se encuentran dos genes rececibos. Por eso, lo más provable es que Ana tenga dos lindos ojos cafés.
Para entender mejor este tema, te invitamos a ver el siguiente video:
Por cierto, ¿sabes dónde surgieron los ojos azules? ¿Quiénes fueron los primeros en tenerlos? Se cree que entre 6.000 y 10.000 años atrás un individuo sufrió una mutación en el gen OCA2, responsable de la producción de melanina. Esto provocó que se redujera su capacidad de producir melanina en el iris y tuvo como consecuencia la incapacidad de tener los ojos cafés y la aparición de los azules.